ARLINGTON – Los Cowboys anotan puntos de todas las formas ofensivas, sin importar que enfrente esté la mejor defensa del comienzo de temporada, la de los Carolina Panthers.
Los Cowboys ganaron 36-28 a los Panthers para sumar tres victorias seguidas y dos con marcadores que no reflejan el dominio que tuvieron en el campo de juego.
Los Cowboys mueven el balón y anotan con diversos receptores cada semana, como sucedió este domingo con Amari Cooper, Cedrick Wilson, Blake Jarwin y Dalton Schultz. La única constante fue de nuevo el corredor Ezekiel Elliott.
Dak Prescott sólo tuvo que lanzar 188 yardas y por supuesto que sus cuatro touchdowns, porque de lo demás se encargó Elliott con 143 yardas por carrera en 20 acarreos, un touchdown y cualquier cantidad de bloqueos cuando su quarterback estuvo bajo presión.
Su compañero de carreras, Tony Pollard, otra vez superó las 60 yardas (67) y fue suficiente para que la defensa de los Panthers, que era la mejor en yardas totales permitidas, contra la carrera y el pase, antes de llegar al AT&T Stadium.
Los Cowboys avanzaron 433 yardas totales, incluidas 245 por carrera.
"Son una buena defensa", dijo Elliott. "Te ponen diferentes frentes. Corren un montón de cosas diferentes y te cambian sobre la línea los vistazos. Pero no habían visto una ofensiva como la nuestra esta temporada".
La defensa de nuevo permitió demasiadas libertades, pero también otra vez, entre el esquinero Trevon Diggs, el safety Jayron Kearse y el linebacker Micah Parsons hicieron las jugadas cuando se necesitaban.
Diggs interceptó dos pases en el tercer cuarto, que fueron claves para sentenciar casi desde entonces el juego, a pesar de que el esquinero de segundo año tenía molestias en la parte baja de la espalda que provocaron que saliera en el último cuarto, cuando los Cowboys pensaron que el juego estaba decidido.
Diggs encabeza la liga con cinco intercepciones y es el primer jugador de los Cowboys que intercepta en los primeros cuatro partidos de una temporada desde 1970.
Además, se está reafirmando como el esquinero élite que los Cowboys han buscado por años y a las que las ofensivas rivales temen pasar contra él. De acuerdo a estadísticas del equipo, la ofensiva de los Eagles, la semana anterior, sólo lanzó seis pases en donde él era el defensivo más cercano, y sólo completaron uno. Fue nombrado el Jugador Defensivo del Mes en la Conferencia Nacional.
"Jugador del Mes, trabajando en su segundo mes de la temporada", bromeó el entrenador Mike McCarthy. "Está jugando con una confianza fenomenal. Obviamente es una gran responsabilidad cubrir al receptor principal del oponente. Hoy nos dio otra dos jugadas grandes cuando las necesitábamos en la segunda mitad".
La línea defensiva también ayudó como pocas veces en los últimos tiempos. Puso cinco capturas, entre ellas dos de Randy Gregory, quien jugó con molestias en un tobillo.
Los Cowboys supieron levantarse de un medio tiempo en el que perdían 14-13, cuando parecía que la ofensiva de Sam Darnold era una pesadilla.
Darnold corrió para otros dos touchdowns y pasó para otras dos anotaicones al receptor D.J. Moore, quien terminó con 113 yardas.
Pero la presión de la defensa de los Cowboys terminó por dar resultados e influyó en esas dos intercepciones que sellaron el juego temprano.
Los Cowboys llegaron a tres victorias consecutivas y el próximo domingo reciben su tercer partido seguido; esta vez a los New York Giants.
"Sabíamos que era muy importante comenzar la temporada ganando, después de todo lo que sucedió el año pasado", dijo McCarthy. "Pero más importante ganar aquí en casa estos tres tan temprano en la temporada".