Otro juego con tintes de "papita".
Ya son varias décadas donde el equipo cinco veces campeones de los Dallas Cowboys ha tenido una tras otra ocasión donde los "deberían" están al orden del día al enfrentan a un equipo "inferior" en su carnet de juegos.
En esta ocasión son los Halcones Marinos de Seattle (6-5) los que llegan al coso en Arlington, Texas con el mote de posible quita-risas a la racha de victorias en su patio de los pupilos de Mike McCarthy, con todo y su foja en casa de 5-0 con marcador global de 205-60 ante "tapetes" en Jets (4-7), Patriotas (2-9), Carneros (5-6), Gigantes (4-8) y Comandantes (4-8).
Para estos Seahawks la aventura del entrenador en jefe Pete Carroll comenzó con derrota en casa ante los Carneros de Matthew Stafford por marcador de 30-13 para luego sumar tres victorias al hilo comenzando en Detroit (8-3) 37-31 en tiempo extra, Carolina (1-10) en casa 37-27 y luego en Gigantes 24-3.
Luego de su descanso obligado fueron derrotados en Cincinnati (5-6) 17-13, para luego recibir a los Cardenales (2-10) y los Cafés (7-4) con victorias 20-10 y 24-20 respectivamente, para de pronto presumir una marca de 5-2 para seguirle el paso en su momento a los gambusinos en su División del Oeste de la NFC. La visita a Baltimore (9-3) resultó en un largo viaje de regreso al gran noroeste luego de verse vapuleado 37-3 a manos de John Harbaugh y compañía.
Una victoria ante Washington en casa en un apurado 29-26 fue seguido de derrotas ante Rams 17-16 y esta última en jueves de Thanksgiving 31-13 en su propio Lumen Field de Seattle ante unos realzados San Francisco 49ers (8-3) en juego de seis puntos.
La evidencia es clara. Los Cowboys (8-3) preparan su mesa para recibir a otro rival donde los momios y las estadísticas los tienen ahora como favoritos por nueve puntos, pero de nuevo, las voces en los pasillos siguen poco convencidos de que la presente racha en casa es un hecho, y esto más allá de todo aquello del mote en la NFL de que "cualquier cosa" puede suceder.
Este es el mundo de los Dallas Cowboys.
Y si le agregamos el hecho de que las Águilas (10-1) reciben a los 49ers luego de ganarle apuradamente a los Jefes (8-3) en sendo Lunes por la Noche para luego regresarle la visita a los Cowboys en la siguiente jornada en un estrafalario Sunday Night Football, pues de pronto este caldo ya no necesita más pimienta entrando al mes de diciembre.
Los Cowboys llegan como la ofensiva cinco en general, trece en el acarreo y cinco con el pase. La defensiva azul-plata es la número tres de la liga, trece ante el acarreo y dos ante el pase. Por su lado los del gran noroeste llegan con la ofensiva número 21 total, 26 con el acarreo y 17 al elevar el pase. Son la defensiva número 23 de la liga, 21 ante el acarreo y la 22 ante el pase.
Con otro compromiso en casa con la marea de números a favor, les paso mis cinco claves del juego en otro Seahawks-Cowboys.
Clave 1. No hay nada escrito. La evidencia apunta a otro rival a modo y de nuevo en juego a nivel nacional ante el universo de la NFL poniendo en tela de juicio la necesidad de jugar limpio y sin errores. La gran pregunta es si los Cowboys pueden enfrentar la dudas no solo de su propia afición pero las de tanto seguidor de la NFL que de pronto se han convertido en el equipo cuyo destino los tiene remando hacia el regreso al juego de campeonato de la NFC, con la aparente consigna de entrar a la gran fiesta como equipo comodín. Todo mundo lo dice, no es fácil ganar en esta liga, pero para ponerse el mote de equipo a vencer, hay que ganar cuando se espera ganar, dejando atrás los espectros de juegos del pasado donde la soberbia y la presunción hicieron presa de los Cowboys siendo así relegados a ser este equipo que no prueba los laureles desde hace mucho tiempo. El rival son los Seahawks, pero para muchos el fantasma del "no puede ser" seguirá rondando los pasillos hasta el día que de nuevo lleven el Trofeo Lombardi a The Star en Frisco.
