Pulgadas por doquier.
Esa fue la aseveración generalizada entre Mike McCarthy y los protagonistas vaqueros luego de la derrota en Philadelphia 28-23 en duelo de la División Este de la Conferencia Nacional.
Ahora la visita de unos vaciados Gigantes (2-7) pudiera aparecer como un aliciente momentáneo en el calendario de temporada regular para los Vaqueros (5-3), considerando que para las siguientes semanas incluirá la visita a Carolina (1-8) luego de su derrota ante Chicago 16-13 en juego de Jueves en la Noche, seguido de juegos en casa ante Washington y Seattle.
Mientras el juego ante las Águilas (8-1) presentaba un verdadero reto durante la semana de preparación ante un mariscal de campo de la talla de un Jalen Hurts, esta semana la preparación es para un tal Tony DeVito que de pronto se convierte en el primer agente libre de salir bajo centro como titular de los Giants en su largo historial.
El viejo adagio de la NFL es que en cualquier domingo David se le puede aparecer al Goliat del momento, pero un escrutinio de la situación de los visitantes apunta claramente al porque sus anfitriones están puestos como favoritos por 17 puntos en aquello de los momios.
No es decir que la victoria azul-plata esta asegurada, considerando el adagio que en cualquier domingo, cualquier cosa pudiera suceder, pero en este caso tendría que suceder algo poco descriptible y verdaderamente inusual para que los pupilos de Brian Daboll lograran la chica, especialmente luego de la manera que los Cowboys se dieron al tu-por-tu ante el equipo con mejor marca en la liga.
Oportunidades las tuvieron y en creces, donde la cantidad de castigos y falta de concentración enrareció un juego que ya venía empaquetado como el cotejo de la semana entre acérrimos rivales divisionales.
Para empezar estos Cowboys de momento no son los mismos Cowboys que luego de dos verdaderas zarandeadas a los equipos neoyorquinos al son de 40-0 (Giants) y 30-10 (Jets) para empezar la temporada, fueron al desierto de Arizona (1-8) un tanto alzados a la defensiva solo para regresarse al Metroplex buscando entender el 28-16 que le propinaron los Cardenales.
Los Cowboys llegan como la ofensiva diez en general, quince en el acarreo y doce con el pase. La defensiva azul-plata es la número tres de la liga, quince ante el acarreo y seis ante el pase. Por su lado los neoyorquinos llegan con la ofensiva número 32 total, trece con el acarreo y la última de 32 equipos al elevar el pase. Son la defensiva número 21 de la liga, 25 ante el acarreo y la once ante el pase.
Con otro compromiso divisional de por medio, les paso mis cinco claves de otra edición más Giants-Cowboys.
Clave 1. Cuidado con la pañuelitis. Los castigos de nuevo hicieron presa de los Cowboys ante las Águilas con ambos equipos produciendo diez pañuelos por bando haciendo así más tensa esta versión de la rivalidad. Vaya usted a saber el porque estos über atletas que se la pasan en juntas, viendo video y saliendo a los campos de práctica para poner lo aprendido en relieve de pronto tienen esos momentos de soltura mental, como el caso de Tyler Smith en movimiento ilegal en la zona roja cuando parecían entrar a las diagonales en la serie ofensiva final. Ante los Gigantes esto no puede suceder, de hecho, los de casa deberían tener el sartén del mango de tal manera que ellos son los que van a aprovechar los errores de un equipo que en todas las líneas tiene deficiencias. Aquí se puede decir que este juego es para que los Vaqueros muestren ante un rival verdaderamente a modo que pueden manejar el resultado al grado de ver a Cooper Rush comandando la ofensiva en la pausa de los dos minutos al final del juego.
Clave 2. Guardaespaldas bajo la lupa. Vaya día largo para el más nuevo de los millonarios Terence Steele. Su juego fue catalogado por el mismo McCarthy como bajo sospecha mientras que del otro lado un Tyron Smith fue elogiado a los cuatro vientos por lo que el mismo entrenador en jefe proclamó haber visto el mejor juego de su larga carrera. Steele permitió dos de las cinco capturas sobre Dak Prescott y las ocho presiones también fueron señal fiel que el tackle derecho anda pasando por un momento de reflexión en esta semana de preparación. Ante los Gigantes esta línea de mastodontes tienen la oportunidad de salir a ganar sus confrontaciones en un ambiente casero y sin la presión de enfrentarse a un equipo cuyo pedigree lo tiene no solo en la cima de la NFC pero de toda la liga. Llega el momento propicio de tomar un respiro profundo y saber que con una ejecución loable ante un equipo que solo busca sobrevivir, lejos de competir, el volver a lo básico es la oportunidad de pasar desapercibidos porque cuando esta quinteta carbura su mención durante el juego se minimiza.
