Interminable semana corta rumbo a Philadelphia a enfrentar de nuevo en tiempo estelar de domingo en la noche a los Eagles que reaparecen luego de su propio descanso obligados tomando en cuenta que andan en busca de sus propias respuestas.
Las ilusiones de agosto con las que soñaban estos Cowboys edición 2018 parecen haberse desvanecido. Como decía Bill Parcells, el tres ganados con cinco perdidos es señal fiel de un equipo que sigue sin encontrar su propia personalidad al grado de perder más de los que se ganan.
Sin complicaciones. Los pupilos de Doug Pederson andan en las mismas, con sus cuatros igualando su marca en cuatro por lado, con derrotas ante Bucs, Titans, Vikings y Panthers con la intempestiva realidad que como actuales campeones la corona pesa hasta en casa. Las victorias han sido ante Falcons, Colts, Giants y Jaguars.
Para Jason Garrett la cuesta hacia arriba es el convencer a propios y extraños que cuentan con un plan de juego confiable que los lleve a competir en diciembre. De pronto se vislumbra un noviembre con el peso de un candente calendario con visita a Atlanta y visitas de Washington y Nueva Orleans. No hay duda que de aquí al real todas las victorias cuentan como oxígeno puro mientras que cualquier descalabro hunde aun más cualquier esperanza.
La ofensiva de Dak Prescott de pronto se vuelve un laboratorio con la responsabilidad de tomar todas las piezas y de ahí salir a la grama del Lincoln Financial Field de la ciudad de la hermandad con la fórmula que les de el mejor plan posible. No necesariamente eso de establecer esto para luego hacer lo otro, mas bien tomar el balón, entrar a la zona roja y poner el balón en las diagonales. Ya en la siguiente posesión lo mismo con la esperanza de anotar mas de 20 puntos, por debajo de los 18.5 puntos que permite la defensiva por juego.
Los números delatan una defensiva verde de lo mejor ante el acarreo y de las del montón ante el pase, siendo este precisamente el reto al cual se enfrenta la ofensiva del coordinador Scott Linehan. La lesión de Connor Williams pone en relieve las opciones de Xavier Su'o-Filo y Adam Redman como linieros ofensivos y con el balance de ocho juegos de por medio la noción de contar con lo suficiente para dominar las trincheras quizá requiera de un verdadero ajuste.
Para las cinco claves del juego les tengo estas observaciones.
*Clave 1 – *El final de una era. Se llega a la décima jornada y el dilema está del lado ofensivo con una falta de consistencia y determinación cuando se deja dinero en la mesa luego de entrar a la zona roja y conformarse con un gol de campo. La imprecisión de Prescott no ha dejado de ser tema, la falta de un ala cerrada en apoyo al arribo de Amari Cooper, y ahora la balanza esta en el proceso de decisiones de la cúpula Garrett en cuanto al presente estado de su línea ofensiva. Sea quien sea el guardia derecho en lugar de Williams el hecho es que esta presente quinteta no va con la estrategia de dominar el tiempo de posesión. Esos días parecen haber quedado en el pasado y de ser así el ajuste requiere de mayor movilidad por parte de Prescott por diseño y no por buscar simplemente sobrevivir. El éxito requiere de que Prescott encuentre una zona de comodidad sabiendo que hay un límite de su presente valla de protección pero que el desplazarse fuera de la bolsa por diseño le de así el espacio para conectar por aire.
