"Estos Vaqueros andan en tela de juicio.
Lo que debería haber sido una gran celebración en Green Bay (4-7) de tan ansiado juego se redujo a estar más cerca del fondo de liga que de la cima, entrando así a la segunda vuelta de la temporada regular.
Los Vikingos (8-1) de Kevin O'Connell de momento están en esa cima, codeándose con las mismas Águilas de Philadelphia (8-1), mientras que los pupilos de Mike McCarthy andan flotando entre equipos buscando mantenerles el paso hacia la gran fiesta y los que de perdido desean continuar relevantes.
Equipos como Chicago (3-7), Nueva Orleans (3-7) y los Carneros (3-6) andan ahora en alerta roja viendo cómo los gránulos del reloj de arena comienzan a acabarse, y de momento en la NFC son los Gigantes (7-2) y Vaqueros (6-3) los únicos segundos lugares con marca ganadora.
Aun cuando el mismo McCarthy comentó que la derrota en el Lambeau Field arroja lecciones para mejorar, uno pensaría que a estas alturas de la temporada los castigos, errores mentales y hasta desidia en la estrategia a seguir serían cosa del pasado.
Uno pensaría. Pero la realidad de momento parece ser otra.
De momento los Vikingos son la ofensiva total número once de la liga, la 23 corriendo el balón y la número siete pasando. A la defensiva son la 29 total, 16 ante el acarreo y 29 ante el pase. Por su parte los Cowboys representan la ofensiva total número 20 de la liga, ocho con el acarreo y 26 con el pase, mientras que a la defensiva presumen la número doce, total, 29 ante el acarreo y cuatro ante el pase.
Aun con su marca de ganados y perdidos, los números no parecen favorecer a los Vikingos y hasta en los momios se ve al equipo tejano como favorito. Pero como decía el gran Bill Parcells, eres lo que tu marca dice que eres, y en este caso este equipo es uno que ha sabido ganar ocho juegos y todos de manera cerrada.
Si la semana pasada la declaración azul-plata era poder decir que arribaron al protagonismo pudiendo vencer a un equipo que arrastraba cinco derrotas consecutivas y que de hecho acaban de perder ante los Titanes en su histórico Lambeau Field en juego de jueves en la noche, esta semana es el demostrar que tienen el octanaje para seguir en la lucha.
Con un equipo de Jerry Jones buscando de nuevo convencer que están listos para su "close-up", les paso mis cinco claves de otro duelo entre Vikingos y Vaqueros.
Clave 1. Juego complementario. McCarthy suele hablar del juego complementario entre ofensiva, defensiva y los equipos especiales. También este rubro existe entre la ofensiva por aire y la terrestre, sabiendo que el balance es importante en este aspecto. En el caso de Kellen Moore, este balance es vital para darle a Dak Prescott la mejor oportunidad del éxito al momento de usar las armas que tiene a su alcance. Todo comienza y termina con el juego por piernas y el regreso de Zeke Elliott a la ecuación es por demás valedero a poder demostrar que se puede mover las cadenas, al principio del juego y cerrando el telón. Ahora, junto con Tony Pollard en juego de ajedrez, Moore esta obligado a que el complemento aéreo haga acto de presencia, porque de momento andan todavía en busca de dicho cuadrangular aéreo que haga valedero el continuo duelo en las trincheras estableciendo el acarreo.
Clave 2. Cuiden el perímetro. El regreso a Minnesota tiene que ser emotivo para Anthony Barr, que sigue en veremos para el domingo luego de ser limitado en las prácticas entre semana. Su regreso no pudiera urgir más, considerando la bailada que le dieron al pobre Leighton Vander Esch al momento de defender la carrera ante Aaron Jones y A.J. Dillon al son de más de 200 yardas. Pues ahora verán a un tal Dalvin Cook cuyos números ante los Bills no son del todo impresionantes considerando que fueron 14 acarreos para 119 yardas con una de 81 yardas. Pero en esa instancia no lo procuraron, prefiriendo sobrevivir con los 50 pases de Kirk Cousins como arma ofensiva. Ante la defensiva 29 en contra del acarreo de los Cowboys, Cook verá mucha actividad y el reto de Dan Quinn será que cara ponerle a la realidad momentánea de no tener el personal necesario para poder detener la carrera.
Clave 3. No hay prisa. Para que correr si se puede uno llegar caminando. Para Prescott y compañía la calma es presagio de regresarse con un buen resultado del recién inaugurado US Bank Stadium en Minneapolis. Es el tomar cada jugada por sí misma, establecer el hecho que pueden juntar jugadas positivas para poseer el balón, entrar a la zona roja y de perdido salir con un gol de campo. Mejor anotar, por supuesto, pero a estas alturas la importancia es el poder hacer las cosas básicas para ganar. A eso se ha reducido esto. Los Cowboys tienen que salir como un equipo veterano, ya curados de espantos y con la plena confianza que los errores mentales y los castigos e imponderables pueden dejar de ser lastre. Para ello hay que mantener el control, comenzando con el mariscal de campo al momento de dirigir a la ofensiva creando el ritmo hacia la victoria. No es necesario echarse el equipo a cuestas, es demostrar que puede aprovechar al máximo lo que tiene a su disposición.
Clave 4. El hombre del momento. De momento el nombre de Justin Jefferson está marcado como la amenaza mayor del arsenal ofensivo de Kirk Cousins. Sus 69 recepciones para ya las 1,060 yardas son para llamar la atención, y de momento gente como Adam Thielen, K.J. Osborn y T.J. Hockenson son el elenco que Jefferson aprovecha para luego encontrar el momento de otra jugada espectacular. Para Rogers bastaron un total de 20 pases, tres de anotación con el novel Christian Watson, y con la brújula en la mano el timonel nórdico Kevin O'Connell sabe que su sólido juego terrestre es la dosis perfecta para crear el ambiente propicio para planear el momento preciso para la conexión Cousins — Jefferson. La secundaria vaquera espera que pueda jugar Anthony Brown, luego de salir con conmoción ante Green Bay, pero tal parece que será el momento de ponerse la capa de héroe a Trevon Diggs ante tal asignación.
Clave 5. Cuidado con la vara mágica. La única derrota para Cousins y compañía fue en la segunda jornada 24-7 en Philadelphia, con las ocho victorias siendo por marcadores cerrados en la mayoría de las instancias. Ciertamente esta última en Orchard Park ante los Bills es parte del momento que por el que pasan estos Vikingos, con un mariscal de campo lo suficientemente solvente para conducir el autobús y una defensiva que en asociación le dan la oportunidad de ganar. Sin números dominantes están listados como verdaderos protagonistas, de pronto sabiendo cómo cerrar juego tras juego, y para Prescott y compañía el reto es el irrumpir sobre ese ritmo y de esta manera volver al verdadero protagonismo.