La tradición del Thanksgiving en la Unión Americana por siempre incluye el rudo deporte de la tackleadas.
Para los Cowboys es celebrar la ocasión número 54 de juegos en casa en este día de asueto, donde ostentan una marca de 31-21-1 ante sus variados rivales. Ante los Raiders han sido dos, saliendo victorioso el equipo anfitrión en ambas ocasiones.
Para esta versión del venerable juego llegan unos Vaqueros con la quijada hecha trizas. El primer frente ante Kansas City era la línea ofensiva con la consigna de proteger a Dak Prescott y abrirle huecos al dúo de Elliott y Pollard. La ausencia de Tyron Smith y la ineficacia general entre los guardaespaldas vaqueros fue por demás notoria resultando en una salida por demás decepcionante.
Amari Cooper brilló por su ausencia mientras que la inefectividad generalizada de la ofensiva incluyeron pases soltados, intercepciones, balones sueltos y los ahora bastante predecibles castigos del lado ofensivo del balón.
La defensiva de Dan Quinn pudo mantener en corto a Pat Mahomes y compañía, permitiendo solo 19 puntos, tres en toda la segunda mitad, pero estos fueron suficientes para los anfitriones con solo tres goles de campo de producción a la ofensiva vaquera.
Difícil entender como un equipo con la ofensiva total número uno de la liga, y número tres en promedio de puntos anotados con 29.3 por juego de pronto se pierda de manera tan misteriosa en la zona roja contraria.
Los Raiders de Rich Bisaccia andan de capa caída con marca de 5-5 y de pronto remando contra la corriente. Luego de un comienzo prometedor, el caso Gruden fue un balde de agua helada para una organización que sigue en busca de la consistencia.
La derrota en casa ante Cincinnati por marcador final de 32-13 fue la segunda consecutiva en Las Vegas luego de ser desaparecidos por los Jefes de Kansas City al son de 41-14 la semana anterior. Poco rescatable.
Con poco de que sentirse cómodos a la ofensiva azulplata, les paso mis cinco claves para este cotrejo.
Clave 1. Hoy sí, mañana quién sabe. Que altibajos, esta novela vaquera que de pronto se pone de lo más impredecible. Desde ver a Prescott salir al emparrillado con la frente en alto y ser verdaderamente productivo, a de pronto preguntarse, ¿a poco la ausencia de dos jugadores les afectó de tal manera? Esto del "next man up" es una variante fluida para los 32 equipos de la NFL, considerando que las lesiones y la de pronto baja de juego causa el movimiento de la banca. Las ausencias fueron claras y ante una inspirada defensiva de Andy Reid los logros que se celebraron ante Atlanta se convirtieron en un espejismo macabro. Para el presente compromiso está en la balanza la conmoción de CeeDee Lamb, la interrogante con Smith en la línea ofensiva y la repentina baja del juego terrestre con un tocado Zeke Elliott que de pronto tiene a unos Vaqueros dejando de tener aquel inconfundible brillo. Así es esta liga. Impredecible hasta el final.
Clave 2. Juego aéreo sin despegar. Todo parecía cantar y chilfar por parte de la mejor cuadrilla de receptores abiertos de la liga. Cooper, Lamb y la reaparición de Michael Gallup junto con la súbita presencia de Cedric Wilson los ponía en el aparador rumbo a la jornada once. De pronto la noticia del protocolo COVID con Cooper lo margina y ahora Lamb esta en la vitrina en un juego vital en Kansas City como el receptor número uno de la dinámica ofensiva de Kellen Moore. Podemos calificar la contribución de Lamb como nula, incluso saliendo con conmoción al término de la primera mitad. Asi de rápido es ahora Wilson el bueno y junto con Noah Brown, Malik Turner y un callado Dalton Schultz no solo soltaron pases pero fueron poca ayuda para el juego ofensivo. No hay duda que el explorar detenidamente el video de cada movimiento de esta cuadrilla de receptores abiertos y alas cerradas es vital rumbo al juego ante los Raiders porque de nuevo habrá que hechar mano de aquellos segundones y volantazos para salir adelante.
Clave 3. El desgaste es rutinario. Del otro lado del balón las presentes ausencias de Demarcus Lawrence, Randy Gregory y Neville Gallimore son de momento una promesa de poder reaparecer rumbo a la recta final hacia la posible postemporada. La reaparición de Dorance Armstrong ha sido buena, y el juego de Osa Odighizuwa, Carlos Watkins, Tarell Basham y Justin Hamilton ha sido aceptable sin ser demoledora. Ante Derek Carr la consigna para los Vaqueros es presionarlo considerando que el juego terrestre con Josh Jacobs y Kenyan Drake es liviano y el tirarle el balón al chaparrón Hunter Renfrow y el ala cerrada Darren Waller será al final del juego dentro de lo poco que pudiera lograr la ofensiva total número diez de la liga, número 28 en el acarreo y número tres vía aérea. De nuevo, en el papel todo debería caerle de perlas para el Coach Q ante un disminuido equipo del interino Bisaccia, lo único que quedará por verse será si el orgullo de gladiador de los históricamente agueridos Raiders se aparece para inspirar a un equipo que tal parece esta esperando la estocada final.
Clave 4. Octanaje en la defensiva negro y plata. De las 24 capturas de esta cuadrilla, todas menos cuatro han sido por los hombres en las trincheras frontales. Desde Yannick Ngakoue, pasando por Maxx Crosby, Solomon Thomas, Quinton Jefferson y Carl Nassib se alinean como frontales en esta 4-3 y saben como irrumpir en la línea de golpeo aun cuando el bengalíe Joe Mixon los hizo a un lado en la derrota la semana pasada. Esta defensiva es la número 15 total, 29 ante el acarreo y 10 ante el pase. Con la semana corta el reenfoque de la línea ofensiva será vital, y luego de inyectar a Connor McGovern a la quinteta titular, el resultado general dejó mucho que desear y seguro esta defensiva buscará operar dentro de una posible repetición de la inoperabilidad de los guardaespaldas vaqueros.
Clave 5. Otro día para dar gracias. Luego de ver la marea naranja de aficionados hace tres semanas, y la reaparición de la nación vaquera ante Atlanta, la pregunta será, ¿cuál de las aficiones se dará cita en el AT&T Stadium ante los legendarios Raiders de Las Vegas? Estas franquicias tienen marca de 6-6 en juegos de temporada regular entre sí, siendo la última ocasión en Arlington en otro Thanksgiving, edición 2017, cuando los Vaqueros salieron avantes 31-24. No hay duda que la afición del Arrowhead Stadium afectó la actuación de los visitantes en aquel 19-9 en su contra la semana pasada, y tomando en cuenta que el espectro de perder ante Las Vegas debe ser inaceptable, los hinchas deben estar listos para apoyar a sus Cowboys de manera de volver a ser un protagonista en su división así como en la conferencia.
