Se vuelven a prenden las luminarias del AT&T Stadium cuando ante el universo de la NFL los Vaqueros reciben a los Jefes de Kansas City, que aun con sus detalles a la defensiva, siguen como verdaderos protagonistas en la Conferencia Americana.
Todo parece indicar que el juego ofensivo del Coordinador Ofensivo Scott Linehan tendrá que ajustar sus líneas en cuanto a su juego terrestre, pero durante la semana de preparación el mismo Jason Garrett se mostró confiado en los tres considerados segundón y volantazo.
No hay duda que para los de casa es tiempo de regresar a casa y demostrar que pueden con el paquete, luego de un encuentro ante los Pieles Rojas que tuvo un poco de todo. Como para ponerle crema al taco, el equipo de la estrella solitaria sigue viviendo toda una novela con el caso de su corredor estrella, que fue un caballito de batalla con 33 acarreos para 150 yardas y dos anotaciones la semana pasada.
Dentro de todo esto, vuelve un tal Andy Reid, con todo y sus años a cuestas como el mandamás de las Águilas de Philadelphia antes de tomar las riendas de estos Jefes con su marca de 5-2 y de pronto dando mucho de que hablar.
Clave 1 –Hay que aprovechar. La defensiva de los Jefes es la número 30 de la liga, y la secundaria ha tenido un gran cambio de semana a semana. Han permitido todo tipo de libertades y considerando que su líder defensivo Tamba Hill pudiera reaparecer por primera ocasión en esta novena jornada, parecen un equipo que depende mas que nada de su ofensiva para mantenerlos en cualquier compromiso. Dak Prescott, con o sin su corredor estelar, tiene las armas para dominar y ponerle puntos a la pizarra. Lo importante es mezclar el uso de su gente para de tal manera distribuir el balón. A diferencia del 2016, Cole Beasley no ha sido un verdadero factor, y entrando al protocolo de conmociones cerebrales lo tiene en veremos, pero como dice Garrett, esto es porque se tiene gente en la banca, y pudiera ser el momento de Ryan Switzer, luego de verse un tanto tentativo en sus regresos de patadas de despeje. Aquí es la suma de las partes.
Clave 2 – A seguir carburando. La defensiva de Rod Marinelli ha venido de menos a más desde aquel juego en la bahía, y buscarán seguir incrementando la presión y el causar los intercambios de posesión. Se habla de un DeMarcus Lawrence un tanto tocado, pero a estas alturas el que no tenga algo que le aqueje de un lado del balón o del otro es porque simple y sencillamente no ha figurado en el campo de juego. La presión será integral para poder atribuirle la primera intercepción de la temporada al mariscal de campo visitante Alex Smith, que sin entregas se combina para 16 anotaciones, cuatro para su estrella ala cerrada Travis Kelce, y un juego terrestre dominante con el estelar novato corredor Kareem Hunt, que seguro tendrá sus momentos en particular al inicio del juego. Aquí los protagonistas defensivos son el profundo Byron Jones, en asignación sobre Kelce, y el apoyador Sean Lee, que tendrá que lidiar con la marea de bloqueadores en el convoy de Hunt que tendrá que resolver para llegarle al novato corredor.
Clave 3 –Duelo de cerebros. En el terreno de juego, son las líneas ofensivas, defensivas y todo aquello que compete a un juego de la NFL que se lidian semana tras semana en el emparrillado. Pero entre semana son los entrenadores en jefe los que administran el estira y afloja de como prepararse para el juego a venir. Los Jefes cuentan con un tal Andy Reid que luego de manejar los intereses de los pajarracos de la ciudad de la hermandad, sabe precisamente lo que es enfrentar a los Vaqueros de Dallas, ya sea en su espectacular hogar o el vetusto Texas Stadium del antaño. Para Jason Garrett el reto es mantenerse un paso arriba de Reid en el juego de ajedrez, donde no sería ninguna sorpresa ver algunas jugadas exóticas que pongan de pie al respetable.
Clave 4 – Especialistas bajo la lupa. Los equipos de Rick Bisaccia han demostrado su importancia con un golpeo frenético causando intercambios de posesión y hasta un regreso de 86 yardas luego del bloqueo de un intento de gol de campo. Mike Nugent demostró que puede en un ambiente hostil como lo fue el FedEx Field bajo una constante lluvia, y el llegar ahora a casa con las puertas cerradas será un aliciente en un juego que pudiera decidirse con un intento de tres puntos. Por su lado Harrison Butker es un novato que ha podido controlar los nervios en momentos clave hasta el este momento. En cuanto a las patadas de despeje, la guerra de posición de campo dependerá de dos de los mejores, teniendo de un lado al millonario Chris Jones por los Vaqueros, y los Jefes presumen al mejor pagado en la posición de pateador de despeje en Dustin Collquit. Este tiene todos los tintes de un juego de altos puntos y las coberturas en patadas de salida, cuando se de un regreso en este rubro, serán de particular interés.
Clave 5 – El ojo del huracán. En juego del domingo en horario estelar viene en un momento crucial para ambas escuadras. Los Vaqueros buscan que su gente se den cita para presumirle a los Jefes que ellos también tiene apoyo cuando juegan en casa. Como ha sido en las últimas semanas, la afición azul y plata estará obligada a ser partícipes de los sucesos en el campo de juego, presionando en particular cuando la ofensiva contraria esté buscando convertir en tercera y largo. Una victoria pone al equipo de Jerry Jones a tiro de piedra de las Águilas de Philadelphia con su marca de 7-1, que enfrentan a unos desdibujados Broncos de Denver, cuyo desmantelamiento de los Vaqueros en aquella segunda jornada parece que fue hace mucho tiempo.