(Nota: El artículo original fue escrito por Kurt Daniels, escritor para DallasCowboys.com, y traducido al español para SomosCowboys.com)
¿Se parecían los Dallas Cowboys al equipo que logró seis victorias consecutivas al principio de la temporada? Ciertamente no.
¿Se llevarán una victoria 27-17 sobre los New Orleans Saints en su tercer juego en 12 días y en uno de los lugares más difíciles para jugar? Puedes apostar que lo harán.
Necesitando desesperadamente un impulso de confianza después de perder sus dos últimos partidos, los Cowboys se ganaron la victoria en Nueva Orleans. Y lo hicieron sin el entrenador en jefe Mike McCarthy, quien no pudo viajar después de entrar al protocolo de COVID-19. Por lo que el coordinador defensivo Dan Quinn se hizo cargo del rol a nivel de cancha.
A pesar de la ausencia de McCarthy, algunos refuerzos necesarios regresaron para este enfrentamiento en horario estelar: el ala defensiva DeMarcus Lawrence, que había estado fuera desde la Semana 1 con una fractura en el pie, y los receptores abiertos Amari Cooper y CeeDee Lamb. Cooper se perdió los dos juegos anteriores después de ser colocado en la lista de reserva de COVID, mientras que Lamb tuvo que sentarse la semana pasada mientras se recuperaba de una conmoción cerebral.
Pero incluso con sus dos mejores receptores abiertos, la ofensiva de los Cowboys luchó por encontrar un ritmo constante, especialmente en la primera mitad. Dak Prescott terminó con 238 yardas aéreas y un touchdown e intercepción para un índice de pasador de 79.0.
Y una vez más, el juego terrestre fue impredecible. Tony Pollard tuvo una carrera de 58 yardas y Lamb una de 33 yardas. Pero si eliminas esas dos carreras, Dallas solo logró acumular 55 yardas en 22 intentos, un promedio de 2.3 yardas por acarreo.
Afortunadamente, la defensiva de los Cowboys hizo lo necesario. El mariscal de campo de los Saints, Taysom Hill, lanzó para 264 yardas y corrió para otras 100, pero la secundaria de Dallas registró cuatro intercepciones en la noche para mantener el daño al mínimo. Como resultado, los Cowboys mantuvieron a un oponente por debajo de los 20 puntos por quinta vez esta temporada.
Primer cuarto
Ninguno de los equipos pudo hacer mucho en la ofensiva en el primer cuarto. Después de que el ex pateador de los Cowboys, Brett Maher, falló un intento de gol de campo de 56 yardas, Dallas se preparó con una posición de campo decente en su propia línea de 46 yardas.
Sin embargo, los Cowboys no consiguieron ningún punto. Prescott no pudo conectar con Lamb quien estaba abierto por el medio.
Cooper se encargó de hacer que Dallas empezara a moverse. Siendo usado con moderación después de ser activado de la lista de reserva de Covid el día anterior, el receptor estrella le dio un impulso a los Cowboys tras una recepción de 41 yardas hasta las 36 de Nueva Orleans. Tres jugadas más tarde, Prescott lanzó un pase lateral a Lamb, quien cortó a través de la defensa de los Saints para una ganancia de 33 yardas.
Eso dejó a Michael Gallup para rematar las cosas, ya que hizo una atrapada sensacional en la esquina trasera derecha de la zona de anotación, poniendo ambos pies en el suelo para el touchdown y una ventaja de 7-0.
Segundo cuarto
Los Saints no perdieron tiempo para empatar el marcador, marchando 75 yardas en siete jugadas en su posesión subsiguiente. Hill completó 27 y 9 yardas y corrió para otras 9. Luego conectó con Lil'Jordan Humphrey en una ruta cruzada, y el receptor llegó a la zona de anotación para el touchdown de 24 yardas.
Sin embargo, Dallas brindó lo más destacado durante el resto del cuarto. El equipo respondió con un gol de campo de 55 yardas para retomar la delantera después de que Prescott completara cuatro pases con cuatro receptores diferentes para entrar en el rango del pateador Greg Zuerlein. Luego, Jayron Kearse hizo una intercepción sobresaliente en la línea de 5 yardas de los Cowboys para detener una serie de los Saints.
Los 2:13 restantes en la mitad fueron, por supuesto, mucho tiempo para la ofensiva apresurada de Dallas. Un par de castigos de los Saints ayudaron a la causa, llevando a los Cowboys a anotar un gol de campo de 34 yardas, dándole al equipo una ventaja de 13-7 en el descanso.
Tercer cuarto
Desafortunadamente, Dallas no pudo llevar ese impulso a la segunda mitad. Al obtener el balón para abrir el tercer cuarto, los Cowboys salieron del campo rápidamente, dándole a los Saints el control en su propia yarda 21.
Detrás de las cuatro carreras de Hill para 42 yardas, New Orleans se movió hasta la yarda 24 de Dallas. Pero allí el equipo local se estancó y Maher salió para un gol de campo de 42 yardas, su patada fue buena para reducir la ventaja de los Cowboys a tres.
Sin embargo, un juego terrestre que había hecho poco o nada hasta ahora, finalmente obtuvo la chispa que necesitaba. Con los Cowboys enfrentando una segunda y 10 en su propia yarda 42, Pollard recibió el balón y explotó alrededor del lado izquierdo, corriendo por la línea lateral para un touchdown de 58 yardas.
Último cuarto
El centro del escenario en el último cuarto fue la defensa de Dallas, ya que dos despejes consecutivos de New Orleans fueron seguidos por tres intercepciones de los Cowboys. El profundo Damontae Kazee logró su segunda intercepción del año. El esquinero Trevon Diggs luego saltó para su novena intercepción de la temporada, líder en la liga.
La ofensiva de los Cowboys no pudo hacer nada con las dos primeras intercepciones, por lo que la defensa decidió tomar el asunto en sus propias manos. Y los puntos vinieron de la persona más improbable cuando el tackle defensivo Carlos Watkins atrapó un pase de Hill en la línea de golpeo y luego corrió 29 yardas hasta la zona de anotación para el primer touchdown de sus cinco años de carrera.
Con una ventaja de 17 puntos, el juego estaba bien controlado, aunque los Saints trataron de hacer las cosas un poco interesantes. En su siguiente posesión, Hill conectó con el receptor Deonte Harris, quien luego se liberó para un touchdown de 70 yardas.
Pero la patada lateral fue recuperada por Dallas, y después de un primer intento de Ezekiel Elliott, los Cowboys pudieron correr el reloj, ya listos para un descanso muy necesario antes de jugar partidos consecutivos como visitantes contra los rivales de la NFC Este, Washington y los Giants.
