Para la afición azul-plata llega otra prueba de fuego en esta temporada edición 2023-24.
La inesperada derrota ante los Cardenales en el desierto fue un balde de agua fría para Mike McCarthy y compañía cuando parecieran rumbo a su primera verdadera prueba en San Francisco. En esa tercera semana Arizona representaba una cascarita rumbo a Santa Clara, pero el espectro de trece castigos para 107 yardas en contra fue parte del inesperado campanazo de aquella jornada.
Para cuando llegó la jornada cuatro ante Nueva Inglaterra de nuevo la montaña rusa se encontraba en la cima con una contundente victoria justo antes de la visita a Santa Clara a enfrentar a unos entonces incontenibles 49s de San Francisco. Estos Cowboys se regresaron con más preguntas que respuestas siendo maniatados 42-10 a manos de Brock Purdy y los gambusinos.
Ahora con victorias consecutivas ante los equipos angelinos y su descanso obligado de por medio, de nuevo los Cowboys están tocando la puerta a la relevancia entre la elite de la NFC ante unas Águilas con marca de 3-0 en su Lincoln Financial Field de la ciudad de la hermandad.
Estos Eagles de Nick Siriani tuvieron su propio Waterloo en la jornada seis cuando visitando los pantanos de East Rutherford, New Jersey fueron verdaderamente emboscados por unos deambulantes Jets de Nueva York con marcador de 20-14 en otro campanazo de la semana similar a lo ocurrido a los Vaqueros en el desierto.
Estos acérrimos rivales divisionales han tenido 124 ediciones en temporada regular desde el arribo de los Cowboys en 1960 y seguro el nido color verde estará repleto del odio apache que reaparece con la llegada de otro "Cowboys Week" en la histórica ciudad conocida como la primera capital de la Unión Americana.
Los Cowboys llegan como la ofensiva 15 en general, onceava en el acarreo y 16 en el pase. La defensiva azul-plata es la número tres de la liga, 18 ante el acarreo y cuatro ante el pase. Por su lado los pajarracos llegan con la ofensiva número tres total, siete con el acarreo y la siete al elevar el pase. Son la defensiva número siete de la liga, uno de 32 equipos ante el acarreo y la 26 ante el pase.
Haciendo a un lado las marcas por ambos equipos en la presente temporada, se pueden tirar todas estas recientes experiencias por la ventana a sabiendas que aquí se pueden olvidar todos los resultados amargos con una victoria ante el universo de la NFL.
Con el peso de la relevancia divisional de por medio, les paso mis cinco claves de otra edición más Cowboys-Eagles.
Clave 1. La disciplina cuenta. A través de los años uno de los detalles más visibles en derrotas de los Cowboys han sido la inesperada cantidad de castigos en contra. Movimientos ilegales a la ofensiva, alineándose en la zona neutra a la defensiva, conductas antideportivas y hasta doce hombres en el terreno de juego son castigos evitables para equipos que están carburando a conciencia con la cabeza en el juego. El perder yardas por no estar totalmente presente en el momento es el darse balazos en los pies y suelen venir en los momentos menos propicios con el juego en la balanza. Este deporte requiere de una fortaleza física sin rival y cuando se trata de la fortaleza mental, la preparación y el control son imprescindibles al momento de enfrentar al rival en el terreno de juego. En un juego de toma-y-daca como el que se espera el domingo los Cowboys estarán obligados a minimizar estos "lapsus-mentus" que solo sirven para aventajar al rival sin siquiera centrar el balón.
Clave 2. Juego de cuatro cuartos. La semana pasada el comienzo del juego fue algo que ni el propio Nostradamus hubiera predicho. Dos capturas de Dak Prescott en la primera serie y hasta una tercera que fue descartada por castigo defensivo de los Carneros de pronto ponía en tela de juicio la verdadera posibilidad de una catarsis ofensiva ante el lleno en el AT&T Stadium. Para fortuna del aficionado vaquero positivo y sin amargura, Prescott pudo rescatar esa primera serie ofensiva que culminó con tremendo dardo para Jake Ferguson en la diagonales para corregir lo que había comenzado de una manera tan negativa. De nuevo esta en tela de juicio esta ofensiva de la Costa Tejana, con el control de balón y la anticipación de poder controlar la línea de golpeo al grado de darle espacios al juego aéreo y terrestre entendiendo de antemano que es un camino cuesta arriba en cada semana y cada jugada cuenta, por ridícula que aparezca en su momento.
