Con vistas al regreso a su AT&T Stadium, los pupilos de Jason Garrett parecen haber enderezado el camino en preparación a su compromiso ante un de pronto inspirado equipo de Los Ángeles.
Ambos equipos llegan con marca de 2-1, con los visitantes presumiendo la maquinaria ofensiva número uno en puntos anotados luego de tres jornadas, en dos de estos juegos anotando más de 40 puntos. Con armas ofensivas de sobra y un juego terrestre que de pronto es la envidia de la liga, es el lado defensivo carnero el que pudiera a fin de cuentas ser un aliciente para los Vaqueros.
De especial interés es el regreso de Wade Phillips, el ahora coordinador defensivo del novel entrenador en jefe Sean McVay, que regresa por sus fueros luego de aquel desastre de temporada al mando del equipo de Jerry Jones que culminó en devastadora derrota en Lambeau Field ante los Empacadores del 2010.
Por su lado, las lesiones siguen victimando a los Vaqueros. Tal parece que Sean Lee será una decisión del día de juego, luego de ausentarse de las prácticas siendo víctima de un tirón en la pierna durante el juego en Arizona, donde pudo aislar el malestar hasta la última serie contraria donde fue congelado.
También el esquinero Jourdan Lewis, que brilló ente los Cardenales en su rol de titular, fue limitado durante la semana con su propio tirón en la pierna. En cuanto a Anthony Hitchens, Nolan Carroll, Chido Awuzie, Kavon Frazier y el liniero defensivo reserva Stephen Paea, estos siguen en veremos.
Por su lado, los receptores abiertos Tavon Austin y Sammy Watkins están en el protocolo de conmociones. Ambos, junto con Cooper Kupp y Robert Woods, le han dado alas al vuelo del mariscal de campo Jared Goff, que de pronto esta en un ambiente propicio para compartir el ovoide al momento de buscar mover las cadenas.
Lo seguro es que el duelo número 33 entre estos rivales tiene tintes de un gran duelo ofensivo, donde la pausa de los dos minutos pudiera tener la moneda plenamente en el aire ante lo que se espera sea un lleno escandaloso en el coso de Arlington, Texas.
Clave 1 – Lo primero es lo primero. Dak Prescott le puso una variante a la ofensiva ante los Cardenales con sendos pases corriendo por diseño y soltando el brazo, esto a consecuencia de una falta de cohesión entre sus cinco guardaespaldas. Esta estrategia de una bolsa de protección móvil es viable, pero no por diseño, y la ofensiva vaquera tiene que regresar a lo suyo, y eso es controlar el reloj al correr el balón. No pueden darse el lujo de cascabelear temprano, como lo hicieron en el desierto, y de pronto estar obligados a ofensivas relámpago de tres o cuatro jugadas para llegar a las diagonales. Hay que tomar en cuenta que la defensiva de Wade Phillips es la número 29 en la liga ante el acarreo, permitiendo un promedio de 139.0 yardas por juego; esto lo tiene que aprovechar Ezekiel Elliott.
Clave 2 –Que continúe la presión. La semana pasada Maliek Collins se lució con dos capturas y dos tackleos detrás de línea de golpeo, pero su compañero DeMarcus Lawrence contribuyó tres capturas para ser nombrado el Jugador Defensivo del Mes. Esto de poder continuar dependerá mucho en la suma de las partes del Houdini de los emparrillados, el coordinador defensivo Rod Marinelli, que se las ingenia para hacer lo que puede con lo que tiene. Ante Arizona se pudo neutralizar el juego terrestre, pero hay que recordar que ante Denver esta contención no fue efectiva y la dupla de C.J. Anderson y Jamal Charles le mostraron a Marinelli y compañía la necesidad de regresar al pizarrón. En este caso, el menú es Todd Gurley, el caballito de batalla indiscutible del juego terrestre, y el contener esta amenaza con seis anotaciones, cuatro por tierra y dos por aire, será vital. Aquí la falta de Sean Lee, considerando que de jugar no estaría al cien porciento, es factor, ya que aparte de Jaylon Smith el establo de apoyadores no es muy profundo.
Clave 3 – Equipos muy especiales. No se espera que este sea un juego de goles de campo, pero si pudiera decidirse con uno luego de una lucha sin cuartel. En este rubro la cosa está bastante nivelada, ya que ambos equipos cuentan con especialistas veteranos y de renombre. El pateador borrego Greg Zuerline es un veterano de mil batallas, y así como su similar Dan Bailey, son especialistas cuyos logros hasta en el las patadas de salida son poco discutidas. El enfoque será en realidad entre los de despeje, ya que se enfrentan dos de los mejores en la liga en Johnny Hekker y el millonario Chris Jones. La lucha por encajonar es parte de la ecuación, en particular si se estanca la ofensiva y hay que entregar el balón desde el medio campo, ya que tener al contrario en la sombra de sus propias diagonales significa que de poder neutralizarlos volverán a tener el balón en buena posición de campo. Considerando que será un juego de alta ofensiva, cuando entren a despejar estará de por medio importante posición de campo al contrario.
Clave 4 –Rivalidad que levanta pasiones. La franquicia de los Rams es una de las añejas de la vieja NFL y su destierro a St. Louis enfrió la rivalidad entre ellos y los Dallas Cowboys. El ahora regreso a la costa del oeste hace recordar aquellos duelos, 25 en total entre las franquicias originales, donde sonaban los nombres de Tom Landry, Chuck Knox, Roman Gabriel, Roger Staubach, Eric Dickerson, Tony Dorsett, Jackie Slater, Jim Everett... en fin, todo un mundo de experiencias. Los Rams se fueron de Los Angeles en 1994 y ahí terminó una era para esta rivalidad, de hecho no se han visto en temporada regular desde el 2014 cuando los Vaqueros los vencieron a domicilio en aquel vetusto domo del centro de St. Louis 34-31. Y como cereza al pastel en este mundo de rivalidades y añoro, ambos equipos llegan con mote de contendientes, claro no indiscutibles en el sentido de que ambos tienen detalles como cualquier otro equipo, pero eso si, con la soberbia ofensiva de montar un gran espectáculo.
Clave 5 – De nuevo es cuando. Semana tras semana hay una lucha entre equipos en el terreno de juego, y al mismo tiempo hay una contienda por demostrar quien es quien al momento de apoyar al equipo local. Esta semana el Estadio Punta de Flecha de los Jefes de Kansas City escenificará otro gran carnaval del color rojo y ambiente eléctrico cuando reciban a los Pieles Rojas de Washington ante el universo de la NFL en juego de lunes por la noche. Esa aduana es causa de asombro, porque es una plaza donde el apoyo es incondicional antes, durante y después del juego pase lo que pase. Los habitantes del AT&T Stadium de están tomando ahora si el compromiso al hacer acto de presencia haciendo a un lado la tentación de aligerarle el bolsillo al aficionado visitante. Con Dak Prescott tomando las riendas con su clavado a las diagonales en el segundo cuarto en Arizona, la camada local estará obligada a presionar desde la butaca, en particular en la apertura del juego donde un error pudiera ser aprovechado de manera efectiva e inmediata.
