A esto se ha reducido la temporada.
Una victoria ante un diezmado equipo de Ron Rivera y los Cowboys se coronan por décimo cuarta ocasión como campeones de la División Este de la NFC, dejando así solo la duda de su sembrado en este nuevo formato de postemporada.
De hecho, con la victoria 20-17 de los Titanes sobre San Francisco en jueves en la noche estos Vaqueros ya poncharon tarjeta entre los siete representando la NFC.
Para este torneo solo el primer sembrado descansará por conferencia mientras que serán un total de siete los que pasen, con los sembrados dos al siete jugando en la casa de los primeros tres. De ahí el peor de estos mismos sembrados tendrá que lidiar con el descansado mientras que el resto de los sobrevivientes se sortearán de acuerdo a su lugar en la cosecha.
Para los Cowboys (10-4) el terminar como el número uno sigue en veremos, tomando en cuenta que equipos como Green Bay (11-3) en la Norte y los Bucaneros (10-4) en la Sur siguen en la mira, mientras que la División Oeste se ha tornado una carrera entre Arizona (10-4) y los Carneros de Los Ángeles (10-4).
Ahora, para ponerle pimienta al caldo, este juego programado desde el majestuoso AT&T Stadium de Arlington, Texas pudiera ser de mero trámite en cuanto a la corona ya que una improbable victoria de los Gigantes en Philadelphia también le daría la división antes de la patada inicial programada para las 7:20pm tiempo central.
Y esa es la consigna de la liga, el contar con un mínimo de juegos en diciembre que significan absolutamente nada para las aspiraciones de alguien simplemente con la inclusión de un equipo comodín más dentro de la mezcla para el esperado torneo.
Para esta jornada Mike McCarthy tiene a su equipo favorito por un escandaloso once puntos en los momios, y en casa en domingo en la noche estos Vaqueros están donde quieren estar.
En el ocaso de otro campeonato divisional, les paso mis cinco claves para este cotejo.
Clave 1. Coach Q al abordaje. La defensiva de Dan Quinn sigue dando de que hablar por el momento que están pasando luego de tres juegos consecutivos con cuatro intercambios de balón por encuentro. La verdad es poco probable que puedan seguir con esta racha de producción pero lo cierto es que de pronto la defensiva vaquera se ha convertido en el as en la manga del equipo azulplata. Dirigido por el mismo Micah Parson, esta manada de leones tiene el sartén por el mango y ante Washington debería continuar este dominio con presión sobre el mariscal de campo que mande Rivera al terreno de juego. El juego complementario es más que evidente con la presión de los Lawrence, Gregory, Gallimore ante la amenaza del esquinero Trevon Diggs y sus diez intercepciones mientras que Parsons sigue alineándose por todos lados causando caos jugada tras jugada.
Clave 2. Ofensiva en segundo plano. Tal parece que las dudas a la ofensiva han pasado a segundo término, y no porque se hayan descifrando estas encrucijadas pero porque se han apoyado en la defensiva durante el mes de diciembre. Ya el preguntarse el porque de la poca efectividad en la zona roja se ha reducido a simplemente anotar de perdido veinte puntos para poder ganar. Ahora, Dak Prescott y compañía pudieran explotar en cualquier momento y para Kellen Moore el poder hacerlo bajo las luminarias candentes del domingo en la noche sería la manera de asegurar su división bajo su propio mando con vistas a colocarse como el primer sembrado.
Clave 3. Orgullo personal. La sombra sobre la ofensiva debe molestar a Zeke Elliott al grado de ver que a sus 26 años de edad quizá su mejor producción a quedado en su pasado. El ser corredor en esta liga es el irse acabando desde el primer acarreo y para Elliott nadie le quita lo bailado pero lejos de estar pensando en su futuro a mediano plazo el producto de la Estatal de Ohio esta pensando en su valor presente. Elliott sigue sin cosechar el centenar de yardas en un juego desde la victoria el 10 de octubre ante los Gigantes y aun cuando es el segundo en yardas por acarreo de la liga, es tiempo de ver a este millonario generacional romper la primera y segunda línea de defensa para el deleite del respetable. Lo cierto es que Tony Pollard se ha convertido en más que un reserva y para Elliott es tiempo de hacer su parte volviendo a ser ese "extraterrestre" con la habilidad de tomar las riendas del juego ofensivo.
Clave 4. Guardaespaldas en rotación. La quinteta de mastodontes sigue en la mira y para esta décimo sexta jornada es tiempo de ayudar a la causa. Connor Williams ha regresado a la titularidad y ante los Gigantes pudo defender a Prescott sin cometer errores en base a castigos en su cuenta personal, mientras que Tyron Smith seguirá en la congeladora con la idea de darle la bienvenida rumbo a la gran fiesta. La inclusión de Connor McGovern como sexto liniero ofensivo o como corredor de poder ha pasado de novedad a activo fijo, hasta en momentos saliendo en movimiento bajo el mando de Moore en busca de volver a mover el balón con efectividad. Del lado izquierdo pudiera de nuevo ser una rotación entre Ty Nsekhe y Terrence Steele lo que supla a Smith, con el lado derecho siendo terreno para Zack Martin y La'el Collins.
Clave 5. Buscando celebrar en casa. Para esta recta final el comenzar en casa con la mano sobre su propia división ante su acérrimo rival Washington es cosa de celebrarse, con la idea que Philadelphia gane en casa ante los Gigantes obligando a los Cowboys a ganar para coronarse. Mas sueltos no pudieran estar, considerando que su pase al torneo ya esta asegurando aun como simple comodín, pero para McCarthy esto no debe bastar y el poder ser el primer sembrado con victoria este domingo, de vuelta en casa ante los Cardenales y cerrando en Philadelphia esperando un tropiezo de Green Bay ante los Cafés, Vikingos o Leones para aspirar a ese primer sembrado. Para el público presente el domingo, la razón de celebrar pudiera esfumarse inclusive antes de la patada inicial, pero para esta recta final el respetable debería enfocarse en apoyar a su equipo de aqui al real considerando que pase lo que pase su lugar entre los siente elegidos ya esta asegurado.