La dolorosa derrota a domicilio a manos de unos inspirados Colts de Indianápolis fue señal fiel que el equipo de Jason Garrett no ha llegado aun. El equipo del joven dúo maravilla Prescott-Elliott no tiene la habilidad de entrar a las diagonales, castigos los manda atrás en jugadas clave e inclusive hay momentos de duda en plena jugada ofensiva.
Con la división tan al alcance del equipo edición 2018, es frustrante ver como estos Cowboys enfrentan a un reducido plantel de Dick Koetter con la incógnita de que equipo se aparecerá. Pudiera ser aquel equipo del final del juego ante Philadelphia, corriendo con suerte si, pero aprovechando que la suerte también es parte del deporte y recompensa al equipo agresivo y lleno de confianza. Ese equipo ya se hubiera coronado campeón divisional al no dejar que los Potros les dieran tal pisoteada, al grado de la blanqueada.
Como cualquier equipo con prospectos a la postemporada, se requiere de un balance entre los puntos que se anotan a la ofensiva y como le hacen la vida de cuadritos al similar. Hubo un momento, al ganarle a los Santos 13-10, que pareciera que la defensiva de Rod Marinelli sacaría a este burro del barranco al grado de poder sobrevivir esta última tanda de juegos con una ofensiva que no sabe entrar a la zona roja de manera de remontar el marcador.
Una simple victoria esta semana ante los Bucaneros y los Cowboys son campeones divisionales. Una derrota ante un desdibujado equipo floridiano significa que tendrían que esperar una semana más para saber su destino con la última aduana siendo los peligrosos pantanos de nueva jersey y los Gigantes de Nueva York. La amenaza es donde de pronto los capitalinos los alcancen en la cima y que los desempates son los que deciden a ver quien llega con más correas para pasar a la gran fiesta como representante de la floja División Este de la NFC.
En esta NFC no hay nada decidido, luego de ver como han batallado los líderes Saints y Rams, que de pronto tiene sus propios detalles a la ofensiva. Los actuales campeones Eagles no son lo que fueron al final de la temporada anterior, y equipos como los Osos de Chicago comienzan a demostrar que no es como empiezas la temporada pero como la terminas, rindiendo importancia a jugar en la postemporada en casa, de ser posible.
Para las cinco claves del juego les tengo estas observaciones.
Clave 1 – Dak pone un hasta aquí. La frustración de Dak Prescott al final del juego en Indianápolis fue evidente, y aun cuando no todo fue su culpa, los resultados comienzan y terminan con el ahora líder incondicional del equipo. Ezekiel Elliott también fue tajante en su aseveración de que el equipo estaba avergonzado de tal actuación ante Indianápolis al grado de demostrar una verdadera frustración. Bueno, esta frustración sería resuelta de una buena ves si es que Prescott y compañía pueden de alguna manera comenzar a ser mas constantes en la zona roja. Así de fácil. Lo difícil es descifrar el porque de este problema y dentro de todas las teorías es que la línea ofensiva no es lo que era y ahora son necesarios ajustes al juego dentro de la zona roja para aprovechar no de tres en tres, pero de siete en siete. Ya es hora que se demuestre que si se puede llegar como marcan los cánones a las diagonales, considerando que se cuenta con gente que se supone debería saber como hacerlo y estos ya deberían estar hasta el copete de tal mediocridad.
Clave 2 – La defensiva es clave. Ahora más que nunca el equipo de la estrella solitaria se distingue por su juego defensivo, con presión al mariscal de campo contrario, resolviendo al corredor del oponente y dándole el balón a la ofensiva en buena posición de campo. Lo sucedido la semana pasada es en parte atribuible a la falta de urgencia del plantel, si se toma en cuenta que la racha de cinco juegos consecutivos fue con la espalda una tras otra ves contra la pared del olvido. Ya llegó el momento del no mañana para la defensiva vaquera, y ante unos ineptos bucaneros la presión sobre ya sea Jameis Winston o el propio Ryan Fitzpatrick debe ser muestra que están ahora si listos para lo que venga en la postemporada. Urgencia ahora la hay de sobra, es tiempo que la defensiva vaquera vuelva al nivel de hace escasas semanas cuando se lucían como lo mejor de la liga en cuanto a las defensivas mas cotizadas.
Clave 3 – Aprovechar un rival a modo. No hay duda que los Vaqueros deben solventar a los Bucaneros, eso lo dicen los números que están a favor de los anfitriones en todas las categorías. El saber que la victoria en casa los corona es justificación de por si que es tiempo de ganar como equipo favorito que son, saliendo con un juego balanceado, estableciendo el acarreo, buscando el pase de control cerca de la línea y de pronto soltando el brazo para el intento del pase largo. Ese es el juego idóneo de Jason Garrett, controlar el reloj y determinar como ir explotando la presión sobre la ofensiva contraria. Ante un desdibujado equipo visitante, que en realidad lo único que hacen de momento es tirar el balón, está la oportunidad de volver a lo mas básico que es precisamente la manera que los Cowboys deben sofocar a los Buccaneers y coronarse campeones de su división.
Clave 4 –Cuidado con la jugada grande. Es evidente que la meta no es hundir al rival sino simplemente mantenerlo a la distancia y ganar por la diferencia que sea. El proceso Garrett, repetir hasta dominar, buscar ser mejores que ayer se deriva de no importar que tan rápido se llega al destino sino que el resultado final sea estando en la cúspide con la victoria en la mano. Esta manera un tanto fría de negociar las victorias se debe en gran parte al plan maquiavélico de tener una liga repleta de paridades, pero también de la presión que ejerce a estas alturas el no rendir resultados con la postemporada a la vista. El juego ofensivo de los Vaqueros es una incógnita, y la realidad es que la defensiva debe de nuevo fajarse y esperar por lo menos 20 puntos de la ofensiva. Si este es el caso, Winston y Mike Evans son una verdadera amenaza que en un parpadeo de ojos pueden cambiar el curso del juego y eso de llegar sueltos y sin muchas preocupaciones también influye en estos juegos donde uno busca seguir mientras el otro busca simplemente cumplir.
Clave 5 – La afición dirá. Interesante será el respetable que llegue al AT&T Stadium para el juego con patada inicial a las doce el mediodía tiempo local de Arlington, Texas, a diferencia de otros horarios estelares de domingo en la noche, lunes y hasta jueves. El estar presente para ver asegurar el título divisional es razón para hacer acto de presencia, pero el descifrar al aficionado del equipo local es una tarea imposible. Imposible en el sentido de cómo afición en general, la mera verdad no son de lo mejor de la liga en cuanto al apoyo incondicional hasta que el reloj ya no marque mas. El tráfico dicta la salida, no necesariamente un final inesperado. La esperanza es que la gente llegue con ganas de celebrar, los Cowboys marcan la palomilla como se espera ante su rival Bucs, y se podrá ya planear un juego de postemporada en casa después de una paseada a la Gran Manzana para cerrar la temporada regular. Hasta cuando se quede el respetable es la gran incógnita.