Clave 3. Que se abran las puertas. Las 474 yardas en 120 acarreos para dos anotaciones tiene a Tony Pollard muy detrás de un tal Christian McCaffrey con sus propias 652 yardas en 137 acarreo y nueve visitas a las diagonales comenzando la segunda vuelta de la temporada regular. Durante el receso de temporada los cambios en el juego terrestre se veían a la distancia y la consigna era que Pollard estaba a punto de contribuir no solo con su velocidad en opción de cambio de ritmo, pero de darle una nueva personalidad a la posición de corredor titular. Pues no se ha dado hasta el momento este deseo con el actual jugador franquicia, y la pregunta es: ¿es esto producto de la línea ofensiva o del corredor? No hay duda que si la línea estuviera pasando por mejor momento las oportunidades en las trincheras serían más amplias para el propio Pollard, su segundón Rico Dowdle y hasta el corredor de poder Hunter Luepke, pero para ser justos hay que ponderar si la carrocería del corredor titular es el idóneo para tal responsabilidad. Este juego en casa en lo que se espera sea un lleno escandaloso ante un rival divisional a modo es la oportunidad de que el propio Pollard tome confianza, sienta el ritmo de esta ofensiva de la Costa Tejana y que se destape con un juego con triple dígitos en yardas y un par de anotaciones.
Clave 4. Oportunidad para los Chicos Q. Durante cada una de las cinco victorias azul-plata edición 2023 los intercambios de posesión y anotaciones defensivas han sido parte del elixir de la victoria. Para los actuales Giants la mejor opción es usar a Saquon Barkley considerando que su mariscal de campo de momento tiene muy buena actitud pero sus horas de vuelo develan la posibilidad de un juego por demás tibio bajo las luminarias del AT&T Stadium. Dan Quinn lejos de estar frotándose las manos debería tener en mente que otra blanqueada es verdaderamente factible pero la verdad a estas alturas se conformarán con cargar la caja ante el acarreo y que cualquier intento de pase ante su secundaria sea una verdadera posibilidad de una un pase interceptado, mientras que los kamikazes de la línea irrumpen en momentos que DeVito se vea en la necesidad de tirar. Importante será el juego complementario donde la ofensiva ponga en juego su control en las trincheras, moviendo las cadenas y asegurando que los Micah Parsons, DeMarcus Lawrence y un tocado Osa Odighizuwa estén frescos para que tengan una tarde redonda ante una de las peores líneas ofensivas de la liga.
Clave 5. Lejos de convencer, ganar. Para Dak Prescott el portar el casco con la estrella solitaria ha sido toda una odisea para su carácter como persona. Semana tras semana el análisis del pseudo-vaquero lo tiene como la razón que este equipo simple y sencillamente no puede competir ante los equipos a los cuales hay que ganarles para estar en la cima. La derrota ante San Francisco fue gasolina para esa hoguera, pero para la afición que sabe que nadie es perfecto y que dentro del universo presente esto es "lo que hay", la derrota ante Philadelphia arrojó a un Prescott que poncho tarjeta de manera fiel. La posibilidad es que una ofensiva gigante no pueda establecerse y serán los pateadores Jamie Gillan y Randy Bullock, en el lugar del lesionado Graham Gano, los que estén robando cámara por necesidad. Esta es la oportunidad de ahora si poder ver la ofensiva de Mike McCarthy en su apogeo, entendiendo que el juego pensado y sin errores, con un Prescott ejecutando el sistema y aprovechando el arsenal de armas a su disposición, conlleve a una victoria para así seguir en la ecuación de estar en posición de volver a ver a los Eagles el 12 de diciembre en su propio patio en Arlington con victorias consecutivas y listos para el reto.