Duelo divisional con tintes tétricos.
El torbellino ha aterrizado sobre The Star en Frisco y la búsqueda desenfrenada es el evitar caer dentro del vortex de la inconsecuencia. La posibilidad de caer víctima de los actuales Gigantes de Nueva York es algo que retumba los verdaderos cimientos de la organización cuyo valor es la envidia mundial del deporte organizado.
Con una división que, de nuevo, se ha convertido en el cementerio de la mediocridad, los pupilos de Mike McCarthy busca un semblante de respectabilidad. El velo de la duda en todos los departamentos vaqueros se ha tornado en una preocupación, que si en realidad se cuenta con el personal necesario para convertirse en un protagonista a la postemporada.
El timonel vaquero declaró que su equipo si muestra falta de confianza en momentos, evidente por los titubeos a la defensiva. De pronto bajo la lupa está el coordinador defensivo Mike Nolan, que si se descifran lo números brutos en sus últimas asignaciones antes de los Cowboys, sus escuadras han dejaron mucho que desear.
Si estas primeras semanas son semblante alguno de lo que se espera del equipo de Jerry Jones edición 2020, es claro que hay la entera posibilidad de ser testigos de un equipo que simple y sencillamente no tiene el nivel para competir. Y ganar. Como para pegarle al drama, de pronto este equipo esta parado en el acantilado sin manera de predecir en realidad el bote del balón.
Para el domingo les tengo estas cinco claves del juego.
Clave 1 - Cuidar el ovoide. Una de la reglas del rudo deporte de las tacleadas es la de mantener control sobre el balón de juego. Los balones sueltos que han sufrido los Cowboys en este principio de temporada han sido demoledores, desinflantes y ahora presentan un verdadero desafío ante cualquier defensiva que sabe que hay sangre en el agua. El crear balones sueltos es una de las metas primordiales de cualquier defensiva en todos los niveles, pero por lo mismo, el enfrentar a una ofensiva que ha sido victimado una tras otra ves le da una oportunidad en este caso a una defensiva que busca alimentarse de este hecho. Los Cowboys están obligados a contrarrestar cualquier estrategia neoyorquina de causar estos errores, de manera hermética y final.
Clave 2 - Ser causa del error contrario.El -7 en intercambios por parte de los Cowboys es risible. No solo se han soltado balones, pero simplemente el causar estos errores ajenos es algo que no se ha dado por parte de los Cowboys, al son de solo sumar una intercepción hasta el momento. Esto no es aceptable. Se ha convertido en un verdadero misterio el hecho que este rubro ha desaparecido del lexicon defensivo de Nolan, porque si ellos pueden causar balones sueltos que desequilibran la causa, cual es la razón de no poder hacer lo mismo. Todo comienza con la presencia en las trincheras, el poder crear una tensión que se sienta por parte del mariscal de campo contrario y su establo de corredores. En el caso de los Cowboys, la secundaria debe ser el agraciado de posibles intercepciones mientras que los apoyadores también pueden alimentarse de adrenalina con ejecuciones buscando sacar el balón. No hay duda que es tiempo de dejar de hablar de ello y lograrlo.
Clave 3 - Detener el acarreo. La ofensiva de los Gigantes es una broma de mal gusto. Su mariscal de campo es el líder en yardas por acarreo, y esta falta de habilidad por tierra es algo que la defensiva vaquera esta obligada a recordarle al universo de la NFL. Las más de 300 yardas por acarreo de los Cafes de Cleveland, con sus reservas cargando la losa, no es un buen augurio, pero para que estos Vaqueros puedan de perdido sentirse con un hilo de orgullo está la consigna de mantener a Freeman y Gallman en jaque. El sistema ofensivo de Jason Garrett se ha caracterizado por siempre intentar crear la amenaza del juego terrestre, aun cuando este ha desaparecido luego de la lesión de Saquon Barkley. El crear una valla de manera de frustrar el intento de control de las cadenas sera la oportunidad para obligar a Daniel Jones a surcar los aires permitiendo la oportunidad de enderezar ese -7 en su contra con alguna intercepción.
Clave 4 - Ahora es cuando. Hubo un momento en la era Jones que los Vaqueros eran la crema y nata de correr el balón detrás de una línea ofensiva que revirtiera el lema que las defensivas son las que ganan los campeonatos. El saber que con cada jugada el obtener cinco yardas en primera oportunidad es razón suficiente para dedicarse a eso – no prestar el balón y dominar las trincheras – había sido la carta de presentación de los equipos contemporáneos del equipo de la estrella solitaria. De momento la era vaquera no presume ninguna continuidad en la actual línea ofensiva, y el muy posible hecho de la ausencia de Tyron Smith es causa de sonar alarmas, pero ha llegado el momento de levantar la losa y cargarla con lo que se tiene. La defensiva de los Gigantes no es ningún pato muerto, a diferencia de su inofensiva ofensiva, pero para que los Cowboys tengan cualquier esperanza de ganar esta contienda divisional, tienen que correr el balón de manera efectiva con Ezekiel Elliott.
Clave 5 - No hay de otra.Para el dueño de los Dallas Cowboys uno de sus personajes favoritos siempre ha sido el desaparecido Al Davis. Su dedicación a la excelencia en todas las facetas de sus equipos de los 70's se convirtió en un mantra para los equipos de los 90's vestidos de azul y plata. El lema de, "Just Win Baby", es algo propiamente adjudicado solamente a Davis al momento de exhortar a los equipos de John Madden de dejarlo todo en el campo de juego. Pues, para los Dallas Cowboys ha llegado el momento de, "Just Win Baby". Punto. No errores. Terminar con más puntos que el contrario, más sencillo no pudiera estar.