Vaya emboscada de los Jaguares en la selva de Jacksonville.
Ante el primer lleno en el TIAA Bank Field desde hace tiempo, el equipo de Doug Pederson le mostró a Mike McCarthy y compañía que su marca de 10-4 pudiera representar un verdadero espejismo al considerarse de pronto partícipe de la gran fiesta de enero.
De hecho, la victoria de los Gigantes (8-5-1) ante los Comandantes (7-6-1) fue lo que los puso en la postemporada, cuando era solamente cuestión de ganarle a los Jaguares (6-8) para entrar por la zaguán principal. De pronto el equipo de Jerry Jones se encuentra dentro de un velo de misterio, con verdaderas palizas recetadas a Indianapolis (4-9-1) y Minnesota (11-3) combinadas con actuaciones desdibujadas ante Green Bay (6-8), Houston (1-12-1) y ahora un realzado equipo de Jacksonville, que de pronto sueña con su propio banderín divisional.
La tragi-comedia griega llamada Dallas Cowboys continua.
Con Dak Prescott convertido en una verdadera piñata en la opinion de propios y extraños, una defensiva que no puede taparse el jab porque le siguen pegando en la zona hepática, un juego aéreo en momentos sin la contundencia necesaria, estos Cowboys pareciera van directo al matadero conocido como el "uno y fuera" en una postemporada ya asegurada.
Los "haters" se están dando vuelo. Y ahora con la visita de unas Águilas de Philadelphia (13-1) que llegan con la posibilidad de congelar a Jalen Hurts por la lesión en el hombro ante Chicago (3-11) en su victoria 25-20 en la ciudad de los vientos, el reencuentro de estos rivales que hace escasas semanas estaba pactado como de pesos completos, ahora ha perdido el lustre.
Las lesiones han hecho presa de la defensiva del Coach Q, que luego de haberse convertido en un verdadero trabuco fueron victimados y en serio por Trevor Lawrence, Travis Etienne, Evan Ingram y una tripleta aérea en Zay Jones, Marvin Jones Jr. y Christian Kirk que pudieron darle la vuelta a la tortilla luego de ir abajo por hasta 17 puntos.
Como dijo el mismo Prescott luego de la derrota, estos Cowboys están obligados a mejorar lo bueno y trabajar en lo malo. Lo bueno es un juego terrestre saludable, una línea ofensiva reforzada del lado derecho con la dupla de Tyron Smith y Jason Peters, un Tyler Smith que sigue dominado el lado izquierdo, otro Tazón de los Profesionales para Zack Martin y un vestidor vaquero que sigue hermético a la crítica que los rodea.
Lo malo es volver a permitir libertades en el perímetro ante el acarreo y el juego del pase corto, una secundaria donde de pronto están los Alexander, Mullen y Sheffield como posibles refuerzos luego de la catarsis propinada a Kelvin Joseph y el de nuevo ver que dos intercepciones fueron parte de la lápida que dejaron en aquel cementerio en el estado floridiano.
Con la esperanza de una celebración de Nochebuena en el AT&T Stadium para la edición 124 en temporada regular entre Águilas y Vaqueros, les paso mis cinco claves del juego.
Clave 1. No les piquen la cresta. El misterio alrededor de quién saldrá vestido de verde bajo centro parece ya haberse aclarado luego de escuchar que el veterano Gardner Minshew saldrá de titular. Al cuestionarle a McCarthy este hecho, él siguió diciendo que no hay nada seguro. Lo cierto es que la defensiva del coordinador Jonathan Gannon llega como la dos total de la liga, número 19 ante el acarreo y la número uno ante el pase, combinándose para 55 capturas, 15 intercepciones y un +12 en intercambios de posesión, de nuevo la número uno en la liga. Aqui la cuestión es el hecho de que si Jalen Hurts no alinea, y viendo que los momios están de momento a favor de los anfitriones por 5.5 puntos, esta defensiva diga a los cuatro vientos, aquí estamos y no nos vamos. O sea, con o sin nuestro líder incondicional vamos a ponerle una verdadero zarandeada a los Cowboys en su propia casa, y con gente como Haason Reddick, Fletcher Cox, Brandon Graham, Jason Hargrave y Josh Sweat atacando, los Cowboys deben saber que ellos podrán decirle a la ofensiva del coordinador Shane Steichen, ustedes pónganle 20 puntos a la pizarra y nosotros nos encargamos del resto.
