Dicen que en las grandes rivalidades las marcas de ganados y perdidos se pueden tirar por la ventana.
En esta frustrante temporada vaquera resulta difícil pensar que de pronto existe la muy real posibilidad que esta versión de su acérrimo rival les vaya a dar una verdadera zarandeada. Tal parece que ahora que se ha aceptado el hecho de la falta de calibre en las filas, la preocupación esta en no hacer el ridículo ante el universo de la NFL.
Dentro del elenco en este episodio de la tragi-comedia azul plata esta al frente el ahora entrenador en jefe contrario Dan Quinn, que de pronto hereda un equipo que se alzara de las cenizas de la era Dan Snyder para de pronto tener el balance envidiado de los equipos con marcas perdedoras..
Estos Commanders cuentan con un mariscal de campo novato en Jayden Daniels cuyos números delatan a un jugador que se apoya en su propio armamento con un juego terrestre confiable donde Brian Robinson, Austin Ekeler y el propio Daniels se combinan para las más de 1,400 yardas con quince anotaciones por piernas.
Por aire no son tan explosivos, contando con Terry McLaurin, Noah Brown y el ala cerrada Zach Ertz, cuyos números también forman parte de una ofensiva eficiente y efectiva.
A la defensiva el líder en capturas es el viejo conocido, y pupilo de Dan Quinn, el apoyador Dante Fowler Jr. con sus 8.5 tackleos detrás de la línea. El viejo lobo de mar Bobby Wagner también mete su cuchara mientras que el profundo Jeremy Chinn de pronto tiene trece tackleos en sus últimos tres juegos de manera consecutiva.
Para los Cowboys el desaguisado continua con la bailada de los Houston Texans prueba viva que el no poder ganar en casa es ahora si muestra que la matemática que los proclama como equipo descalificado parece estar a la vuelta de la esquina. Lo cierto es que entre las lesiones, falta de ejecución y la falta de balance en todas las filas tiene a los verdaderos aficionados del equipo de la estrella solitaria pensando en el 2025.
Para esta jornada los Vaqueros tiene la ofensiva total número 20 de la liga, la 31 por acarreo y número siete con el pase. A la defensiva son la 27 total, 31 ante el acarreo y 19 ante el pase.
Por su parte estos capitalinos llegan con la ofensiva total número seis, sexta con el acarreo y la quince via aérea. A la defensiva son la 18 total, siendo la número 30 ante el acarreo y la número cinco ante el pase.
El diferencial en balones recuperados de nuevo es factor, donde los Cowboys arrastran un -11 entre recuperaciones y pérdidas, mientras que los anfitriones presumen un +5 en tal categoría.
Ahora para estas cinco "claves" en la edición 129 de dicha rivalidad, que incluye dos cotejos en postemporada.
Clave 1. Es lo que hay. La imagen en el espejo se ha esclarecido y de pronto la realidad de ser un equipo del montón parece un crudo despertar. Pero aun cuando nadie le daría mucha esperanza a un equipo vaquero con un +10.5 en los momios rumbo a su confrontación ante los Comandantes, podemos tener la certeza que la preparación de los Cowboys será a conciencia. No es tiempo de dejar de luchar, de no seguir con la noción que el trabajo arduo y consistente dará sus frutos en los momentos clave, pero también existe el momento donde las llantas hacen contacto con el pavimento, y en este caso, con la meta fija en regresarse con una victoria, hay que ajustar. Para empezar, hay la necesidad de no irse de paseo mental en el tercer cuarto, y tener un comienzo confiable y consistente. Con lo que se ha visto hasta ahora, entre el dicho y el hecho, pues que caray, hay mucho trecho.
Clave 2. Ajustar lo desajustado. La falta de balance ha sido notorio, comenzando con una ofensiva que no ha podido poner de su parte dejando a su propia defensiva a la deriva con marcadores abultados. Poco se puede cambiar a estas alturas y no es como que de pronto alguien entre los 53 va a poder inyectarle una dosis de adrenalina a un equipo que según los que mandan en The Star se ha declarado no apto para competir con lo mejor de la liga. Se cuenta con un mariscal de campo en Cooper Rush que es reserva por las razones que sean, y es necesario ajustar la ofensiva en cuanto a las habilidades con las que cuenta. Hay que ofrecerle mayor protección para usar su don de poder estirar el campo con pases largos, pero para eso hay que establecer el acarreo y el pase corto, algo que por lo pronto no se ha podido hacer. La muy posible noción de no contar con Jake Ferguson pone en relieve a los Schoonmaker, Spann-Ford y Fant como verdaderas válvulas de seguridad, y es tiempo de soltarles la correa y dejarlos libres.
Clave 3. Buscar el resquicio. El posible número a explotarse es la defensiva local ante el acarreo, donde son la número 30 de 32 equipos permitiendo 150.5 yardas por juego. Los Comandantes también se han de estar frotando las manos viendo que los Cowboys tiene un promedio de solo 81.7 yardas terrestres por juego mientras que su propia defensiva azul plata permite 151.0 yardas catalogándolos como la 31 total de la liga. Pues en el papel existe la posibilidad que por fin el juego por piernas de Dowdle-Elliott-Vaughn sea lo suficientemente efectivo para causar un ajuste para la defensiva capitalina dejando así la posibilidad de ver un juego aéreo que estire el terreno de juego. La noción de ver el porque se trajeron a Jonathan Mingo, que CeeDee Lamb se combine con Rush y el de pronto explosivo KaVontae Turpin pudiera darle la oportunidad de ponerle pimienta al caldo. De nuevo, en el papel siempre existe la posibilidad de poder ejecutar al un nivel aceptable y balanceado. Esperemos que así sea.
Clave 4. Llego el momento de deschongarse. La defensiva de Mike Zimmer no ha tenido ninguna oportunidad de respirar profundo tomando en cuenta que victorias ante Cleveland, Gigantes de Nueva York y Pittsburgh parecen memorias de otra vida. Mucho mas presentes están los puntos permitidos ante Leones, Águilas y Tejanos que fueron productos en gran parte de el mismo desbalance que ya hasta nos dan ganas de devolver tan trillado esta el tema. Pues ahora es tiempo que Micah Parsons sea el comandante de su propia rebelión a manos de Jayden Daniels y el tema es el agregarle a las 23 capturas y apenas tres intercepciones con las que llega a esta decimosegunda jornada. Gente como DeMarvion Overshown, Marist Liufau, el propio Mazi Smith, Eric Kendricks y los profundos Malik Hooker y Donovan Wilson tienen que salir como disparados de un cañon y la única manera de jugar es totalmente desenfrenados provocando caos que produzca intercambios de posesión y tener la esperanza que su ofensiva los aproveche.
Clave 5. El calendario sigue. La temporada continua para McCarthy y compañía y con su rival divisional en espera de recibirlos por enésima ocasión será de especial interés presenciar el contingente de vaqueros presentes en el ahora Northwest Stadium. Se ha hecho costumbre de ver una sobrada cantidad de vestidos azul plata en los juegos en la sombra del capitolio norteamericano, pero así como de pronto el color rojo invadió el AT&T Stadium ante los Texans, será que los usualmente fervientes aficionados del área de Virginia, Maryland y Washington, DC no hagan acto de presencia. Por lo mismo, esta y siempre estará el viejo adagio del rudo deporte de las tackleadas donde, "en cualquier domingo ….", pues en este caso sería más que bienvenido un bote benévolo del balón a favor de los Cowboys.