FRISCO, Texas - Son 122 ya en los libros, incluyendo dos en postemporada.
Todo un historial siendo el equipo capitalino uno de los pilares de la vieja NFL y para cuando se incorporaron los Cowboys a la liga en 1960, el estar siempre pegados en la misma división ha creado toda una enciclopedia de momentos.
Pues para esta versión se cuenta con el factor urgencia, porque mientras cada uno comenzó el mes con el pie derecho, el seguir cosechando resultados con cinco juegos restando es la diferencia entre llegar a la gran fiesta o el comenzar a planear los meses de asueto.
Para los Vaqueros es ciertamente un momento para tomar nota en esta temporada de sube-y-baja, ahora con el afán de crear la distancia en la división al tener la oportunidad de pegarle al rival más cercano. Del otro lado se tiene a un Ron Rivera inspirando a todo mundo y ahora es una marea de momentum con racha de cuatro ganados consecutivos que los tiene con la aspiración de ser un protagonista.
Vaya tempestad la que ha perdurado el equipo de Daniel Snyder. Luego de comenzar 2-2 perdieron cuatro al hilo para luego regresar de su descanso con sendas victorias ante Tampa Bay, Carolina, Seattle y Las Vegas, con cada juego teniendo la recién vara mágica de Taylor Heinicke como artífice de la estocada final.
Los Cowboys llegan todavía como la ofensiva total número uno de la liga, se ubican ahora como la sexta mejor acarreando y cuarta mejor zurcando los aires. A la defensiva son la 27 total, 14 ante el acarreo y la 28 ante el pase.
Por su lado los capitalinos llegan con la ofensiva total número 19 de la liga, novena por tierra y 20 por aire. Del otro lado del balón son la defensiva total número 18 de la liga, número tres ante el acarreo y 30 ante el pase.
Se espera una gran entrada al FedEx Field de Landover, Maryland considerando el buen momento por el que pasan los anfitriones. Por su parte los Vaqueros tendrán de regreso a su timonel Mike McCarthy pero de pronto se han presentado incógnitas de las cuales no hay respuestas inmediatas, en particular por el lado del juego terrestre.
El mes de noviembre no fue bueno para el equipo de la estrella solitaria, y el haber sobrevivido a unos Santos sin un verdadero mariscal de campo en Taysom Hill pone en duda la solvencia ofensiva de Dak Prescott y compañía ante su rival divisional que buscará a como de lugar salir con una victoria y acercarse a solo un juego en la tabla de posiciones.
Mucho que comentar en esta versión número 123 de tan resonante rivalidad y para ello, les paso mis cinco claves para este cotrejo.
Clave 1. Ajustes decembrinos. Es obvio que el juego terrestre azul-plata no es el mismo. Aun cuando Zeke Elliott insiste en que no trae nada y que está listo para saltar a a la grama, sus menos de 50 yardas en los últimos cinco juegos delatan que algo esta pasando. El saber si es el huevo o la gallina, en este caso, son los cambios en la línea ofensiva y su aparente baja de juego o es la propia baja de juego de Elliott parte del problema, es irelevante a estas alturas. Seguro Kellen Moore va a intentar establecer el juego terrestre para así implementar su plan de juego de controlar la línea de golpeo, pero el respiro de pausa será el momento de cambiar de curso y voltear a Prescott para mover las cadenas con un juego terrestre secundario. Para ponerle pimienta al caldo, Tony Pollard no ha practicado luego de un problema en el pie resultado de aquel acarreo de 58 yardas ante los Santos, y el nombre de Corey Clement de pronto salta al estrado por la posibilidad de verlo en el juego aparte de equipos especiales. Lo cierto es que que la confiabilidad del acarreo ante Washington esta en veremos y para McCarthy el momento de ajustar de un juego por tierra para sobrevivir con el pase marcará que las cosas verdaderamente han cambiado para esta ofensiva.
