Amaneciendo en tercer lugar detrás de las Águilas y Gigantes llegan unos esperanzados Vaqueros a la sexta jornada ante unos cabizbajos Leones de Dan Campbell al AT&T Stadium.
Con marca de 1-4 y regresando de su descanso obligado, la blanqueada 29-0 ante los Patriotas en Foxboro de hace dos semanas fue una sorpresa para un equipo que venía promediando 35 puntos por juego luego de sus primeras cuatro jornadas.
Lo números delatan a un equipo falto de espina dorsal reflejando la ofensiva total número dos total, siendo la octava en el acarreo y séptima con el pase, mientras a la defensiva son la 32 total, la última ante el acarreo y 26 ante el pase.
Ante Bill Bellichick la ofensiva de Dan Campbell simplemente nunca pudo despertar con un Jared Goff puesto fuera de ritmo sin su bujía en el corredor D'Andre Swift, que junto con Jamaal Williams forman un buen duo cuando ambos entran dentro de los planes ofensivos de las fieras.
Justo en la semana número cinco estos mismos Leones habían caído en su propio Ford Field 48-45 en un festival ofensivo que viera a Goff tirar para 378 yardas en 26 completos de 39 intentos con cuatro pases a las diagonales. De nuevo sin Swift, el caballito de batalla fue Williams con 19 acarreos para 108 yardas y dos anotaciones mientras que el ala cerrada T.J. Hockenson y el abierto Josh Reynolds se combinaron para 15 recepciones para 260 yardas y otras tres anotaciones por aire.
El problema en ambas ocasiones fue una defensiva que no para a nadie.
Por su lado Mike McCarthy llega a su propia sexta jornada con la novedad que su mariscal de campo franquicia regresa luego de la lesión que lo marginara desde la misma primera jornada.
Para todo aquel convencido del valor de Dak Prescott como titular es ahora el momento de ponerle el mundo sobre los hombros, porque a los que se les paga de tal manera se les debe siempre exigir solamente lo mejor. No hay duda que hereda un equipo de Cooper Rush que aun con una primera mitad para el olvido en Philadelphia, ha demostrado el poder sobrevivir a base de una defensiva que complementa a una ofensiva del montón.
Prescott se monta sobre la ofensiva total número 27, siendo la 16 al correr el balón y la 27 al momento del pase. La defensiva es el carnet de presentación siendo la octava total, 19 ante el acarreo y la cuatro defendiendo los aires.
Ahora es cuando el nexus del destino se asoma sobre la nación azul-plata con todo el universo de la NFL como espectadores. Será que el elegido a llevar al equipo de Jerry Jones a tan anhelado sexto Trofeo Lombardi podrá responder a la presión desmedida que le exige él tomarle la riendas al equipo, esa es la pregunta.
Con la cercanía a tan esperado cotejo, les paso mis cinco claves del juego.
Clave 1. No hay que acelerar el ritmo. Cuando Prescott se lesionó la primera duda era si ponerlo en la lista de lesionados por las cuatro semanas o mantenerlo entre los 53 activos por el período que fuera su recuperación. El decidir lo anterior significó que podía estar dentro de la juntas y al margen de las prácticas, aparte de estar presente en la banca para cada juego. Este aparente beneficio tiene al jugador franquicia en plenitud mental, y ahora llega el momento de traducirlo al terreno de juego donde hasta el mismo Prescott tendrá que demostrar su verdadero valor. Así como traían a Cooper Rush con cierta cantidad de cuerda, McCarthy y Kellen Moore deben irle soltando dicha cuerda poco a poco para luego tener la confianza que los resultados sean la comprobación de que si en realidad se cuenta con un verdadero mariscal de campo franquicia al cual se le puede extender el carnet ofensivo.
Clave 2. Juego de corredores. Para el breve período de reajuste de la ofensiva vaquera nada como un juego terrestre constante y sonante, y nada como las casi 800 yardas totales de la combinación de Ezekiel Elliott y Tony Pollard. Esta dosis ha mantenido a flote la ofensiva total al grado de darle a Rush la oportunidad de aflojar en gran parte la presión de ganar los juegos arriesgando el balón. Para la cúpula vaquera el regreso de Prescott significa que ahora pueden volver a estirar el plan de juego con el verdadero elemento para cuál esta diseñada esta ofensiva. Aquí lo importante es seguir alimentando al establo de corredores recordando que este rubro es por lo mismo crítico en mantener el juego complementario con el lado defensivo del balón, porque si las Águilas pudieron seguir invictos luego de salir victoriosos ante los Cowboys es porque pudieron establecer series ofensivas largas y decisivas cuando más lo necesitaron.
Clave 3. Aguantar el agua. Para CeeDee Lamb, Michael Gallup y la esperanza que Dalton Schultz pueda reaparecer, el regreso de Prescott es un verdadero aliciente. Rush tuvo sus momentos, pero su estadía temporal al mando de la ofensiva fue para el juego aéreo el pasar a segundo plano en la ecuación entre el arriesgar y el beneficio que contrae el expander las posibilidades. Toda la administración de los Cowboys saben que Prescott no solo es el líder incondicional de su equipo, pero también levanta el potencial de un posible juego inspirado que lleva a la grandeza. Esa es la esperanza, que reditúe lo que se le ha invertido. Prescott no le esta calentando el asienta a nadie, y ha llegado el momento de demostrarlo, y aquí es cuando los que están del otro lado de sus pases se estarán frotando las manos sabiendo que luego de un breve período de ajuste la esperanza es que se reabra el libro de jugadas que van más allá de sobrevivir con un mariscal de campo reserva.
Clave 4. Defensiva complementaria. El juego defensivo de Dan Quinn tuvo sus problemas en Philadelphia, donde el mismo coordinador defensivo apuntó a diez jugadas donde el tackleo dejó mucho que desear. Esto fue en base a un sólido juego ofensivo complementario de Nick Sirianni y el también haber recibido tres regalos pre-navideños en intercepciones de Rush, algo que había podido evitar hasta el momento. El cántaro se rompe aun con una susodicha defensiva que evidenciaba el haber cargado con las cuatro victorias durante la ausencia de Prescott y Rush en el papel protagónico. La esperanza es que se vuelva al juego complementario que se evidenció en la segunda mitad en Philadelphia para poder de nuevo soltar a Micah Parsons, DeMarcus Lawrence, Dorance Armstrong y Sam Williams en busca de presionar a Goff al error y el intercambio de posesión del balón.
Clave 5. Castigos inoperantes. De nuevo se reapareció el espectro de los castigos y de nuevo se le puede apuntar a la plena indisciplina de jugadores que a estas alturas uno pensaría que no les estuviera sucediendo. Tal cual. Luego de pasar por una verdadera catarsis existencial al ver cómo juego tras juego los castigos causaban los estragos típicos de equipos mediocres, tal pareciera que por fin se había cortado la esquina para mejorar este detalle. Los castigos siempre van a ser parte del juego, ya sea porque se protege al mariscal de campo al tener que agarrase del defensivo o al momento de correr paso a paso con el ala abierta con el balón al aire. Es parte de la competencia. Pero los castigos por errores mentales o por soberbia personal simplemente se tienen que eliminar si se busca armar un equipo con aspiraciones al protagonismo.