FRISCO, Texas – Los Dallas Cowboys fueron exhibidos el domingo pasado en su estadio, aunque es discutible decir que fue ante su gente, con tanta afición tan visible y escandalosa de los Denver Broncos en el estadio.
Pero cuando comiencen la preparación formal para enfrenar a los Atlanta Falcons, también en su AT&T Stadium, eso debe quedar sólo como una gran lección, mala anécdota y seguir adelante, que ni siquiera han llegado a la mitad de su temporada regular, para bien o para mal.
Igual sucedía antes del juego contra los Broncos, en el que muchos aficionados, periodistas y tal vez hasta miembros de la organización ya estaban planeando su viaje a Los Ángeles en febrero para verlos en el Super Bowl.
A los Cowboys les quedan nueve partidos, con igual número de semanas para intentar primero clasificar a la postemporada, a partir del enfrentamiento contra los Falcons.
"Conozco de qué están hechos los jugadores y conozco la composición de nuestro staff (de entrenadores)", dijo el dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, este martes por la mañana a la estación de radio 105.3 FM The Fan Dallas. "Van a responder de la manera que nos gustaría que respondan. Hemos visto jugar a nuestro equipo mucho mejor que eso".
Los Cowboys tienen que ajustar posiciones y situaciones clave, que van desde los fundamentos hasta la ejecución; hay lugares específicos que deberían atender de inmediato esta semana.
El principal va más allá del desempeño de Dak Prescott y la ofensiva, donde es muy probable que por segunda semana consecutiva el tackle izquierdo titular sea Terence Steele, porque las opciones son pocas para reemplazar a Tyron Smith, quien está lastimado del tobillo.
El equipo tampoco puede darse el lujo de hacer cambios drásticos en la línea cada semana. La otra opción sería Ty Nsekhe, quien es poco probable que cambie la situación de manera radical. Sería mejor tratar de darle más ayuda a Steele o incluir a Connor McGovern como un bloqueador extra en ciertas situaciones del plan de juego.
"Más vale que tengas una respuesta para cada simple cosas que surgió en este partido porque seguramente las veremos en las próximas semanas", dijo el coordinador ofensivo Kellen Moore el lunes, en referencia a que los próximos rivales podrían tratar de asemejar sus planes de juego al de Denver. "Esta es una liga de imitaciones".
Es poco probable que el ataque de Dak Prescott, su impresionante grupo de receptores o sus corredores serán silenciados de manera consistente el resto del camino. Es imposible pensar por contexto que CeeDee Lamb y Amari Cooper tendrán tan mal partido, además de que Michael Gallup está listo para volver al campo este domingo para sumarse a Cedrick Wilson y Noah Brown.
Pero el real problema de los Cowboys esta semana será preparar y exigir más de su defensa, que el domingo anterior no fue "maquillada" por la ofensiva, que no los pudo salvar del caos contra Denver.
La defensa de los Cowboys permitió 190 yardas por carrera; casi 100 después del primer contacto. Y eso por supuesto que abre el juego por pase.
"Esas son cosas básicas y de fundamentos", dijo el entrenador Mike McCarthy. "Parecía que estábamos improvisando. Son cosas en las que siempre te enfocas… Simplemente, fueron más físicos que nosotros y eso no puede ser, no pueden ganarte de esa manera".
Los Falcons, que vencieron a los New Orleans Saints el domingo, tienen a la ofensiva trece en yardas totales por partido; 12 por pase y es la décimo segunda peor en puntos anotados por juego en lo que va de la temporada.
"Hay cosas que arreglar", reconoció el coordinador defensivo, Dan Quinn. "Y eso vamos a tratar de hacer, se los prometo al 100 por ciento. Es la lección que debes aprender si tiene un mal desempeño, de lo contrario no sirvió de nada".
"Así que debemos asegurarnos de estar listos para recurrir a la energía, esfuerzo y tenacidad el domingo".