Clave 3. Deseo cumplido. Para Tony Pollard el haber estado en la sombra durante el comienzo de su carrera le dio la oportunidad de contribuir de manera relampagueante en el juego terrestre siendo un verdadero cambio de velocidad. Ahora como el corredor primario la responsabilidad de ir aflojando a la caja defensiva contraria se vuelve por demás tema visible ya que el poder mover el balón es parte esencial del presente plan de juego ofensivo azul-plata. La frontal de las Águilas comandado por Brandon Graham, Fletcher Cox, Josh Sweat junto con los apoyadores Nakobe Dean y Haason Reddick representan el reto que pondrá bajo las luminarias el progreso de Pollard, el propio Rico Dowdle y hasta Hunter Luepke, siendo esta la mejor defensiva de la liga ante el acarreo al permitir apenas 65.5 yardas por juego. La condición de la línea ofensiva siempre es tema con la posible ausencia de Tyron Smith y la condición de Chuma Edoga luego de salir por lesión del tobillo la semana pasada, pero para Pollard este reto ante los mejores es para lo que viven estos gladiadores.
Clave 4. Vamos al videotape. La semana pasada en la visita capitalina ante los Comandantes, un tocado Jalen Hurts tuvo que vestirse de héroe ante otro de sus rivales divisionales. Imagínese que en el último cuarto el marcador parcial fue de 21-14 a favor de los visitantes y esto tenía la virtual moneda en el aire donde al final fue un 38-31 con Hurts tirando cuatro pases de anotación. En este juego fueron dos con A.J. Brown, otro con DeVonta Smith y el otro en el único que conectó con el recién desempacado Julio Jones. De nuevo el juego terrestre fue sofocado, quizá no al grado de las apenas 18 yardas en 10 acarreos de D'Andre Swift ante los Jets de Nueva York obligando a Hurts a tirar 45 pases con tres de estos a los otros vestidos de verde en aquella derrota. La esperanza es que la defensiva de Dan Quinn pueda encontrar la manera de parar el juego de Swift, obligar a Hurts al aire y permitir que la secundaria de DeRon Bland, Stephon Gilmore y Jourdan Lewis haga lo suyo con algún intercambio de posesión. Si los Jets pudieron, quien quita que estos "Quinn Boys" no puedan hacer lo mismo.
Clave 5. ¡Que comience el carnaval! Esta rivalidad no solo es entre equipos, pero incluye las ciudades y las aficiones luego de 124 enfrentamientos y otras cuatro en postemporada. Durante la era del vetusto Veterans Stadium se vivía un ambiente über hostil cuando rondeaban en los pasillos gente como Landry, Vermeil, Jaworski, Staubach, Irvin y Carmichael, con cambios generacionales que ahora tiene como protagonistas a los Siriani, McCarthy, Prescott y Hurts. Lo que no cambia es el verdadero desprecio entre las franquicias y para el domingo será de nuevo el lidiar con el monstruo de 67,954 menos los valientes vestidos de azul-plata entre la marea color verde. De vital importancia será el sacar al respetable local del juego desde temprano, y para ello se requiere de un plan de juego determinante de ambos lados del balón. Para surtir efecto la ofensiva tiene que salir en su mejor momento, cuidando el balón y llegando con fe a las diagonales, en el estilo que sea, combinando un juego terrestre junto con la misma dinámica entre Prescott y CeeDee Lamb mostrada la semana pasada. A la defensiva, la manera de sentar a los loquitos locales es la de causar intercambios sabiendo que los errores se cobran caro en estos ásperos juegos divisionales entre acérrimos rivales.
