El equipo de Jerry Jones está en boca de todos con su marca de 5-1 y el torbellino de especulaciones con respecto a su mariscal de campo. La verdad es que siempre hay algo que comentar con respecto al club, pero ahora es un detalle por demás positivo que rodea al equipo.
La semana pasada en Green Bay fue un vivo reflejo de la temporada edición 2016-17 del equipo de la estrella solitaria. Luego de una pretemporada telenovelesca, la lesión inmediata de Kellen Moore, la lesión de Tony Romo como para el propio Ripley, comenzó la era Dak Prescott, que en plena temporada de exhibición, empezó el muchacho a demostrar cual sería su propia carta de presentación.
La preparación. El enfoque. El control. La tranquilidad. Todo esto ejemplifica a Prescott, al grado de que los que lo conocen de sus épocas infantiles, preparatoria y universitarias, no están sorprendidos en lo más mínimo en lo que tiene vuelto loco al universo de la NFL.
Así que cuando salió ante Seattle en la pretemporada, no hizo nada escandaloso. Hizo exactamente lo que se le había programado hasta el momento en un juego de exhibición donde el mote de la ofensiva es 'vainilla'. Importante notar que a la par de no hacer nada que detuviera las prensas, tampoco hizo errores mentales, forzando pases o queriendo ganar el juego solo.
Ya para el juego de apertura de temporada regular, se hablaba de la línea frontal de los Gigantes, el ambiente del AT&T Stadium y el ritmo frenético de una defensiva contraria que ahora si ponía toda la carne en el asador. Aun cuando el juego resultó en una derrota por la mínima diferencia, de nuevo Dak Prescott pudo solventarse de manera sólida, sin errores, demostrando que había espacio en su CPU para instalar más. De ahí han sido cinco victorias consecutivas con cada uno de los resultados una muestra viva de que los Vaqueros tienen quién conduzca el autobús.
La prueba está, por lo pronto, en el Vaqueros 30 Empacadores 16, en el Lambeau Field.
A estas alturas y en plena jornada de descanso, demos una repasada al equipo de la estrella solitaria al puro estilo de las cinco claves semanales.
Clave 1 –Correr el balón. Este es el mote del equipo de Jason Garrett y es en gran parte la manera que han podido ganar cinco al hilo. Tras una línea ofensiva que es reconocida como una de las mejores en los últimos tiempos, el compás del juego se dicta controlando las trincheras, moviendo las cadenas, cansando a la defensiva contraria y siendo fiel a esta causa de principio a fin. Luego de un comienzo tentativo por parte de Ezekiel Elliott ante los Gigantes en el juego de apertura, el otrora Buckeye de la Estatal de Ohio ahora se desempeña como todo un activo fijo, dejando a rivales en su camino, como lo hizo ante la defensiva número uno de la liga al son de 157 yardas en victoria demoledora ante Green Bay. Todo esto es obra de los cinco guardaespaldas en Frederick, Leary, Martin, Free y Smith, donde la lesión de La'el Collins fue solucionado por la inserción del mismo Leary, cuyo desempeño ha sido todo lo que se esperaba.
Clave 2 – La entrega del balón en pase corto. La evolución del deporte de la tacleadas a nivel profesional ha visto cambios en estrategias de ambos lados del balón y en los equipos especiales. Hubo un momento donde el desaparecido Bill Walsh sacó de la chistera lo que ahora se conoce como la ofensiva de la costa oeste, ejemplificado por el control de la línea de golpeo donde el pase pantalla, cruzado y lateral se convierte básicamente en una entrega del balón a un corredor con el mismo fin de mover las cadena paulatinamente. Scott Linehan lo está logrando de manera de involucrar a Jason Witten, como es costumbre en su vistosa carrera, pero el que se ha aparecido en el escenario para lograr este estilo de control es el chaparrón Cole Beasley. Líder indiscutible con sus 33 recepciones para 390 yardas y tres anotaciones, el producto de SMU ha sido una importante bujía en cada una de las cinco victorias en lo que va del 2016. Para Prescott está en espera el pase largo, aun cuando aflojó el brazo con un pase a 50 yardas ante los Empacadores que para mala fortuna no pudo engarzar Brice Butler, pero por lo pronto la estrategia del pase con control ha sido la tónica a seguir.