Clave 2 – La otra línea también ajusta. Hubo un momento donde la frontal de la defensiva vaquera presentaba un verdadero reto, pero las lesiones han hecho de este cántaro uno ya lleno de fisuras. La falta de Sean Lee parece digerida con Leighton Vander Esch mostrando buena dupla con Jaylon Smith, pero los Irving, Gregory y Charlton pesan en cuanto a la presión sobre Carson Wentz, luego de ver como Marcus Mariota pudo para 28 puntos. Ambas defensivas permiten menos de veinte puntos por juego y viendo las marcas de media tabla con las que se presentan estos rivales divisionales la inoperancia ofensiva pudiera obligar a la genialidad defensiva con balón suelto permitiendo un campo corto. La defensiva de Philadelphia con los linieros Brandon Graham y Fletcher Cox, junto con los apoyadores Jordan Hicks y Nigel Bradham tienen como responsabilidad uno el embotellar a Zeke Elliott haciendo que el éxito de los Cowboys caiga sobre los hombros de Prescott. Por su lado Demarcus Lawrence, Tyrone Crawford, Daniel Ross y Antwuan Woods podrán ejercer su propio dominio sobre una línea ofensiva de los anfitriones que también sufre de lesiones y cambios de personal.
Clave 3 – De comienzos a comienzos. Para fines prácticos y para juego de domingo en la noche, el duelo entre rivales de una de las divisiones señaladas como risibles, esta la división del este de la NFC, es una entre equipos del montón. Los Cowboys con la inconsistencia en todos los aspectos ofensivos y su presente marca, y los actuales campeones buscando también algún semblante de consistencia para figurar inclusive como candidato al título divisional viendo que Washington no es ninguna joya. Esta es la primera de dos para la presente temporada y los Cowboys saben que no hay mañana, tomando en cuenta la necesidad de sumar puntos y aprovechar que el rival es divisional para el ansiado posicionamiento hacia los juegos decembrinos. Como rival tal los visitantes están obligados a querer el balón de ganar el volado inicial y ponerse a trabajar de inmediato en busca de un juego vertical estableciendo movimiento de balón sin olvidar la amenaza de la escapada de Elliott, siendo este un ajuste – no necesariamente establecer el acarreo, pero establecer que el momento inmediato es el de anotar. Punto. Se cuentan con opciones a la ofensiva, es tiempo de usarlas de manera efectiva teniendo la esperanza que Prescott tenga mejor precisión.
Clave 4 – Nunca digas nunca. No se vislumbra un circo aéreo la noche del domingo, considerando que ambas escuadras batallan para lanzar el balón. Por un lado el alfil es el ala cerrada Zach Ertz, que junto con el novato Dallas Goedert representan un buen dúo en cuanto a pases de posesión ocupando el perímetro inmediato. La opción arma secreta en este juego parece ser la presencia del ala abierto Golden Tate, que luego de enfrentar a los Cowboys siendo Lion le dio un baile que buscará repetir desde su alineación en las ranuras. El misterio del caso Prescott pone en relieve la posibilidad de que de pronto, como por arte de magia, se le vuelva a presentar la vara en la mano y que esos pases instintivos a receptores en pleno galope vuelvan a ser la norma. Es posible, pero no necesariamente factible, y de ser así se requiere de sobrevivir y aprovechar cuyo guión normalmente culmina en un poco vistoso 13-9, o inclusive un 9-6. Como quien dice, una victoria, pues como venga.
Clave 5 – Seguirá la lupa puesta. La franquicia de los Cowboys pasa por un amargo momento, considerando todo el tiempo que se le ha invertido al presente esfuerzo por competir en la NFL. Semana tras semana, hora tras hora, dentro y fuera todo en busca de ser competitivos, de proveerle a la afición la esperanza de volver a figurar en enero. No fueron hace mucho aquellas tres temporadas de 5-11 y el arribo de Parcells para de alguna manera rescatar a una franquicia de Jerry Jones que se enredaba en el medio-tablismo. Las cosas han cambiado y de pronto tanto los espectadores como los verdaderos protagonistas están en espera de lo que viene, luego del resultado del juego todavía a lidiarse. La mesa esta servida para que el universo de la NFL se siente a ver el único juego a disputarse en ese preciso horario, dos acérrimos rivales divisionales con odio profundo, donde esta de por medio el futuro a mediano plazo de los Cowboys. De plano. La hegemonía de Garrett como director técnico, de Prescott como mariscal de campo y de la nación Cowboys como orgullosa de serlo va de por medio en esta iluminada plataforma en Philadelphia, y con la lupa bien puesta llegó el momento de definirse.