Hola amigos,
Sé que he estado repitiendo lo mismo semana tras semana, acerca de la buena energía y el positivismo que tiene el equipo de los Cowboys pero esta sexta derrota consecutiva, fue como quien dice "la gota que derramó el vaso."
Ni una, ni dos, ni tres, ni cuatro, y ni hasta cinco derrotas habían sido lo suficiente como para poner al equipo de mal humor. Siempre mantenían una buena actitud, con la frente en alto y listos para seguir luchando hacia delante, pero ya toda esa actitud cambió.
Esta sexta derrota ha transformado un ambiente tranquilo a un ambiente bastante incomodo y desagradable. Todos, incluyéndome a mi, nos sentimos con mucha frustración y con mucha desesperación. No es fácil ser testigo de seis derrotas consecutivas, especialmente cuando sabes que tienes un gran equipo, lleno de buenos jugadores que tienen potencial de triunfar.
¿Por qué se pusieron las cosas color de hormiga roja?
Bueno, me imagino que a estas horas ya han de haber leído o escuchado por algún lado, acerca del lio que se armó entre Dez Bryant y dos reporteros dentro del vestidor de los Cowboys en Valley Ranch.
No fue una situación muy agradable de presenciar pero para hacer la historia corta, Dez Bryant insultó a los reporteros porque está cansado de que los medios hablen mal de equipo y que lo hagan ver a él como si fuera un mal ser humano.
Bryant de por sí ya estaba molesto con un periodista de ESPN, Jean-Jacques Taylor, por una columna que había escrito acerca de él. Luego de un fuerte intercambio de palabras, las cosas empeoraron por un supuesto comentario racista por parte de Taylor hacia Devin Street. Ninguna otra persona que estaba ahí alrededor llegó a escuchar dicho comentario así que no sabemos si ocurrió o no.
Pero ahí no quedó la cosa. Luego otro reportero, Robert Klemko de Sports Illustrated, escribió en Twitter una pequeña porción de lo que Bryant había estado gritando y ahí fue cuando empeoraron las cosas. Cuando Bryant vio el Tweet, explotó del enojo y confrontó a Klemko. Klemko se quedó callado, luego vinieron los de relaciones públicas y trataron de calmar las cosas. El entrenador Garrett entró al vestidor por unos segundos a ver que era lo que estaba pasando y ya después Bryant se fue del vestidor por unos minutos, regresó con música a todo volumen, agarró un par de cosas y se fue.
No ocurrió nada de violencia física, sólo fue un momento de desahogo. Claro, Bryant debió de haberse controlado un poco y no haber hecho tanto escándalo pero a la misma vez, lo entiendo completamente. Bryant es un jugador súper apasionado, dentro y fuera del campo de juego. Me imagino que no ha de ser fácil tener un montón de gente criticándote y tratándote de hacer quedar mal en el ojo del publico, pero eso es parte de este negocio. Por lo que vi, siento que Bryant sólo quiere limpiar su imagen, defenderse, y demostrar que él no es una mala persona o un mal jugador, como supuestamente los "medios" lo quieren hacer ver.
Ni modo, si de algo estoy segura es que nada de esto hubiese ocurrido si no estuviéramos 2-6.