El equipo de la estrella solitaria regresa a casa a enfrentar a un equipo del gran noroeste que llega con las mismas posibilidades de llegar a la gran fiesta en calidad de comodín.
En el papel tal parece que llegan dos equipos con marcas similares de 8-6 a la jornada 16 de la NFL en busca de dicho pase a la gran fiesta, pero la realidad es que son dos conjuntos que van en direcciones muy opuestas.
Los Vaqueros llegan luego de tres victorias consecutivas con la vela prendida, obligados a ganar y requiriendo mucha asistencia. Los Halcones Marinos llegan luego de haberle ganado a Philadelphia en aquella semana 13 donde se ponían en un 8-4 y con todas las canicas, para luego perder ante Jacksonville y los Carneros, este último de una manera más que deprimente y a domicilio.
El equipo de Pete Carroll sufrió la gran pesadilla de irse al descanso en su propio patio 34-0, solo para verse en el espejo y darse cuenta que los Carneros son mucha pieza al son del marcador final de 42-7, pero también lidiar con la realidad que su mística se había esfumado. Sin juego terrestre Russell Wilson se fue a la lona en siete ocasiones y un Todd Gurley hizo pedazos a la defensiva con 157 yardas por tierra y tres anotaciones.
Ahora ante los Vaqueros, pudiera ser pan con lo mismo con la reaparición de un tal Ezekiel Elliott, que luego de disfrutar de las playas mexicanas de Baja California, llega energizado y sin ganas de hablar del pasado. Su cometido es dejar la suspensión en el olvido y volver a explotar en la escena esta nochebuena en el AT&T Stadium en lo que se espera sea un lleno escandaloso.
Por lo pronto Águilas y Vikingos están asegurados, junto con los Carneros, mientras que los Santos buscan asegurar la División Sur de la NFC pero viendo que las Panteras le pisan los talones. El sexto sembrado es de momento propiedad de los Halcones Negros, seguido de los Leones, y para los Vaqueros es ganar los últimos dos y que tanto Atlanta como Detroit de alguna manera pierdan estos dos y así pudieran pasar al escenario en el Coliseo de Los Ángeles en posible juego de comodines.
Pero primero lo primero, los pupilos de Jason Garrett tienen que controlar lo suyo y eso comienza con una evidentemente probable victoria ante Seattle, considerando el regreso de Elliott y que Sean Lee cuenta con su propio pase de abordar para el vuelo. Es casi inaudito la diferencia que hace Lee, considerando la marca de 1-4 en su ausencia en esta temporada.
Clave 1 – Que pase al pizarrón. Pasaron las seis semanas sin Elliott y se logró una marca de 3-3, con aquellas dolorosas derrotas ante Atlanta, Philadelphia y los Cargadores, pero con victorias ante Washington, Gigantes y este último milagrito ante los Raiders. No hay duda que le van a dar el balón desde un principio, siendo la verdadera duda si es que llega a los 30 acarreos, algo poco visto para un corredor en los emparrillados de la NFL hoy en día. Todo parece indicar que Rod Smith se ha ganado la oportunidad de ser el segundón y volantazo en esta ofensiva, y esta tónica pudiera ser mortal para una defensiva de Seattle que pudiera no contar con su apoyador estrella Bobby Wagner al cien por ciento. Dak Prescott se apoyó en la combinación de Alfred Morris y Smith, pero ahora con el regreso de Elliott se estará frotando las manos sabiendo que el juego terrestre le quita la presión de tener que hacerlo todo.
Clave 2 – Poca profundidad en el chapoteadero. La ofensiva de Russell Wilson se vino abajo ante los Carneros ya que su juego terrestre desapareció sin señal de algún regreso milagroso. Mike Davis y J.D. McKissic simplemente no arman ni un café y el equipo verde añora aquellos años de un tal Marshawn Lynch acarreando el balón. Esto lo tiene que aprovechar la defensiva vaquera, inclusive al grado de ver a un Sean Lee amenazando cerca de la línea de golpeo cualquier posibilidad de ver a Wilson, el líder en yardas por acarreo del equipo en la presente temporada, intentando escaparse a la secundaria vaquera. Lee no es un jugador con malicia, pero la intensidad de su juego pudiera ser un factor al momento de sacar de su juego a Wilson, que estará obligado a ganar el juego con su brazo y para ello sus armas son el receptor abierto Doug Baldwin y el ala cerrada Jimmy Graham.
*Clave 3 – *Ajústese el cinturón de seguridad. Con el juego terrestre en la manos de Elliott, es tiempo de zurcar los aires y momento mas que propicio para una explosión de Dez Bryant ante el respetable azul y plata. Bryant se presentó en escena ante los Raiders pero de pronto sus bonos han bajado al grado de ser un partícipe secundario de la ofensiva y seguro esto no sienta bien con el ahora portador del legendario número 88 de la franquicia. En esta la última salida de los Vaqueros ante su público es necesario que tenga un juego que lo revalide no solo con su gente pero en el panorama de la NFL, justificando así su hegemonía entre los divos de los aires. La jugada de atracción será oro molido para no solo Bryant, pero para Terrance Williams y Cole Beasley, y Prescott podrá regresar a esos pases rápidos y decididos hacia el centro del campo para mover las cadenas manteniendo así adivinando a la secundaria de Seattle en lo que pudiera ser un juego de alto puntaje para la ofensiva del coordinador ofensivo Scott Linehan.
Clave 4 – ¿Donde quedó la cuchara? La secundaria vaquera también pudieran estar frotándose las manos ya que se alinean los planetas para una tarde prometedora. Wilson tendrá la consigna de ganar el juego con el pase, y con una línea defensiva ante la falta de un corredor contario llegando con singular alegría, seguro habrá algún pato muerto por ahí pidiendo ser interceptado. Hay que cuidarse del ala cerrada Graham y su nueve anotaciones, pero la realidad es que en esta liga se ganan juegos corriendo el balón y la falta de este componente en el arsenal de los emplumados hace del pase un acto de desesperación en lugar de estratégico. Esto lo debe aprovechar la secundaria vaquera, ajustando tuercas en el centro del campo donde patrullan Jeff Heath, Byron Jones y Kavon Frazier no solo para la posibilidad de un intercambio pero también el golpeo intimidante hacia un dominio tanto terrestre como aéreo.
Clave 5 – Se cierra el telón. Culmina el ciclo de juegos en el majestuoso AT&T Stadium edición 2017 y el respetable estará obligado a mandar a sus Vaqueros rumbo a Philadelphia para el cierre de la temporada regular siendo partícipes de este juego de principio a fin. La esperanza es que aquellos abonados no se dejen influenciar por aficionados visitando el metroplex en busca de entradas portando los colores del equipo forastero, y con la necesidad de dejar a un lado a Seattle y ver que pierda Atlanta en Nueva Orleans junto con que unos Bengalíes recibiendo a los Leones puedan hacer la chica, el respetable debe seguir con la frente en alto. De hecho, para la patada inicial al filo de las 3:30pm tiempo central se pudiera ya haber dado el milagro en Cincinnati y de ser así es tiempo de crear la intensidad en las gradas en apoyo a estos Vaqueros.