Una semana llena de dudas fue el mar que tuvieron que navegar los pupilos de Jason Garrett luego de su descanso obligado. Con la maquinaria en el taller, se buscaba afinar algunos detalles cuyo resultado inicial resultó en un contundente 40-10 que ahora pone a los Vaqueros con marca de 18-17-1 en todos los tiempos de esta añeja rivalidad.
En marco de celebración donde se honro el momento conocido simplemente como "La Atrapada" ocurrido en juego de campeonato de la NFC en 1981 cuando Joe Montana conectaba con Dwight Clark en las diagonales del vestusto Estadio del Candelero, los 49ers tuvieron algunos instantes de lucidez ofensiva en las manos del novato C.J. Breathard. Su juego fue emblemático de un mariscal de campo que no pudo sobrevivir las cinco capturas, tres balones sueltos y una defensiva de Rod Marinelli que ahora si alzaron la mano de manera decidida.
Se habló de la necesidad de intercambios de posesión ante un equipo desesperado que abajo en el marcador pudiera comenzar a especular y arriesgar el balón. Pero quién iba a pensar que luego de un tres y fuera un tanto desconcertante para abrir el juego, la patada de despeje de Chris Jones fue regresada por Trent Taylor donde el profundo parte de la cuadrilla de cobertura Kavon Frazier sacudió el balón haciendo así equipo con la recuperación por Xavier Woods en la yarda 20 de los anfitriones.
Sacando de ritmo a la defensiva 49ers, Zeke Elliott entró a las diagonales usando tres acarreos, de 14, 5 y desde la uno para la anotación con campo corto en señal de un momentáneo dominio total. Este dominio que apenas comenzaba bajo los cielos despejados de San Clara, CA., fue ante un público que no abarrotó del todo pero llegó en números respetables al Levi's Stadium, donde se incluyera una buena camada de vestidos de azul y plata que se hicieron sentir en casa ajena.
La balanza se tornó del otro lado del balón para los Vaqueros en la siguiente serie de casa, con un tres y fuera de gente grande para una defensiva en busca de sacarse esta espina que fuera su sombra en dicha semana de acertijos. Los cimientos ofensivos con la posesión inmediata resultó en una serie de siete jugadas, 74 yardas con 3:28 del reloj que culminó con espectacular lance desde la 25 contraria de Elliott para su segunda anotación con un 14-0 a la mitad del primer cuarto.
Un gol de campo de Robbie Gould movía los números del lado propio de la pizarra, y luego de compartir series ofensivas inoperantes que resultaron en despejes, Dak Prescott, que terminó con 16 completos de 25 intentos, 234 yardas, tres pases de anotación agregando uno por piernas para su rating de 134.0, comenzó su sexta serie desde su propia yarda 14 armando una ofensiva de 12 jugadas para las 86 yardas usando 5:03 del segundo cuarto.
Como que de pronto se apareció en el escenario la ofensiva por diseño de Scott Linehan, combinando acarreos de Elliot, accionado a Dez Bryant con una pase de 27 yardas y culminado con verdadero dardo preciso a la esquina derecha de las diagonales para Jason Witten que luego de bajarla con la mano derecha de una manera poética, celebraba con sus compañeros el de pronto estar arriba 20-3 en el comienzo del segundo cuarto.
Aquí precisamente fue cuando Prescott mandó pase incompleto a las diagonales para Brice Butler en busca de convertir la jugada de dos puntos en la conversión, consternando a propios y extraños el porque de la matemática especulativa. La duda se aclaró en la subsecuente patada de salida donde fue el profundo titular Jeff Heath el que se alineara con el puntapié derecho y entonces se enteró el respetable que Dan Bailey había quedado fuera del juego con una lesión en la ingle.
Los vestidos de rojo y oro despertaron de manera ofensiva colocando el balón en la yarda cinco de Sean Lee y compañía, propiciado por dos sendos acarreos de Carlos Hyde y serie de cuatro primeros y diez. De nuevo la estrategia de Marinelli pudo lograr que en segunda y gol DeMarcus Lawrence completara la hazaña de causarle a Beathard el soltar el balón para luego el mismo recuperar la posesión, así apagando la posibilidad de ponerle puntos al marcador sabiendo que recibirían la patada de salida para abrir la segunda mitad.
Esta ansiada serie como apertura del tercer capítulo tuvo algunos destellos y ya desesperados por un rayo de luz en el túnel se la jugaron en cuarta y cuatro desde la 28 de los Vaqueros. El resultado fue un pase incompleto y la entrega de posesión de una manera definitoria para el resto del juego.
La mismísima siguiente jugada fue ese pase pantalla de Prescott para Elliott que resultó en una verdadera joya pulida con acarreo por toda la banda derecha, enfrente de toda su propia banca, donde sus dotes de trapecista sobre la cuerda floja se pusieron en relieve para su tercera visita a las diagonales. Su producción de 26 acarreos para 147 yardas, dos anotaciones por piernas y esta por aire fue la versión de la ofensiva azul y plata presumiendo esta piedra angular que hace mover a todos en la misma dirección.
Luego de esa serie de una jugada para 72 yardas, la siguiente ofensiva vaquera fue la estaca final. Tomando el balón luego del despeje de Bradley Pinion en su propia yarda 20, ahora si fueron los Vaqueros reportados perdidos en sus tres derrotas de la presente temporada que recorrieron 80 yardas en 13 jugadas quitándole 7:44 al reloj que con jugada personal de Prescott desde la yarda dos se ponía ya como para comenzar a pensar en darle juego a Cooper Rush, Keith Smith, Noah Brown, Ryan Switzer y tanto Geoff Swaim como James Hanna.
Luego de conectar el punto extra con el pase a Elliott, patada que pegara en el poste y entró como una diana, este lo falló Heath, pero con 33 puntos a 3 del contrario ya poco estaba de por medio..
Con todo y que le dieron su propio momento en las diagonales a Bryant en el comienzo del último cuarto, ya era simplemente dejar pasar los gránulos del reloj de arena para tal eventualidad.
El espectro que imperó en algunos como ejercicio de pensar lo que puede pasar en el peor de los casos, siendo un ejemplo fidedigno el hecho de darle cabida el efecto de una derrota a manos del equipo de Kyle Shanahan hubiera tenido en los Vaqueros, pasó a segundo término. Actuaciones de uno tras otro, ofensiva, defensiva y equipos especiales da como resultado el poder respirar profundo y volver a ponerse a practicar y estudiar.
La siguiente aduana será el FedEx Field de los Pieles Rojas, que ante las Águilas de Philadelphia en el Lincoln Financial Field de la ciudad de la hermandad este lunes por la noche, le harían un gran favor derrotando a los pajarracos para no dejarlos alzar el vuelo en la división. Seguro todos los vaqueros verán este duelo en cadena nacional, porque les quedan todavía visitas reciprocas con ambos rivales en busca de la corona y la postemporada.