Estos Cowboys de Jerry Jones buscan algún rayo de luz positivo.
El juego ante los Comandantes fue gasolina pura hacia el fuego enrarecido en el que se han convertido las esperanzas de siquiera figurar en esta edición 2022-23 de la gran fiesta. Habría que hacer un sondeo para escuchar de viva voz aquel aficionado del equipo de la estrella solitaria con plenitud de confianza de que esta versión de los Cowboys se regresen con una victoria de Tampa.
Previo al juego de lunes por la noche se tiene a un equipo de Mike McCarthy con la espalda contra la pared, siendo por demás claro que su mariscal de campo en momentos presenta una amenaza a su plan de juego, luego de vivir en carne propia una verdadera pesadilla ante un destartalado equipo de Ron Rivera. La verdad es difícil sacarse esa imagen de la cabeza, y para el plantel completo de los Cowboys el borrar esa experiencia e ir a enfrentar a Tom Brady y compañía con la conciencia limpia tiene que ser un verdadero reto.
Lo bueno, porque si hay buenas noticias, es el regreso de Leighton Vander Esch, Jonathan Hankins y Tyler Biadasz a sus roles titulares. La defensiva seguro les dará la bienvenida al duo ya que sus actuaciones cuidando la carrera han sido recordados con añoranza. El regreso del centro vuelve a poner a los mejores cinco guardaespaldas en el terreno de juego con Conner McGovern en el guardia izquierdo, Tyler Smith como tackle izquierdo y que siga Tyron Smith patrullando el lado derecho con el veterano Jason Peters listo para cualquier rotación.
Los pupilos de Todd Bowles llegan cargando cuatro derrotas en las ultimas siete, con apuradas victorias 17-16 ante los Santos, 19-16 en tiempo extra en Arizona y un 30-24 ante un descarrilado Panteras. Tom Brady reconoce la dificultad de llegar a la postemporada con marca perdedora, siendo la primera vez en su larga carrera de terminar con mas reveses en una temporada regular.
De nuevo es el ángel que suele traer Brady a los juegos grandes que pone en peligro las esperanzas de los Cowboys de pasar a la ronda divisional, pero este es el caso con cualquier equipo con la suerte de enfrentar al Dorian Gray de los emparrillados. Es una aura de competitividad combinada con dones que son usados semana tras semana durante una larga y fastuosa carrera, las mismas razones por la cual los Cowboys están por demás conscientes que este mismo GOAT suele tener sus días largos donde nada parece funcionar.
Este lunes tiene que ser uno de esos días.
Hay que encontrar la manera, donde el juego complementario tiene a Brady sentado y un Dak Prescott encontrando lo que lleva buscando semana tras semana donde el velo de misterio es esta racha de intercepciones que a estas alturas son errores que se cobran caros. El tener números aceptables a lo larga de una temporada es vital para seguir como titular, pero el momento que se cuestiona uno no el qué, pero el cuando por estar ya curado de espantos, pues ahí esta el detalle.
Los Bucaneros llegan catalogada como la ofensiva total número catorce de la liga, la última de 32 con el acarreo y la número dos con el pase. La defensiva del también coordinador defensivo Bowles es la cuatro total de la liga, catorce ante el acarreo y cinco ante el pase. Los Vaqueros llegan como la ofensiva número diez de la liga, octava con el acarreo y catorce al lanzar el ovoide. A la defensiva son la trece total, 22 ante el acarreo y octava ante el pase.
Con el viaje a Tampa para el juego de lunes por la noche, les paso mis cinco claves del juego con patada inicial a las 7:15pm CST.
Clave 1. A la voz de ya. Primero lo primero. Dejarle saber a Tom Brady que vienen por el desde el silbato inicial, sabiendo de antemano que Leonard Fournette y Rachaad White ha sido neutralizados en varias ocasiones obligando al juego aéreo. El regreso de Vander Esch y Hankins es vital para poder detener el juego terrestre y ahi es cuando Coach Q tiene que ya haber sondeado la pieza que falta en la secundaria, donde se habla de una posible aparición del veterano y recién rescatado Xavier Rhodes. La cuestión es que sea quién sea el segundo con Trevon Diggs va a ser el foco de atención de Brady con los peligrosos Mike Evans, Chris Godwin y Julio Jones, sin olvidar las alas cerradas Cade Otton, Cameron Brate y un tocado Kyle Rudolph. El punto de partida es apurar y llegarle al güero obligando el error al que históricamente no las suele cometer.
