Dallas fue derrotado 24-13, ante un equipo de Seattle que venía iniciando su semana 3 con un récord 0-2. No obstante, el mariscal de campo Russell Wilson fue capaz de mover a su ofensiva (con gran ayuda de su defensa) y ganar la batalla entre quién puede anotar más puntos.
Seattle limitó a los Cowboys a una sola anotación de touchdown y dos goles campos. El juego aéreo de Dallas nunca logró tomar ritmo y el juego terrestre no fue lo suficiente.
Ezekiel Elliott
Registró 127 yardas en 16 acarreos, para un promedio de 7.9 yardas por carrera. Estadísticamente sus números fueron muy buenos, pero desafortunadamente cometió dos errores que salieron costosos para los Cowboys: la anulación de un touchdown y un balón suelto que fue recuperado por Seattle.
Elliott hubiese anotado un touchdown de 31 yardas para empatar el marcador, pero pisó fuera de la línea lateral antes de atrapar el balón, lo que anuló la jugada y condujo a un gol de campo.
"Cuando tienes ese balón en tu mano, llevas al equipo en tu mano", dijo Elliott. "El yo ser un líder en el equipo, yo siendo un mejor jugador en este equipo, tengo que hacer un mejor trabajo cuidando el balón. Eso nos costó el juego.
"Hoy tuve un mal rendimiento. Hice bien en el juego terrestre. Pero en general dejé caer el balón".
Elliott se echó la culpa encima, diciendo que la derrota fue por causa de él, pero la realidad es que hubo muchos culpables.
Dak Prescott
El mariscal de campo otra vez mostró la incapacidad de mover a su ofensiva. Sus pases siguen siendo inconsistentes y se vio afectado por la presión de la defensa de Seattle. Completó 19 de 34 pases para 168 yardas, conectó con el receptor Tavon Austin en un pase para touchdown, y sufrió dos intercepciones que no necesariamente fueron su culpa ya que en ambas ocasiones el balón rebotó de sus receptores.
"Esa derrota fue por mí. Tengo que ser más preciso. Tengo que ser más consistente en lanzar los pases. Tenemos que abrirnos", dijo Prescott. "Simplemente tenemos que hacer un mejor trabajo como ofensiva, pero eso comienza conmigo".
No sólo se trata de la inconsistencia del juego aéreo sino que también de la inhabilidad de poder convertir en el tercer intento.
"Tengo que mirar la cinta y ver cuál es exactamente el motivo antes de tratar de identificar una parte específica de nuestro juego o nuestra ofensa para saber por qué los terceros intentos no funcionaron, pero nosotros tenemos que hacer un mejor trabajo en convertir esos tercer y cortos y mantenernos en tercer y corto y no necesariamente en tercer y largo".
Earl Thomas
De manera irónica, el codiciado profundo de Seattle se robó el show. Fue el mejor jugador del juego. Ambas intercepciones de los Cowboys fueron hechas por Thomas, quien ha sido tópico de casi cada conversación relacionada a los Cowboys desde el inicio de la temporada baja – luego de que Thomas pidiera ser canjeado a Dallas el diciembre pasado.
Thomas mostró claramente el por qué merecer ser mejor valorado. Su velocidad, sus instintos y su habilidad de atrapar balones son unas de las muchas cualidades que lo hacen ser el gran jugador que es… alguien que realmente puede/sabe marcar la diferencia en el juego.
Randy Gregory
Un castigo de Gregory causó que los Seahawks anotaran 3 puntos. El ala defensiva decidió pegarle en la cara a uno de los linieros ofensivos de Seattle con sólo cinco segundos restantes en el segundo cuarto. El castigo movió el balón 15 yardas hacia la zona de anotación, permitiendo que Seattle anotara un gol de campo de 47 yardas, cambiando el marcador a 17-3 justo antes de entrar a medio tiempo.
Lesiones
El apoyador Sean Lee volvió a lastimarse el tendón de la corva luego de ya haber empezado a sentir molestias a finales del partido ante los Giants. Lee dijo que se sintió bien durante la semana, pero el tendón comenzó a molestarlo otra vez en la segunda mitad del partido contra los Seahawks. No obstante, terminó empatado en primer lugar con la mayor cantidad de tacleadas (11) y registró media captura. Lee dijo que será reevaluado esta semana.
A pesar de ambos haber regresado al campo, los profundos Kavon Frazier (hombro) y Jeff Heath (tobillo) salieron del juego momentáneamente luego de haberse lastimado.