Clave 2. Ahora si, a ver si es cierto. Muchas incógnitas a la ofensiva, y el escuchar que de pronto saldrán con una rotación entre linieros ofensivos es solamente otra de las dudas rumbo a la décimo cuarta jornada. Si es cierto que los millones para Elliott venían con una fecha de caducidad, lo mismo no se puede decir de Prescott, que también es portador de contrato generacional. Hace dos meses se decía que Prescott merecía eso y más, considerando que en aquel entonces todo era "chiflar y cantar", pero de pronto la marea a cambiado y como timonel de esta nave no hay duda quien está en el centro del huracán. Sus dotes de liderazgo siguen siendo el sello de Prescott, no ha perdido ningún estilo aun cuando perdían tres de cuatro en un horrendo mes de noviembre, pero de pronto llega un momento existencial donde existe la verdadera posibilidad de enfrentarse al más peligroso de los rivales -- un equipo inspirado ante un público rabioso por pegarle al "Equipo de América" y así continuar su racha de juegos ganados y acercarse a su acérrimo rival divisional. Para Prescott, bajo estas circunstancias, ha llegado el momento de la verdad.
Clave 3. Defensiva renovada. El regreso de Demarcus Lawrence ante Nueva Orleans fue positivo, presionando a Hill en sus limitadas intervenciones y haciendo dupla con Micah Parsons, que se alineó por todos lados. La muy factible aparición de Randy Gregory hace de esta defensiva una de triple amenaza, considerando que Heinicke ha sido capturado en 24 ocasiones y de pronto están cuestionables su guardia derecho en Brandon Scherff y el centro titular de momento Tyler Larsen. Como el resto de la liga, Washington cuenta con bajas sensibles en cuanto al armamento a la ofensiva, y esto lo tiene que aprovechar Dan Quinn desde el silbatazo inicial. El juego complementario en las trincheras le abre la oportunidad a la secundaria vaquera de causar el mismo caos que se logró ante un disminuido Taysom Hill con aquellas cuatro intercepciones, siendo parte de la fórmula de ser de las peores defensivas ante el pase por yardas, pero por lo mismo ostentando un +7 en intercambios de posesión con 19 intercepciones y cuatro balones recuperados. El presionar a Heinicke de manera de causar el error será parte de sacarlo de quicio y por lo mismo de sacar al monstruo de 80,000 del juego.
Clave 4. Ajústese el cinturón de seguridad. El balance entre acarreos y pases es un verdadero misterio rumbo al compromiso en Washington. De pronto lo que era un valor agregado al control de la línea con el acarreo ahora es en realidad la manera más predecible de mover las cadenas, siendo esto el establo de receptores abiertos de los Cowboys. Cierto que Amari Cooper no estuvo del todo presente en Nueva Orleans y hay que recordar que se ausentó ante Kansas City y Las Vegas, y por lo mismo CeeDee Lamb sufrió las de Caín en Arrowhead Stadium y fue congelado ante los Raiders para reaparecer en buena forma ante los Santos, la condicionante ahora es que junto con Michael Gallup son la esperanza de salir con una victoria. Hubo un momento donde esta tripleta era la envidia de la liga, la ausencia de Gallup desde la primera semana puso eso en la alacena, pero ahora es cuando llega el momento para un verdadero circo aéreo entre los tres con Prescott en los controles.
Clave 5. Ambiente de fiesta. Desde aquellos días de visitas recíprocas en el viejo RFK Stadium allá y el vetusto Texas Stadium acá, cuando se habla de rivalidades de la NFL siempre habrá mención de aquellos equipos vaqueros contra indios de los 70's. Ahora con diferentes recintros sigue levantado la aspiración de ver algo muy especial al momento de presenciar una lucha sin cuartel, como suelen ser cada uno de estos juegos. Lo interesante es que las visitas de los Cowboys en los diferentes emparrillados capitalinos siempre contrae la presencia de un verdadero sinnúmero de casacas color azul-plata, y este atractivo es parte negociable del juego -- si los Vaqueros se ven abajo en el marcador desde temprano, el respetable pudiera volverse un problema en cuanto al volúmen y la presión en momentos clave. Pero por el otro lado, si estos Cowboys pueden armar un comienzo positivo, luego de juego tras juego con comienzos tibios, el sacar al público del juego es una realidad.