Desde que abrió los ojos el jueves por la mañana, fue un día especial para Isaac Alarcón.
Sabía que había grandes posibilidades de que entraría por vez primera a un campo de juego de la NFL con los Dallas Cowboys; el equipo que idolatró desde su infancia y con el que ha trabajado desde la primavera del 2020.
Y así fue, el liniero ofensivo mexicano de los Cowboys se estrenó en el segundo cuarto del partido que perdieron 16-3 ante los Pittsburgh Steelers.
"Desde que desperté, mi corazón estaba latiendo al 100 por ciento y mientras se acercaba más la hora y mientras me equipaba y veía mi jersey y luego salí al estadio a calentar, como que el corazón se me aceleraba aún más", comentó Alarcón al final del partido. "Gracias a Dios me que pude concentrar".
"Siento que tuve un buen primer partido", agregó. "Siempre hay cosas que mejorar. Pero gracias a Dios siento que vamos por buen camino".
Alarcón dijo que todos sus sentimientos fueron parte de una gran emoción desde temprano, pero que jamás nerviosismo.
"Sé lo que tengo que hacer", aseguró. "Tampoco es ansiedad. Pero sí es una emoción que pocas veces he sentido. Hace mucho que no me sentía así. Ni lo puedo comparar, la verdad, con ningún juego que haya jugado en México. Todo fue diferente. Una nueva experiencia".
Alarcón reconoció que sufrió un golpe en la pierna, que obligó que saliera un rato el campo en el tercer cuarto, antes de regresar en el último periodo.
"De la nada, la tackleada pasó atrás de mi, el corredor rodó en mi pierna. No la pude sacar y fue como entre la espinilla y el tobillo", explicó. "Gracias a Dios fue nada más el puro golpe".
"A pesar de que me dolía un poco, ni iba a permitir que me quitara la oportunidad de volver al campo", añadió. "Esa oportunidad era mía y la quería disfrutar. El coach me dio la oportunidad de volver a entrar y siento que pude terminar bien".
Alarcón agradeció que mientras era atendido por los médicos, el resto de sus compañeros estuvieron en apoyo para que pudiera regresar al juego.
