Se pone color hormiga la recta final de la temporada regular 2016-17 luego de la victoria de los Vaqueros (12-2) por apretado marcador 26-20 ante unos otrora enrachados Bucaneros de Tampa Bay, y la también victoria 17-6 de los Gigantes de Nueva York (10-4) en su propia casa ante los Leones de Detroit.
El equipo de Jason Garrett de nuevo tiene el sartén por el mango, controlando su propio destino rumbo a un posible primer sembrado, tomando en cuenta la visita de los Leones en ocho días culminado así hoy una fila de cinco juegos consecutivos a nivel nacional en juegos de jueves, domingo y lunes. Por demás interesante es la viva posibilidad de ver por tercera ocasión al Big Blue ahora en la postemporada, luego de que los dos únicos descalabros del equipo de la estrella solitaria en temporada regular han sido a manos de los pupilos de Ben McAdoo.
La semana pasada ahora ya quedó en el pasado, con todo el ruido que generó una artera derrota ante los Gigantes más que nada por la inoperancia de Dak Prescott en el gélido pantano alrededor del MetLife Stadium. La llegada del bucanero mayor Jameis Winston, en momentos tosco e irreverente al público a diferencia del estilo controlado, sutil y medido de Prescott, era para echar al vuelo todo tipo de especulaciones en cuanto al mariscal de campo del equipo de la estrella solitaria. Como para no creerlo, de pronto un mal paso ante los Bucaneros y había quien estaba esperando el poder comenzar a gritar, "Romo ..... Romo ..... Romo ....." desde las gradas del AT&T Stadium.
Imagínese.
Pero el ahora mandamás de la ofensiva vaquera mostró quien es quien ante el universo de la NFL, apoyándose en un Ezekiel Elliott que de nuevo fue mucha pieza con sus 159 yardas en 23 acarreos con un promedio 6.9 yardas por acarreo, la más larga de 42 yardas. Hasta se dio el gusto de saltar en una de la ollas rojas gigantes del Salvation Army luego de su ingreso a las diagonales, válido para un castigo de quince yardas por celebración innecesaria que se cobrase en la patada de salida.
Victoria que fue oxígeno puro para todos en el plantel y aquí están para su consideración cinco momentos clave del cotejo.
Momento 1. La defensiva muestra el camino. Luego de un primer cuarto que terminó 3-0 a favor del equipo rojo con color cobre, los Vaqueros comenzaban el segundo cuarto con un intento de gol de campo de Dan Bailey de 27 yardas que pudo conectar para el 3-3. Válido señalar que Bailey falló un intento de 56 yardas en la primera serie ofensiva del juego, que se acumulaba al fallido intento de 55 yardas la semana pasada para cerrar la primera mitad ante los Gigantes. El puntapié de salida de Bailey ponía a los Bucaneros en primero y diez desde la 25 propia, y fue ahí cuando la defensiva de Rod Marinelli dijo "de aquí somos" con senda captura del liniero defensivo Terrell McClain causando balón suelto de Winston recuperado en la yarda 14 por el también liniero defensivo Maliek Collins, dejando un campo por demás corto para la ofensiva de Scott Linehan. En tercera y uno desde la cinco era el debutante Darren McFadden para tres yardas para el crítico primero y gol sirviendo la mesa para Elliott y su visita al fondo de la olla roja para poner el 10-3 en la pizarra.
