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5 Claves del Juego: Cowboys vs Falcons | Semana 9

DALvsATL

Difícil borrar las imágenes del tercer cuarto en Santa Clara.

Los Cowboys sufrieron un descalabro de los que duelen particularmente al momento de irse al descanso arriba 10-6 y como equipo del balompié que busca rescatar un punto tal parece que buscaron sobrevivir en lugar de proponer.

Fueron 21 puntos sin respuesta los que pusieron a la deriva la nave vaquera para el comienzo del último acto, y aun cuando el marcador final de 30-24 apunta a un juego cerrado con la moneda en el aire, la realidad es que la última serie ofensiva de Dak Prescott fue señal de que las cosas no andan bien en The Star en Frisco.

Gente como John Elway, Peyton Manning, Drew Brees, Tom Brady, Joe Montana, Roger Staubach y Ben Roethlisberger pedían a gritos una oportunidad de tener el balón en su propia yarda 30 con 3:00 restando en el reloj y abajo por seis puntos. Es la oportunidad que los prende.

Pero en el caso del equipo de Mike McCarthy fueron cuatro pases incompletos de manera consecutiva sin poder mover las cadenas los que a fin de cuentas le dieron a la fanaticada local la oportunidad de celebrar a costa de los vestidos de azul y plata.

Ahora es ir a Atlanta ante un equipo balanceado con un inspirado Kirk Cousins en los controles, que llegan luego de vencer a los Bucs en su propia guarida de Tampa en duelo de rivales divisionales por el primer lugar de la División Sur de la Conferencia Nacional (NFC).

Así como esta pintada la presente situación habrá la necesidad que alguien levante la mano, o algo medio insólito suceda para que estos Cowboys puedan dar cuenta de si mismos con una victoria.

Para esta novena jornada los Vaqueros tiene la ofensiva total número quince de la liga, la 32 por acarreo y número tres con el pase con un promedio de 256.0 yardas por juego. A la defensiva son la 26 total permitiendo un total de 372.6 yardas por juego, 31 ante el acarreo y 20 ante el pase.

Por su parte esta edición de estos halcones negros trae la ofensiva total número siete, número quince con el acarreo y la seis via aérea con un promedio de 250.6 yardas por cotejo. A la defensiva son la 19 total permitiendo 348.1 yardas promedio por encuentro, siendo la número 21 ante el acarreo y la número 18 ante el pase.

Llegando a este juego los pupilos del pimentoso coordinador defensivo Mike Zimmer arrastran un -8 en intercambios de posesión mientras que para las huestes del timonel de primero año Raheem Morris andan ni "foo ni fah" con un 0 en este rubro.

Con esto en mente vamos a las cinco claves del juego desde el escenario lujoso de la ciudad capital del estado del durazno.

Clave 1. En el balance se encuentra el oro. Los números ofensivos de Atlanta reflejan un equipo de media tabla, pero lejos del papel tiene un balance envidiable. Con un duo de corredores en Bijan Robinson y Tyler Allgeier el juego terrestre de Kirk Cousins le da una verdadera válvula de seguridad que tienen los equipos que están metidos entre los protagonistas rumbo a una posible corona divisional. Los números no mienten. Entre estos dos son 184 acarreos para 898 yardas y cinco anotaciones, y esto le ha permitido a Cousins cosechar 2,106 yardas con 14 anotaciones y siete intercepciones al momento de surcar los aires. Esto comparado a las 355 yardas obtenidas por el duo Dowdle/Elliott con dos anotaciones y la efectividad como ofensiva se ve bastante opacada al momento de saltar a la grama ante estos Halcones en la novena jornada. De especial interés será la decisión de si vuelve a alinear Dalvin Cook y como afecta esto al resto de la cuadrilla de corredores, considerando que la semana pasada Deuce Vaughn fue activado pero paso completamente desapercibido.

Clave 2. La confianza no es soberbia. Luego de la dolorosa derrota ante San Francisco la reacción de Trevon Diggs fue evidencia que hay lumbre de donde proviene el humo. El preparar un plan de juego a conciencia, llegar de visitante, ajustar al medio tiempo y salir con una victoria compete a tener la confianza que el personal con el que se cuenta pueda lidiar con el reto en puerta. Los actuales Cowboys no pueden presumir esta confianza. Comenzando con la línea ofensiva, el juego terrestre y la falta de continuidad ofensiva, las decisiones que de pronto se analizan a posteriori comienzan a juntarse como una tormenta que de pronto se convierte en huracán. Tal no es el caso para Atlanta, cuya línea ofensiva ha lidiando de manera efectiva evidenciado por su marca ganadora cargando con el mote de protagonista manteniendo un semblante positivo al momento de enfrentar a sus rivales. Para Kirk Cousins el contar con armas por tierra y receptores abiertos en Drake London y Darnell Mooney con sus 1,025 yardas combinadas para nueve anotaciones lo pone al volante con un vaso a punto de derramarse.