Clave 2. De esto viven. Dak Prescott anda en la conversación de Jugador Más Valioso (MVP) para la actual temporada. Sus números lo delatan con casi 3,000 yardas por aire, un 70% de pases completos, 23 pases de anotación y solo seis intercepciones. La verdad no hay escusas para no solo Prescott, pero para el resto del equipo, en cuanto a salir con la frente en alto entendiendo que lejos de pensar en las Águilas, la consigna es enfrentarse a ellos mismos sabiendo que el momento es ahora. Si los 49s en Philadelphia resulta en una derrota de Nick Siriani, es vital que los Cowboys estén el domingo en su sofá predilecto analizando cada movimiento de las Águilas, pero con la presente victoria en la mano, luego de hacer a un lado a Seattle. Todo comienza y termina con Prescott, la confianza en su alrededor con la mentalidad de no entorpecerse con "horrores" mentales a estas alturas.
Clave 3. Que ruja el león. La defensiva de Coach Quinn seguro repasó el video del último juego de Seattle ante San Francisco y deberían estarse frotándose las manos. Geno Smith sufrió las de Caín sumando apenas 180 yardas en 18 de 27 pases siendo atrapado en seis ocasiones con doble captura de Nick Bosa y el marcador final habla de un equipo de la bahía que dejó atrás, por lo pronto, el espectro de aquellas tres derrotas consecutivas luego de su propio dominio completo de los Cowboys en su Levi's Stadium de Santa Clara, California. Para Pete Carroll sigue en veremos la reaparición de su corredor titular Kenneth Walker, con el novel Zach Charbonnet y DeeJay Dallas los encargados de cargar con la losa del juego terrestre, siendo este un verdadero parte-aguas para la defensiva ante el acarreo azul-plata, que de pronto está más cerca que nunca de entrar entre los primeros diez de la liga ante el acarreo. Micah Parson, DeMarcus Lawrence, Johnathan Hankins y Osa Odiguizuwa están obligados a forzar el pase, con todo y la noticia que el revolucionado Dante Fowler Jr. está de momento relegado al estatus de "cuestionable" para el compromiso.
Clave 4. La Costa Tejana en Arlington. La última salida de estos Cowboys ante Washington puso en evidencia que el control del tiempo de posesión puede ser al final del día confuso, ya que el balance fue a favor de los visitantes al son de 36:54 a 23:06 con todo y la contundente victoria 45-10. Los capitalinos tuvieron un total de 75 jugadas ofensivas a las 50 de los Cowboys, siendo el número a resaltar las 331 yardas por aire de Prescott ante las 268 yardas de Sam Howell. La conciencia de Mike McCarthy es la de correr el balón y controlar el reloj de juego, pero esta evidencia pone en tela de juicio que la meta es llegar primero y la manera de hacerlo depende mucho de los ajustes al medio tiempo. Es claro que Washington no llegaba en buen momento y para este compromiso Seattle está en las mismas, pero si la eficiencia de un juego terrestre que por comité te da la cifra mágica del centenar de yardas y el repartir pases a diez diferentes receptores, pues esto de la Costa Tejana como teoría pasa a segundo plano.
Clave 5. La afición mueve el pandero. AT&T Stadium disfrutó de otro gran espectáculo del clásico Día de Acción de Gracias celebrado en grande con lleno escandaloso. Los cuatro pases de anotación con Brandin Cooks, CeeDee Lamb, KaVontae Turpin y Rico Dowdle junto can la quinta intercepción de DaRon Bland para anotación mandó a la nación vaquera al bailongo en los pasillos y rumbo al estacionamiento. Para los presentes el simplemente ver como la afición verde en Philadelphia no dejo de creer en Jalen Hurts ante Patrick Mahomes en su victoria en tiempo extra debería ser evidencia suficiente que hay que demostrar el cariño a la casaca con hechos, en las buenas y en las malas. Seguro el sacar al público del juego desde temprano es meta de los Halcones Marinos, como lo sería en aquel manicomio de Seattle si los Cowboys estuvieran de visita, pero a estas alturas el respetable tiene que entender que si vas al juego y te vistes de vaquero, el hacer acto de presencia desde la patada inicial es parte de apoyar al equipo con todo y esto de que existe la duda de si pueden seguir invictos en el majestuoso AT&T Stadium de la ciudad de Arlington, Texas.
