FRISCO, Texas – La reconstrucción silenciosa comenzó ya en la línea ofensiva. Al menos así debe ser considerada cuando al menos dos quintas partes salieron ya de los Dallas Cowboys.
La'el Collins fue cortado el jueves, aunque será una designación posterior a junio 1 para abrir 10 millones de dólares en el tope salarial.
El tackle derecho titular en cuatro de sus siete temporadas en la NFL se unió a Connor Williams, quien básicamente la misma cantidad de años había sido el principal guardia izquierdo, desde que llegó en la segunda ronda del Draft del 2018.
Collins ahora busca nuevo equipo y es probable que encuentre pronto, a pesar de que durante más de una semana fue imposible para los Cowboys y para el propio jugador encontrar un canje que conviniera.
Ojo, que tampoco es que nadie quisiera a Collins. Simplemente, buena parte de las razones por las que salió en corte tienen que ver con dólares, centavos y tope salarial para los Cowboys y para cualquier equipo interesado.
Williams ya encontró acomodo y bastante cómodo. Firmó contrato por dos años con los Dolphins y 14 millones de dólares. Sí, una buena cantidad para el jugador que más castigos cometió en la línea ofensiva de Dallas, en cantidad y calidad; es decir, en los momentos menos oportunos.
Los Cowboys tienen claro que cuando comience el campamento de pretemporada a fines de julio próximo Terence Steele llegará como e tackle derecho titular, después de que ha tenido la oportunidad que el ex entrenador Bill Parcells consideraba la más costosa, las repeticiones en día de partido.
Por una razón u otra, Steele prácticamente ha sido titular desde que llegó como novato agente libre antes de la temporada 2020, cuando abrió 14 juegos en reemplazo de Collins, quien estuvo toda la temporada en rehabilitación de operación de cadera.
En el 2021, Steele fue titular en 13 partidos, a partir del segundo cuando reemplazó por cinco juego de suspensión relacionados con violación a las reglas de sustancias prohibidas, a Collins. También jugó del lado izquierdo, como suplente de Tyron Smith, por lesión.
Steele mostró una mejora exponencial del primero al segundo año. Trabajó fuerte para lograrlo en todos aspectos. Tampoco es que los Cowboys tengan en él una garantía absoluta. Pero 27 partidos abiertos en sus dos primeras campañas valen muchas veces más que una selección de primera o segunda ronda.
Los esperan que Connor McGovern por fin de el brinco de calidad como guardia izquierdo que no vieron cuando tuvo la oportunidad de jugar como guardia izquierdo titular en cuatro partidos, cuando Williams colmó la paciencia por sus castigos al staff de entrenadores ofensivos.
Eventualmente, Williams tuvo que regresar a la titularidad y McGovern a sus labores de bloqueo auxiliar en buena parte alineando desde el backfield como fullback o en la línea como ala cerrada.
Sí, antes de que comiencen las preguntas y festejos, Isaac Alarcón juega de guardia izquierdo o al menos estuvo en esa posición el año pasado. Pero tiene que preocuparse primero por conseguir un lugar en el roster de los 53 jugadores activos, antes de pensar de pensar en otras cosas…
Los Cowboys además tienen que comenzar a pensar de manera seria en el reemplazo del tackle izquierdo Tyron Smith, de 31 años, quien no juega una temporada completa desde el 2015 por diversas lesiones, aunque con el común denominador del cuello.
Tyler Biadasz abrió como centro los 18 partidos del 2021, incluido playoffs, en apenas su segundo año en la liga. Sin embargo, sus detractores consideran que no es la solución que los Cowboys necesitan. Tal vez, el equipo piense similar, ya que intentaron convertir en centro a Williams y McGovern en algún punto de las dos temporadas anteriores.
Así, el único jugador que está en el más alto nivel y fue incluso considerado All-Pro en el 2021 es el guardia derecho Zack Martin. Pero ya tiene 31 años y los golpes empiezan a sentirse cada vez peor.
Parece que fue en otra vida que los Cowboys tenían la mejor línea ofensiva del mundo. La que ayudó a que DeMarco Murray y Ezekiel Elliott se convirtieran en líderes en yardas ganadas por carrera; la misma que ayudaba a que Dak Prescott pudiera plantarse para pasar y revisar todas sus opciones y la que provocó que quizá se hiciera costumbre que retuviera demasiado el balón.
Los Cowboys tienen que aceptar que hay que reconstruir la línea ofensiva a partir del draft, como hicieron cuando tuvieron el mejor de los éxitos en esas posiciones en la última época. Si quieren regresar a los tiempos en que firmaban linieros caros en agencia libre, sin gran éxito, sólo provocará problemas dentro y fuera del campo, si se considera además el tope salarial.
El problema es que los Cowboys aún tienen ventana de oportunidad con un backfield ofensivo joven y explosivo, que necesita más ayuda de su línea de inmediato.
Y los jóvenes linieros ofensivos siempre tendrán sus propios dolores de crecimiento, salvo que se apelliden Smith, Martin o Frederick…