Derrotar a uno de los principales contendientes de la NFC iba a ser un desafío difícil incluso cuando los Cowboys estaban completamente sanos. Dado que Dallas no contaba con varios titulares clave en la defensa, la cuesta era mucho más empinada de escalar.
Así que el hecho de que Dallas cayera ante los Detroit Lions, 47-9, tal vez no fue una verdadera sorpresa. Los visitantes fueron demasiado para superar, simplemente dominando la línea de golpeo en ambos lados del balón en la paliza. El déficit de 38 puntos fue la peor derrota en casa para los Cowboys en su historia en el AT&T Stadium.
El mariscal de campo de Detroit, Jared Goff, tuvo un gran día contra la anémica defensa de los Cowboys. Completó el 72 por ciento de sus intentos de pases para 315 yardas, tres touchdowns y cero intercepciones para un índice de pasador casi perfecto de 153.8.
Y si no estaba destrozando a los hombres de Mike Zimmer, el juego terrestre de los Lions los estaba superando. El dúo de corredores de Detroit, David Montgomery y Jahmyr Gibbs, se combinó para 143 yardas terrestres, mientras que el equipo en su conjunto promedió 5.1 yardas por acarreo para un total de 184 yardas.
Si los Cowboys querían tener alguna esperanza, Dak Prescott y la ofensiva necesitaban ser casi perfectos. Pero no lo fueron. Bajo presión durante todo el día, el mariscal de campo de Dallas fue capturado cuatro veces, lanzó dos intercepciones y completó solo el 51.5 por ciento de sus pases para 178 yardas, un índice de pasador de apenas 42.2.
Y el ataque terrestre de Dallas fue prácticamente inexistente. Rico Dowdle encabezó el club con solo 25 yardas en cinco acarreos, pero como equipo, los Cowboys totalizaron 36 yardas terrestres, con un promedio insignificante de 2.8 yardas por acarreo.
En general, los Lions superaron a Dallas, 492 yardas contra 251, dominaron el tiempo de posesión, 34:43 contra 25:17, y registraron cinco recuperaciones de balón mientras que los Cowboys no pudieron conseguir ninguna.
La única duda ahora era qué tan malo sería el resultado final. Antes de este juego, la peor derrota para el equipo en el AT&T Stadium había sido un déficit de 28 puntos, una derrota por 31-10 ante los Arizona Cardinals el 19 de octubre de 2020.
Esa marca fue superada a menos de tres minutos del último cuarto. Detroit pateó un gol de campo de 33 yardas al comienzo del cuarto, al que siguió otra intercepción de Branch. No consiguió el touchdown para touchdown, pero devolvió el balón a la yarda 4 de Dallas. En la siguiente jugada, Goff lanzó un dardo a Amon-Ra St. Brown en el pilono derecho para el touchdown y la ventaja de 47-9.
Con eso, el día de Prescott terminó. Nuevo mariscal de campo, mismo resultado. Cooper Rush entró y llevó a los Cowboys a la zona roja, un primero y gol en la yarda 6. Pero en cuarta oportunidad, Rush lanzó un pase corto a Turpin, pero el balón fue interceptado por el safety Kerby Joseph.
Detroit logró recuperar un balón suelto más, esta vez el linebacker Malcom Rodríguez aterrizó sobre el pase de Turpin, pero afortunadamente la oleada de anotaciones había llegado a su fin.
Los Cowboys ahora llegarán a su semana de descanso con un récord de 3-3, todavía en la búsqueda del título de la NFC Este y con algunos de sus jugadores lesionados a punto de regresar. Pero no hay duda de que queda mucho trabajo por hacer.
