De regreso a su propia guarida, estos Cowboys buscan respuestas.
Poco le duró el gusto a la nación azul y plata el haber vivido una semana llena de esperanza rumbo al compromiso en el gran noroeste. El resultado que se trajeron dejo mas preguntas que respuestas, en particular con ya saben quien.
Lo que nadie figuraba era que Pete Carroll se sacaría la chica de la chistera de manera de indiscutible campanazo de la semana, mandando a estos Cowboys a un momento de reflejo en cuanto a la dirección ofensiva de esta versión del equipo de la estrella solitaria.
Jornada número cuatro y de regreso a casa ante unos inspirados Lions que llegan por sus fueros luego de dominar de manera convincente a los Patriots de Belichick y Brady. Los pupilos de Matt Patricia presumen un saludable balance ofensivo junto con una defensiva que es la versión propia de la fábula del Dr. Jeckyll y el Sr. Hyde.
Las dudas se han acrecentado para Dak Prescott, que ahora tiene que lidiar con el hecho que ni un generoso juego terrestre como lo fue el de Ezekiel Elliott en Seattle es tónica segura de ser competitivos. Es de vital importancia el encontrar alguna personalidad ofensiva que resulte en el hecho de poder contar con el pase de media y larga distancia como parte del arsenal ofensivo.
*Clave 1 – *Se busca algún semblante de balance. De nuevo Prescott esta bajo la lupa, y el haber convencido ante los Giants parece ahora un grato recuerdo. No hay de otra para los Cowboys, y de nuevo es ahora o nunca para un mariscal de campo que sigue sin convencer precisamente por la falta de la precisión necesaria para mover las cadenas y entrar a las diagonales. Por el bien de Dak, Scott Linehan tiene que soltarse un poco la melena y de nuevo regresarle las piernas, algo que se vio ante Nueva York, pero volvió a desaparecer ante Seattle. No hay duda que su presencia física tiene que influir en este balance, tomando en cuenta la efectividad que ha mostrado en estos acarreos por diseño. Pero aquí es vital que Prescott encuentre el filo con el brazo al momento de bolsas móviles diseñadas precisamente por su movilidad donde una defensiva desparramada tal es víctima de aquel dardo artero. Ahora es cuando Prescott tiene que mostrar que cuenta con ese pase en su arsenal, con todo y que enfrenta a la defensiva número uno ante el pase de la liga, esta de los Leones.
Clave 2 – Los visitantes traen balance a la ofensiva. La victoria ante los Patriots fue una cátedra de football asociación ofensivo. Una combinación de LeGarrette Blount junto con el novato Kerryon Johnson en el acarreo, el ala cerrada Luke Willson y alas abiertas Golden Tate y Kenny Golladay fue la dosis para una emotiva victoria para el entrenador en jefe felino Matt Patricia. Este momento no se puede menospreciar por parte de Matthew Stafford porque de pronto se le alinean sus propios planetas. Hasta lo que va de la temporada los números de Stafford son muestra del porque de su estatus multi-millonario, pero para sus propios bonos este juego es de vital relevancia y buscará inspirarse a si mismo y a sus compañeros en busca de aprovechar sus armas ofensivas. No hay duda que este no es cualquier juego para el oriundo de Dallas, graduado de la Preparatoria Highland Park, y hay momentos donde esa inspiración anexa es partícipe del gran momento.
Clave 3 – Retos hay para todos. La camada de receptores abiertos vaqueros ya quieren su lugar en la mesa. Allen Hurns, Tavon Austin y Cole Beasley han mostrado destellos en momentos durante la joven temporada, pero para Terrence Williams, Brice Butler, Deonte Thompson y Michael Gallup sigue en veremos el momento del escenario en el ballet aéreo del rudo deporte de las tackleadas. Pero así como todo mundo se rasca la cabeza del porque de la inconsistencia ofensiva, los receptores abiertos están ahora si obligados a salir en auxilio de su mariscal de campo y hacer los ajustes necesarios para por fin ser la amenaza que cualquier ofensiva competitiva en liga usualmente presume. La defensiva ante el acarreo de los Leones es la número 32 de la liga, y el poder correr el balón al principio del juego debe hacer de la jugada del engaño una arma muy efectiva, pero primero lo primero. Hay que no tan solo tener quien lo tire, pero también contar con el que cierra la pinza con la atrapada.
Clave 4 –Sin su capitán defensivo. De nueva cuenta, el apoyador Sean Lee resulta marginado por lesión en la corva que le comenzó a molestar ante los Giants en la semana dos. Pues ahora le ha llegado el momento al joven Leighton Vander Esch de intentar llenar estos zapatos y junto con un mejorado Jaylon Smith buscarán neutralizar el perímetro inmediato de Stafford, cosa que se ve complicada con tantas armas de lo visitantes comenzando con Willson. Seguramente será Vander Esch el espía sobre Willson y esta será una faceta interesante del juego. Se verá al reserva Joe Thomas en asignaciones entre los apoyadores, cuya velocidad será parte del intento por detener el acarreo con Blount y Johnson. El centro del campo será terreno estratégico, donde los profundos Jeff Heath, Xavier Woods y Kavon Frazier tendrán su propio que hacer en los pases cortos a los corredores y el ala cerrada.
Clave 5 – Tanto va el cántaro al agua… Pues como es costumbre en juegos de vital importancia, como lo es este por variadas razones, el respetable que se de cita en el AT&T Stadium para la patada inicial al mediodía tendrá su papel que jugar. La esperanza seguro es que los de casa puedan determinar la estrategia ofensiva correcta de manera de aprovechar la atención del público presente partidario del equipo azul y plata. La presión sobre el rival siempre es clave, nomas pregúntenle al jugador 12 en Seattle. Pero cuidado donde la defensiva número uno ante el pase tenga razón para celebrar en patio ajeno, ahí es donde el gran coso se comienza a tambalear.