Momento 2. Jamies Winston pierde la cabeza. La defensiva vaquera forzó el tres y fuera de los Bucaneros en la siguiente serie ofensiva y de ahí la ofensiva recibió la patada de despeje de Bryan Anger a la 36 propia. Con cuatro primeros y diez, dos en tercera oportunidad, en serie de 10 jugadas para 64 yardas y 5:13 del reloj, Dak Prescott entraba por el centro de la línea desde la dos para su sexta anotación por piernas de la temporada, mostrando de nuevo la sangre fría que hasta la 13 jornada en Minnesota había exhibido semana tras semana. La subsecuente patada de salida de nuevo tenía a los Bucaneros zarpando mar abierto desde su propia yarda 25, y luego de cuatro primeros y diez propios, tenían el balón en la yarda ocho de los Vaqueros. Una entrega al corredor Doug Martin resultó en una marea defensiva para pérdida de cinco yardas entre el liniero defensivo Benson Mayowa y el apoyador Justin Durant, y por razones que solamente el propio Winston pudiera explicar, el mariscal de campo de la caravela decidió golpear con el casco a la melee de cuerpos que rodeaba a su corredor. El castigo de rudeza innecesaria ponía el balón en segunda y gol desde la yarda 28 y tres jugadas después se conformaban con un gol de campo de Roberto Aguayo de 34 yardas para el 17-6, dejando dinero en la mesa.
Momento 3. Castigos costosos a la ofensiva. Para Scott Linehan era imperativo que su ofensiva volviera a carburar con su juego terrestre, pases a las bandas y trayectorias cortas en el centro del campo. El ritmo en la primera serie ofensiva fue frenético, con reuniones cortas y siendo agresivos, pero este ritmo se vio estropeado con un castigo del receptor abierto Vince Mayle y el resultado inmediato fue el intento fallido de Bailey. En total fueron ocho castigos que les costó 91 yardas en contra, y ya para el último cuarto este factor volvió a sentirse de una manera negativa. Con el marcador empatado a 20 por bando, una intercepción del profundo Jeff Heath servía la mesa en la yarda diez contraria, y en gran parte fue la presión desmedida sobre Winston que proveía el regalo pre-navideño. Dos jugadas después al son del adagio de ir a la yugular luego del error, un pase al corredor Lance Dunbar para anotación era nulificado por un uso ilegal de las manos en contra del tackle izquierdo Tyron Smith, para luego de dos pases cortos, tener que conformarse con el 23-20 luego de otro gol de campo de Dan Bailey, este de 38 yardas.
Momento 4. Balón suelto del hombre de acero. Con 9:35 restando en el reloj de juego y el marcador a su favor 23-20, la defensiva vaquera de nuevo se imponía forzando la patada de despeje, la tercera de cuatro de Anger en el juego. En primera oportunidad desde su propia yarda 41, Prescott encontraba a Jason Witten, que tuvo diez recepciones para 51 yardas, con pase de tres yardas pero un golpeo idóneo del apoyador Kwon Alexander, que por su parte tuvo 21 tackleos, causaba balón suelto recuperado por el también apoyador Lavonte David en la 45 de los Vaqueros. Notorio comentar que es solamente el quinto balón suelto en el largo historia del gran ala cerrada de los Vaqueros. Con el nervio de que un peligroso Jameis Winston y el receptor abierto Mike Evans se combinaran luego del error a la yugular, la defensiva azul y plata de nuevo abordó la nave pirata y fueron tres y fuera para la cuarta y última patada de despeje de Anger, esquivando así un cañonazo de la caravela bucanera. De ahí los Vaqueros se perfilaron en ocho jugadas, 81 yardas y 3:57 del reloj para el 26-20 con el cuarto gol de campo de Bailey, este de 33 yardas.
Momento 5.La tercera es la vencida. Parte de la consigna de las huestes de Rod Marinelli era el ejercerse ante la ofensiva contraria, y en gran parte lo lograron maniatando a Winston con tres intercepciones, solo 59 yardas en cuatro recepciones a Evans y 42 yardas en 16 acarreos del caballito de batalla terrestre Doug Martin. Ya sin tiempos fuera, restando 1:36 en el reloj de juego y el balón en la once propia, eran patadas de ahogado de los visitantes buscando el milagro decembrino. Como para ponerle moño al regalo, Winston buscó pase profundo al centro del campo con el receptor abierto Russell Shepard que fue interceptado por Orlando Scandrick para la estocada final, y muy representativo de un juego defensivo que ciertamente fue meritorio de consideración al elemento clave de esta victoria vaquera, junto con el regreso al orden del día de Prescott, que mostró ser de nuevo el indiscutible líder del equipo azul y plata.