(Nota: El artículo original fue escrito por David Helman, escritor para DallasCowboys.com, y traducido al español para SomosCowboys.com)
FRISCO, Texas – Es la época del año para evaluar a tu propia lista de jugadores.
A medida que los Cowboys procesan un final decepcionante de 2021, esto genera mucha especulación sobre lo que se avecina en 2022. Esta serie busca presentar, y con suerte responder, muchas preguntas sobre cómo se verá este equipo el próximo año.
Comenzaremos con una posición que presenta mucha incertidumbre, el cuerpo de receptores abiertos, más específicamente, dónde están las cosas con su receptor estrella.
¿Cómo se ve el futuro para Amari Cooper?
Tan rápido como llegan las cosas, así de rápido se van. Y en ninguna parte se puede ver eso más claramente que en la NFL.
La temporada 2021 de Amari Cooper ejemplifica esto maravillosamente: un año que pasó de ser prometedor a confuso en un instante.
Recuerden la victoria del 31 de octubre en Minnesota, cuando Cooper fue el héroe con tres grandes recepciones en la serie final del juego de los Cowboys, incluido el touchdown para ayudar a Cooper Rush a lograr la victoria mientras Dak Prescott se recuperaba de una lesión en la pantorrilla.
Esa victoria elevó a los Cowboys a 6-1 e hizo mucho para mejorar las estadísticas individuales de Cooper. En ese momento del año, había atrapado 38 balones para 495 yardas y cinco touchdowns. Estaba en camino de terminar con más de 90 recepciones para más de 1,200 yardas.
Sabemos lo que pasó después. Después de una victoria dominante contra Atlanta, Cooper se perdió dos juegos clave contra Kansas City y Las Vegas cuando contrajo COVID-19, y la oficina principal de los Cowboys expresó cierta frustración porque no se había vacunado.
"Cuando entras al vestidor se trata de 'nosotros'", dijo el propietario/gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, en ese momento. "Todos contamos con que cada uno haga su parte. Todo el mundo espera eso".
Cooper regresó y contribuyó a la carrera de playoffs de los Cowboys, pero los resultados fueron mediocres. Durante los últimos nueve juegos de la temporada, promedió solo cuatro recepciones para 48 yardas en seis intentos por semana. Puede que no parezca mucho, pero ese es un contraste notable con los primeros siete juegos, cuando recibió el balón un promedio de ocho veces por juego, con un promedio de 5.4 recepciones para 71 yardas por salida.
Fue suficiente para que Cooper, quien normalmente es una persona reservada, expresara su propia frustración con la ofensiva.
"Es muy frustrante. Pero eso no es algo que realmente pueda controlar", dijo Cooper en diciembre. "Pero sí creo que hay un beneficio en que reciba el balón en esas situaciones importantes, como la zona roja y el tercer intento, porque sé lo que voy a hacer, ¿sabes a lo que me refiero? Solo voy a estar listo para cuando llegue ese momento. Ojalá sea pronto".
Luego de la eliminación de los Cowboys de la postemporada, Jones hizo un seguimiento de eso, expresando su frustración con que el hecho de que Cooper sea el punto focal de un plan de juego contrario no debería evitar que tenga un impacto.
"Debería ser capaz de atrapar por el medio cuando van con él", dijo Jones. "Otros lo hacen. Lanzas a personas que están cubiertas todo el tiempo en la NFL. Tienes que. La mayoría de la gente no tiene la cantidad de receptores que hemos tenido".
Es mucho contexto, pero ayuda a enmarcar la situación actual.
Cooper acaba de terminar el segundo año de la extensión de cinco años y $100 millones que firmó en 2020. Los Cowboys adelantaron las garantías en ese acuerdo para tener flexibilidad en el futuro. Con esos primeros dos años fuera de los libros, podrían separarse de Cooper, a través de un intercambio o una liberación total, y ahorrarse $ 6 millones mientras tienen un costo de $6 millones en su tope salarial de 2022.
Los Cowboys no han hecho ningún comentario público sobre sus planes para el futuro, pero los números facilitan entender por qué este es un tema de conversación. Agrega el hecho de que el salario de $20 millones de Cooper se garantiza por completo el 20 de marzo, por lo que es seguro decir que debería haber algún tipo de decisión pronto.
Al propio Cooper se le preguntó sobre eso en la entrevista posterior a la derrota en los playoffs ante San Francisco y aunque no dijo mucho, reconoció que le gustaría permanecer en Dallas.
"Yo no tomo esas decisiones", dijo. "Honestamente, no lo sé, pero espero (quedarme)".
El regreso de Cooper facilitaría un poco las cosas para los Cowboys mientras buscan reabastecer su tabla de profundidad de receptores. Michael Gallup, Cedrick Wilson, Noah Brown y Malik Turner están programados para ser agentes libres el próximo mes. Pero mantener a Cooper junto a CeeDee Lamb les daría dos receptores de Pro Bowl.
Si Cooper no está en sus planes para 2022, la posición de receptor de repente parece convertirse en la mayor necesidad de este equipo. Lamb llegó al Pro Bowl este año con la fuerza de 79 recepciones para 1,102 yardas y seis touchdowns. Pero sin Cooper, él y Simi Fehoko serían los únicos receptores bajo contrato en esta lista. Sin duda, presionaría a la oficina principal para reforzar la tabla de profundidad, ya sea en la agencia libre, en el draft o en ambos.
Es por eso que este un lugar apropiado para comenzar las especulaciones de temporada baja. Es una decisión bastante simple por sí sola, pero tendrá enormes ramificaciones en el futuro de esta lista.