Clave 3 –Las lesiones son superables. Uno de los dichos del Entrenador en Jefe Jason Garrett, aparte de ser mejores hoy de lo que fuimos ayer y tratar de ser mejores mañana, es el apego al proceso. Esta palabra 'process' es algo que contantemente se le oye en sus conferencias de prensa, una tras otra vez, detallando que todo se finca en un desarrollo y mejora, mas allá de día a día, pero hasta de repetición a repetición en cada una de las sesiones de práctica. Aquí es donde llegamos al, 'next man up', o sea el que sigue le toca, en cuanto a las lesiones. Este es otro de los motes que el Coach Garrett ejemplifica al momento de tener a alguien listo porque este el parte del proceso en general de la preparación. El caso de Dez Bryant, tanto Terrance Williams como Brice Butler no salieron a tambor batiente, pero ahora si se han convertido en lo que se espera de ellos. Proceso. Ron Leary es otro que estaba preparado para el reto de entrar, y en su momento el propio Chaz Green cuando salió Tyron Smith. Anthony Brown al momento de marginarse Orlando Scandrick, y la "plurifuncionalidad" de Byron Jones, todo es parte del proceso.
Clave 4 – La defensiva sigue en busca. El Coordinador Defensivo Rod Marinelli ha podido crear un ambiente de hostilidad en su secundaria, con un apego a saber que la falta de presión al mariscal de campo contrario le pone presión a dichas coberturas. De momento los Broncos de Denver son líderes con 21, mientras que los Vaqueros cuentan con 11 (según los números de la NFL) y son la número 19, y con Carson Wentz y las Águilas den la mira, va a ser primordial seguir en busca de esta elusiva habilidad. Lo bueno es que ya se cuenta con cuatro intercepciones y se han causado 11 balones sueltos, y los tres de David Irving con uno recuperado en la yarda uno ante Green Bay, son muestra que Marinelli sigue buscando la tónica para crear tan importante presión. El arribo de DeMarcus Lawrence ha sido un aliciente, pero se seguirá buscando una mejora en este departamento.
Clave 5 – Que diferencia hace un año. En el 2015 los Vaqueros llegaban a su descanso obligado con marca de 2-3 luego de ser desmantelados al son de 30-6 en la quinta jornada por Bill Belichick y los Patriotas de Nueva Inglaterra. De ahí fueron solamente dos victorias más con un vaivén de mariscales de campo reserva luego de la lesión y re-lesión de Tony Romo. La duda hace una semana era si Dak Prescott y este equipo vaquero pudiera ganar en el Lambeau Field por solo la segunda ocasión el la historia de la franquicia, y se logró de manera que dejó anonadado a propios y extraños – a todos menos a Jason Garrett y compañía. La cuenta regresiva en cuanto al posible regreso de Romo ya está en apogeo, y aun cuando se espera ver a Prescott en los controles el 30 de octubre ante las Águilas, este factor sigue flotando dentro y fuera de The Star en Frisco, el cuartel general de los Dallas Cowboys. Por un lado, como le quitas las riendas al que simplemente viene ganado juegos, y de poder solventar a un Philadelphia, que ha tenido sus altibajos con dominante victoria ante los Acereros pero derrota ante los capitalinos, la presión de dejar que esto tome su curso va a llegar al rojo vivo. Pero como dijera el mismo Jerry Jones, vaya bonito problema el que se tiene, un mariscal de campo Tazón de los Profesionales al mando de una gran ofensiva, y un novato que de pronto se ha convertido en el galán de la película. Pero como dijera en su propio momento el Coach Garrett, aquí lo importante es ganar juegos y esto se hace como parte del proceso.