FRISCO, Texas - Que si los Cowboys de nuevo no firmaron un gran nombre en la agencia libre... Que si sólo dejaron ir talento de ambos lados del balón sin mayores respuestas o que si Mike McCarthy esta en la silla caliente, después de que su primera temporada "normal" resultó en 12 victorias y título divisional...
Algunas de las respuestas y realidades de los Cowboys comenzarán a revelarse en una semana, cuando abran su campamento de pretemporada en Oxnard, California, por décimo sexta ocasión en los últimos 22 años.
Las expectativas parecen menores entre la afición de Dallas a estas alturas, comparado con la apertura de las prácticas del año anterior. Pero es probable que muchos se vayan a llevar una sorpresa, a partir del 11 de septiembre que llegue la patada de salida inaugural de la temporada.
Los mejores refuerzos de los Cowboys son los que no hicieron; los que evitaron en medio de la presión y a pesar de contar con espacio en un tope salarial; algo que sucede poco en esta organización.
Los Cowboys apostaron con razón por la continuidad y el desarrollo de su propio talento, equipado y desequipado.
El principal refuerzo llegó desde la temporada pasada y se llama Dan Quinn, el coordinador defensivo, a quien convencieron de rechazar al menos una oferta para volver al puesto de entrenador en jefe, que tuvo durante cinco años con los Atlanta Falcons, a los que llevó incluso a un Super Bowl.
Los Cowboys tendrán por segunda temporada seguida al mismo coordinador defensivo; el que logro casi lo imposible: Convertir a una unidad que fue la peor en la historia de la franquicia en el 2021, en una de las mejores; el que consiguió entregas de balón, encabezadas por las intercepciones, que se habían hecho míticas, por evidente inhabilidad de plan de juego.
Dallas fue líder en recuperación de balones del rival con 34 y en touchdowns defensivos, seis, apenas meses después de que Mike Nolan parecía haber creado un hoyo difícil de tapar, aunque habrá que darle el beneficio del "año de la pandemia" en el que llegó a un equipo con una defensa rota y en la que no tuvieron programa de receso de temporada, antes del campamento por el virus del Covid-19.
De cualquier manera, su desempeño en los partidos fue terrible desde cualquier punto de vista, además de que perdió toda credibilidad entre sus líderes defensivos desde que la temporada ni siquiera había llegado a la mitad.
Quinn en cambio se ganó rápido el respeto de veteranos y jóvenes. Fue capaz de ajustar sus sistemas y plan de juego a las características de sus jugadores.
¿Qué otro coordinador recién llegado hubiera apostado por jugar como titular a Micah Parsons, de ala defensiva, cuando fue el linebacker All-American elegido en la primera ronda del Draft?
Quinn se la jugó porque sus entrenados se la jugaban con él cada semana. Parsons en este ejemplo fue un fenómeno que terminó como Novato del Año, sin competencia real dado su desempeño, y segundo en la votación para Defensivo del 2022 en la NFL.
Dan Quinn convirtió a Trevon Diggs en un esquinero capaz de hacer jugadas. Le dio confianza para que fuera por el balón, a pesar de que sabían que a cambio iba a sufrir pases completos de los receptores a su cargo.
Diggs y Parsons fueron considerados All-Pro; un honor que en la última década prácticamente había quedado concedido en la liga a linieros ofensivos de los Cowboys.
Pensar que un defensivo fuera elegido en el Equipo Ideal de la NFL era peor que un sueño "guajiro".
Todos los jugadores defensivos que Dallas recluto en el draft 2021 y puso en manos de Quinn, tuvieron participación significativa de juego, al menos en equipos especiales.
Algunos veteranos de Cowboys y recién llegados vivieron años de carrera, como por ejemplo el ala defensiva Randy Gregory y el safety Jayron Kearse, a quien también se atrevió a usar como linebacker en situaciones que requerían mayor velocidad.
Ahora toda esa defensa, aunque sin Randy Gregory, quien prefirió firmar contrato en Denver, tendrán su segundo año bajo el mismos sistema y preferencias de Quinn, sin tener que aprender de alguien nuevo.
Esa química y resultados que consiguió Quinn motivaron a que DeMarcus Lawrence, de quien parecía inevitable su salida, aceptara una reducción salarial, que por otro lado, casi garantiza que juegue su carrera completa en Dallas. Eso jamás hubiera sucedido, si no pensara que con su coordinador actual puede aspirar de nuevo a ser un jugador élite en su posición.
Si hubiera salido al mercado, hubiera firmado por mucho más dinero, a pesar de que hace tres temporadas que no supera las 6.5 capturas. Pero sabe que puede ser parte de una defensa especial en The Star.
Los Cowboys también tienen buenas razones para pensar que la continuidad de Dan Quinn en la defensiva haya sido el refuerzo que pueda llevarlos al siguiente nivel con la esperanza de que el legendario mito de que "las defensas ganan campeonatos" pueda convertirse en realidad.
Y eso está por comenzar a verse dentro unos cuantos días...