Clave 2. Desfile de candidatos. Luego del remolino sobre Kelvin Joseph, quién iba a pensar que se extrañaría a Anthony Brown al grado de verse forzados a rescatar a jugadores libres como Mackensie Alexander, Kendall Sheffield, Trayvon Mullen que junto con Nashon Wright e Israel Mukuamu están en la mira para llenar el hueco opuesto a Trevon Diggs. Sheffield es otro refugiando de Dan Quinn de sus días en Atlanta cuya llegada fue en octubre a la escuadra de práctica y cuenta con 38 juegos en su carnet personal con 20 salidas de titular. Alexander cuenta con 84 juegos con 25 salidas en la alineación inicial y Mullen también es experimentado con 45 juegos con 31 de titular. Comparemos esto a las las siete titularidades entre Joseph, Mukuamu y Wright y podemos ponerle nombre al bebo en cuanto a la urgencia. No hay duda que el "next man up" en el caso de Joseph estará en la mira de A.J. Brown y Devonte Smith, que se combinan para las mas de 2,000 yardas y 15 anotaciones.
Clave 3. A seguir corriendo el balón. Uno de los focos positivos en la derrota ante Jacksonville fue el juego por piernas, con 35 acarreos para 135 yardas y aquel lance de Ezekiel Elliott de diez yardas para una anotación. Hasta el propio Prescott tuvo sus cinco intervenciones para 20 yardas, pero la gran pregunta fue el porque no se apoyaron en este rumbo al lanzar pase largo en tercera y largo cuando el de nuevo correr el balón y dejar que el reloj siguiera su marcha pareciera ser la opción. McCarthy dijo que buscaban la estocada final y que este tipo de decisiones solo se discuten cuando no te salen bien. Pues, fue discutido luego de esta dolorosa derrota. Si bien se pudo mover el balón con 10:03 restando con ofensiva de 13 jugadas, 75 yardas en 7:01 de tiempo corrido, con acarreos de Prescott, Pollard y el mismo Elliott para irse arriba 34-31, ¿porque la desidia? Este equipo esta armado para correr el balón en el afamado juego complementario. Zapatero a tus zapatos.
Clave 4. La presión en las trincheras. Luego de abanicar ante los Texans en cuanto a capturas sobre el monstruo de dos cabezas Mills/Driskell, la presión sobre Lawrence fue pan con lo mismo. Las lesiones de Johnathan Hankins, Leighton Vander Esch y el desgaste sobre Micah Parson, Demarcus Lawrence y Dorance Armstrong es muestra que tanto va el cántaro que se rompe, y los resultados son claros luego de ver que el juego complementario a la defensiva ha dejado de ser el ángel de la guarda. Con la posibilidad de no tener que entretener a Hurts bajo centro, estos vaqueros están obligados a perseguir y hostigar a Minshew hasta el cansancio, porque así como la defensiva verde quiere ser clave a su victoria número catorce de la temporada regular, los vestidos de azul-plata quieren por su lado obtener su tan ansiada victoria número once, tomar vuelo el sábado y pegarle a Tennessee en Nashville y llegar con toda la pulpa a la capital norteamericana para demostrar que están listos para lo que venga de gira como comodín, ya sea en Tampa, San Francisco o Minnesota y quitarse el mote de "one-and-done".
Clave 5. Ambiente de postemporada. A juzgar de los comentarios leídos en SomosCowboys.com, de nuevo la afición vaquera, y aquellos "pseudo" aficionados, andan en busca del verdugo. Qué Prescott no sirve para nada, las decisiones encontradas de Kellen Moore, la falta de explosividad aérea y la falta de contención en el perímetro son parte de la agenda general para los que ya doblaron las manos. Con un equipo con diez victorias y el pase a la postemporada en la mano, a los que se les ocurre opinar, pues es puro vitriolo. El mismo Jerry Jones quiere verle el lado amable a contar con jugadores que viven el momento al máximo, buscan redituar buenos resultados, quieren ser campeones …. pero entre todo esto los resultados son los que cuentan. La debacle en Green Bay, la amarga victoria ante Houston y esta última en pase semi-completo con Noah Brown son realidades de un deporte donde no hay más garantía mas que la de comenzar los juegos con una patada de salida. Seguro habrá lleno en Arlington, la afición comenzará con la frente en alto, pero hay un balance entre ser un protagonista y otro de sirvir de relleno al carnet de la postemporada. Aquí esta la oportunidad de ganarle a su acérrimo rival y demostrarse a sí mismos, digan lo que digan los que se bajaron del tren en la última parada, que se sigue buscando una cita en febrero en Glendale, Arizona.