Clave 2. Lo básico no deja de serlo. Correr el balón. No hay nada más básico en el deporte de la tackleadas que darle el balón en la mano al corredor con la noción de caer hacia delante para de perdido cinco yardas. Por un lado se cuenta con una tripleta de corredores, considerando que Malik Davis se ha mostrado capaz en su rol rotativo, ante el peor juego por piernas de la liga. Con esta noción los Cowboys cuentan con la oportunidad de controlar el tiempo de posesión al establecer su juego terrestre y mantener a la ofensiva del coordinador Byron Leftwich en la banca. El regreso de Biadasz es bienvenido dada la presión de cambio de centro en pleno juego, algo que Connor McGovern se mostró enteramente preparado para entrar al quite ante los Titanes, pero ahora con todas las fichas para la pared de cuerpos el juego terrestre vuelve a ser la carta de presentación de la ofensiva de Kellen Moore.
Clave 3. No le hagan el mal del ojo. La verdad que han sido días largos para un tal Rayne Dakota Prescott. Su rating de 45.8 con apenas 128 yardas y aquella intercepción inverosímil ante su rival divisional es un parte-aguas al momento de saber la importancia del juego ante las posibilidades existentes. Es decir, los Cowboys salieron a jugar su mejor juego, y si los Gigantes respondían, pues venga de hay, pero si no, pues sale, vamos a la postemporada. Pero no fue así. Prescott esta sentado en la silla caliente, su legado, porque ya tiene sus siete temporadas, esta ciertamente de por medio particularmente si no puede salir de su neblina y aclarar su juego y son víctimas del uno-y-fuera. Ya ni andar con teorías del porque de las quince intercepciones, tres para anotación, con cinco juegos menos por lesión …. aquí es simple y sencillamente no hacerlo.
Clave 4. Especialistas bajo la lupa. El cierre de la temporada regular fue aparatosa para los equipos especiales de John Fassel y de nuevo fueron factor directo en encender al equipo contrario y en terreno ajeno. Para Bryan Anger su labor es predecible y depende de la exactitud de sus compañeros para sus patadas, pero en el caso de KaVontae Turpin su entorno es relampagueante y en momentos netamente espectacular. En el caso de encerrar al contrario con una artera patada, un excelente tackleo en campo abierto en patada de despeje, u otro gol de campo de mas de 50 yardas, todos los elementos de los equipos especiales saben que es su momento de brillar en un juego de tres fases es repentino y fugaz. El enfoque de esta versión de "Bones" Fassel pudiera incluir el sacarse de manera la espina y ser un protagonista activo de regresarse de Tampa con una victoria.
Clave 5. La suerte siempre influye. Los momios abrieron con los Cowboys favoritos por 3.5 y son muchos los factores en ese tipo de decisiones. Por un lado están dos mariscales de campo cuyas actuaciones de momento han sido catalogadas como erráticas y por ende en momentos impredecibles. Ambos con mas de veinte pases de anotación, Brady con nueve intercepciones ha sido capturado en 22 ocasiones a las 20 de Prescott. El ver los momios a favor de los Cowboys es su juego terrestre en lo que pudiera ser un juego cerrado donde la balanza se torna cual de los dos defensivas podrá despojar a la ofensiva contraria del balón, donde los Cowboys cuentan con un +10 y los Buccaneers con un -2 en su carnet defensivo. Los intercambios son en momentos obras de la suerte, el bote del balón tan impredecible, y en cada juego hay las jugadas donde la suerte es parte del resultado, y muchas veces en juegos durante la gran fiesta que representa otra postemporada mas de la National Football League (NFL).