Clave 3. Se busca protagonista. La crítica que ha caído sobre Prescott y el esquema ofensivo es producto de los resultados. Con marca perdedora y una falta de continuidad evidenciado por la falta de juego terrestre, los Cowboys andan diambulando entre los equipos punteros y los equipos sin esperanza de pasar a la gran fiesta. Parte del problema es la falta de jugadores cuyas actuaciones los tiene entre los líderes en sus respectivas categorías, donde de pronto no hay ese líder que inspire a sus compañeros no solo con su actitud entre semana en los vestidores y el campo de práctica, pero al momento de saltar al terreno de juego donde la producción y efectividad es el lenguaje del momento. Para este juego alguien tiene que sobresalir y de pronto destacar no por su actitud o lo que se diga antes del juego, pero por los resultados que se reflejen en el terreno de juego. Tal pareciera que los números de CeeDee Lamb la semana pasada fuera razón de celebración, pero en el contexto de una amarga derrota, esos números suenan huecos como un cántaro sin agua. Por supuesto que las lesiones han afectado el lado defensivo del balón, pero la falta de verdadero protagonismo del lado ofensivo, donde se cuenta con los elementos primarios aparte de un Brandin Cooks, es cosa de rascarse la cabeza.

Clave 4. Duelo de alas cerradas de renombre. En una ofensiva operante alguien de la talla de Jake Ferguson estaría entre las mejores alas cerradas de la liga. Sus números lo reflejan, con 31 recepciones para 263 yardas sin visitas a las diagonales. Gran parte del detalle es el no poder establecer una ofensiva confiable al momento de usar esta posición como arma ofensiva en lugar de usarlo como elemento de protección al mariscal de campo teniendo que utilizarlo en auxilio de los tackles Terrence Steele y Tyler Guyton. Por su lado Kyle Pitts andaba en las mismas cosechando solo ocho recepciones en los primeros cuatro juegos, pero de pronto ha tenido el reflector encima con 21 recepciones en sus últimas cuatro salidas. Ante Tampa Bay la semana pasada tuvo dos anotaciones, la primera alineado en la ranura en actitud de ala abierta justo cuando su defensiva había recuperado un balón suelto en la primera ofensiva de Baker Mayfield y compañía. Pitts va a ser una verdadera amenaza considerando lo que George Kittle pudo establecer la semana pasada donde la defensiva de Mike Zimmer simplemente no tuvo quien lo neutralizara con sus seis recepciones para 128 yardas y una anotación. Seguro Raheem Morris se estará frotando las manos al momento de explotar el perímetro vaquero y el gran reto será quien entre los apoyadores y profundos pueda con el producto de los Lagartos de Florida.

Clave 5. De pronto se acaban los mañanas. Con marca de 3-4 los Cowboys están siguiendo a los Comandantes (6-2) y Águilas (5-2) en la carrera rumbo al banderín divisional. Los gránulos del reloj de arena comienzan a acabarse y el decir que le queda mucha cuerda a la temporada ya comienza a tomar un tono medio macabro. Con las diez fechas restantes es ahora o nos vemos en el 2025 para el equipo presente con el que se resolvió sería suficiente para enfrentar el carnet de juegos luego de coronarse ellos mismos cuando de pronto fueron los pupilos de Nick Siriani los que se desmoronaron al final de la temporada anterior. Viendo hacia el futuro próximo la cosa se le complica a Mike McCarthy con juegos ante Philadelphia y Houston en el AT&T Stadium, para luego ir de visita ante los inspirados Comandantes del viejo conocido Dan Quinn. De ahi son los Gigantes en el clásico Juego de Acción de Gracias y luego unos Bengalíes que siguen sin rugir, así como la visita ante las Panteras en Carolina que andan perdidos en el espacio con la familia Robinson. Comenzando con Atlanta, es ahora o no nos vemos en Oxnard.

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