Continúa la tragi-comedia griega.
No hay duda para propios y extraños que la temporada edición 2020 de la NFL ha presentado un reto tras otro. Desde cancelar los movimientos usuales con vistas a la pretemporada y estos subsecuentes juegos de exhibición y el ahora protocolo necesario para salir al campo de juego, de pronto todo es un verdadero procedimiento nada rutinario ni predecible.
Pero ningún otro equipo se ha visto afectado como estos Vaqueros. Imagínese que aparte de todo lo acontecido, de pronto están obligados a escoger entre dos mariscales de campo "veteranos" con cero experiencia como titulares para enfrentar a los portadores de una marca de 7-0, cuando los pupilos de Mike Tomlin prueben la mística del AT&T Stadium.
Los momios no mienten, donde los de casa son el David portando una desventaja de dobles dígitos ante el Goliat del momento. A estas alturas el equipo de Jerry Jones busca simplemente mostrar un esfuerzo positivo, tomando en cuenta que la defensiva por fin mostró señales de vida ante las Águilas la semana pasada. En cuanto a la ofensiva, pues la verdad, llegan como si tuvieran un brazo amarrado a la espalda.
Esta rivalidad Acereros-Vaqueros tiene un lugar muy especial entre los hinchas de cada franquicia, y de poder asustar a los balanceados Steelers, los Cowboys darían el campanazo más fuerte en la memoria de las respectivas fanaticadas luego de tantas batallas campales.
Para el domingo les tengo estas cinco claves del juego.
Clave 1 - De tin marín de don pingüe. A esto ha llegado. Mike McCarthy ahora tiene que decidir entre Cooper Rush y Garrett Gilbert para dirigir su ofensiva ante una de las defensivas más armadas de la liga. Agreguémosle el hecho que Ben DiNucci tiene más experiencia luego de un juego y medio bajo centro en juego de temporada regular que los otros dos combinados, y pues hasta el propio Ripley se pregunta cómo es posible. De nuevo, la ofensiva no debe ser complicado ni rebuscado para cualquiera de los dos candidatos, con una dosis de acarreos con la dupla Elliott-Pollard, que en momentos fue efectivo en Philadelphia. Lo primordial es que salga quien salga al terreno de juego representando los intereses ofensivos azul y plata se aleje de los errores, algo que para la jornada nueve ante una defensiva con filo sin haber salido en ningún juego hasta el momento se antoja un sueño guajiro.
Clave 2 - Porque correr si llego caminando.Vaya temporada de los legendarios hombres de acero, que batallaron la semana pasada en Baltimore en tremendo encontronazo divisional por la hegemonía entre protagonistas de la AFC. Ben Roethlisberger pasa por gran momento, presumiendo 15 pases para anotación con apenas cuatro intercepciones, regresando por sus fueros luego de ausentarse todo el 2019. Aparte de contar con una de las líneas ofensivas menos afectadas de la liga, tiene todo un establo de corredores liderados por el enigmático James Conner con sus cinco anotaciones, seguido del efectivo Benny Snell y hasta el novato Anthony McFarland. Con estas armas terrestres el ritmo de Tomlin seguro será uno sin prisa, moviendo las cadenas y buscando dominar el tiempo de posesión de manera de sofocar cualquier intento ofensivo vaquero con una defensiva descansada y lista para entrar al ruedo cuando le llegue su momento.
Clave 3 - De nuevo la defensiva bajo la lupa. Semana tras semana la defensiva de Mike Nolan ha sido sacudida al grado de ni pedir perdón ni permiso. Los números arrojados en cuanto a detener al rival rondan en lo ridículo, y si la semana pasada pudieron arrebatarle balones e interceptar a Carson Wentz, esta semana no habrá donde esconderse ante Big Ben. El regreso de Chidobe Awuzie pudiera servir de aliciente, pero a estas alturas y bajo las presentes circunstancias, es muy probable que la defensiva de nuevo se este persiguiendo su propia cola. La esperanza sería que la combinación de Randy Gregory y Demarcus Lawrence puedan presionar y lograr que Roesthlisberger pierda la cordura, pero de nuevo, la realidad es poco probable que puedan entorpecer al todavía invicto de la NFL.
Clave 4 - El juego aéreo también cuenta.En cuanto a tirar el balón, pues la verdad es que no hay punto de comparación, tomando en cuenta quienes serán los encargados de tirar el balón. Si la falta de continuidad ofensiva para los Vaqueros de momento es una cruda realidad, los visitantes tendrán la pólvora seca cuando busquen zurcar los aires con una cuadrilla de receptores abiertos que incluyen a los inconfundibles JuJu Smith-Shuster y la sensación en la que se ha convertido el novato Chase Claypool. Agreguemos el nombre del ala cerrada Eric Ebron y de pronto estarán todos los ingredientes necesarios para un consomé de kriptonita para torturar a la nación vaquera. Para la ofensiva visitante pudiera convertirse esto en un ejercicio parecido a enfrentar a un equipo en plena pretemporada, cuando se buscan las respuestas de preguntas que para estas alturas ya deberían de haber sido contestadas.
Clave 5 - De nuevo a buscar sacar el pecho. En los últimos tiempos, el ser de lo peor de la liga significa una oportunidad cuando llegue la primavera del 2021 con la llegada de otro tiangüis de cuerpos y la selección de jugadores colegiales. Habrá aquellos que pidan que estos Vaqueros se dediquen a tirar la toalla, y que amenacen a los Jets de Nueva York, los Texans de Houston o inclusive los pobres Jaguares de Jacksonville, que seguro terminarán en el sótano de la liga para tal oportunidad. El orgullo de esta edición de Cowboys será puesta en escena, tomando en cuenta el verdadero reto al cual se enfrentan ante un equipo visitante que parece contar con todas las de ganar. Es cierto que a todos, tanto propios y extraños, se les paga por ganar semana tras semana en busca de llegar a la gran fiesta, y para estos Acereros su marca de 7-0 es muestra fiel que se están ganando el sueldo a pulso. Del otro lado, será en realidad que tanta resistencia podrán presentar ante su rival que lejos de buscar humillarlos, con el respeto que merece la familia Rooney, buscarán aprovechar el sinnúmero de huecos que presenta su anfitrión.