Los Vaqueros (4-1) van rumbo al histórico Lambeau Field a enfrentar al legendario Empacadores (3-1) en un encuentro que promete tener algo para todos.
El equipo de Mike McCarthy no ha dejado su casa desde la tercera semana donde recibieron y vencieron a los Leones de Detroit, tuvieron su descanso obligado para luego recibir y ganarle a los Gigantes de Nueva York. Ahora ante los Vaqueros, y serán cuatro juegos consecutivos en su patio cuando reciban a sus acérrimos rivales divisionales Osos de Chicago en cotejo de Jueves en la Noche. La única derrota del equipo verde y amarillo fue ante los Vikingos en noche de manteles largos cuando los todavía invictos pupilos del pimentoso Mike Zimmer estrenaban su propio emparrillado.
Siguen vitoreando al ahora mariscal de campo vaquero Dak Prescott, y por razones muy obvias. Su disciplina y preparación han sido su carta de presentación, y ahora será una verdadera prueba el visitar la tundra sagrada en Green Bay, donde se esperan cielos nublados con temperaturas de 21 grados centígrados. Tal parece que la Madre Naturaleza será una simple observadora, siendo la última visita hace escaso año en derrota con Matt Cassell en los controles bajo una pertinaz llovizna. Como han cambiado las cosas desde aquella derrota 28-7 un 13 de diciembre.
Rumbo a su propio descanso obligado, los pupilos de Jason Garrett están jugando con dinero del casino, ya que no se esperaba contar con una racha de cuatro victorias a estas alturas. Claro, el ganarle a Aaron Rogers y compañía es el plan, pero el regresar con la frente en alto pase lo que pase es también muy posible.
Con todo esto en mente, les presento mis cinco claves del juego.
Clave 1 – Correrle al que no permite. La defensiva del experimentado coordinador defensivo Dom Capers, es la número uno permitiendo menos de 44 yardas por juego a corredores contrarios; el más cercano es la defensiva de los Jets de Nueva York que permiten casi 70 yardas por juego. Si hay una diferencia en cuanto al campo en si, comparando el de AT&T Stadium y el Estadio Lambeau, y este factor tendrá a un Ezekiel Elliott y Alfred Morris buscando explotar el centro de la línea de golpeo en lugar de las resbaladas buscando cortar las esquinas. Gente como Clay Matthews y Nick Perry, que aparte se combinan para 7.5 capturas, son apoyadores que persiguen bien la jugada, pero para Scott Linehan el salir determinados a seguir su plan de juego de correr el balón es primordial.
Clave 2 – La entrega del balón en pase corto. Si algo ha podido destacarse el novel Prescott es la manera que protege el balón al deshacerse del mismo con eficiencia y puntería. De pronto se han convertido en un equipo muy eficaz en la zona roja, y esto se debe a que su juego de controlar la línea corriendo el balón pero también con envíos cortos con Cole Beasley, Jason Witten, el mismo Elliott y en momentos con Brice Butler y Terrance Williams no cambia de cuando están entre las 20's o cuando entran a la zona contraria. Sea como sea, que sigan con el plan de mover el balón de manera paulatina, es vital entrar a las diagonales y esto será la gran tarea de la ofensiva ante una defensiva que ha permitido solo una anotación por tierra y ocho por aire.
Clave 3 – Al Caesar lo del Caesar. Cuando se llega al Estadio Lambeau a enfrentar no solo la historia, un público enrarecido y de pronto fríos árticos, desde el 2008 se ha tenido que enfrentar a un tal Aaron Rogers. Su eficiencia no ha sido la misma en el 2016, con algo de mala suerte con sus envíos y receptores distraídos, pero nadie duda su valor al momento de comandar a los afamados Packers. Cuenta de nuevo con Jordy Nelson y sus cinco anotaciones, luego de marginarse todo el 2015 con lesión, y Randall Cobb, que junto con Nelson suman entre los dos 42 recepciones. El juego terrestre es aceptable con Eddie Lacy y James Starks, con el detalle que las alas cerradas se aparecen poco en el escenario. La presión sobre Rogers se tiene que ejercer de inmediato, con DeMarcus Lawrence, los Crawford, Collins, Mayowa y cargas por Sean Lee, de manera de intentar sacarlo de su juego y permitir que Morris Claiborne y Brandon Carr puedan abrir regalos pre-navideños. Los Vikingos lo mandaron a la lona en cinco ocasiones, muestra de que si se le puede llegar.
Clave 4 – Que hay de especial. Ambos rivales llegan sin traer el mote de 'explosivos' en cuanto al pase largo. Rogers tiene un pase de 49 yardas siendo el más largo del 2016 y en el caso de Prescott el más largo es de 47 yardas. Son equipos que manejan el reloj, mueven las cadenas y se centran en el control. Para aquellos que gustan de los equipos especiales, este pudiera ser un manjar, considerando que patadas de salida y de despeje tienen muy buenas oportunidades de ser regresadas, y que un puntapié de Mason Crosby o de Dan Bailey pudiera decidir este juego con escasos segundos en el reloj. Pero más que nada, en un juego como tal, son los errores en equipos especiales que pudiera ser el factor clave de un juego cerrado. Para los equipos especiales, los errores en cobertura, patadas bloqueadas o errores mentales con balones sueltos son parte de juegos nivelados en los departamentos de ofensiva y defensiva.
Clave 5 – El momento. Se llega a la sexta jornada en un verdadero momento envidiable para la ráfaga azul y plata. Todo mundo habla del equipo de Jerry Jones, se cuenta con gran novato a cargo de la ofensiva, que lejos de ser llamativo por lo que dice, es una luz que brilla sin causar aspavientos. Ninguna bola de cristal hubiera predicho lo que se ha dado en las últimas seis semanas, al grado de que a estas alturas habría quien dijera que se le debería haberle ganado a los Gigantes para un 5-0. Calma. Ahora viene lo bueno, ya que los Vaqueros tienen una real posibilidad de regresarse con una victoria, y pase lo que pase, van a ser dos semanas de especial interés considerando que el 30 de octubre se aparecen las Águilas de Philadelphia en el AT&T Stadium.
