Dak Prescott y el equipo que ahora comanda demostraron que no hay ninguna razón de dudar de la supremacía de esta edición 2016-17 del equipo de la estrella solitaria luego de la jornada 11 de la NFL.
Claro, nunca hay que andarse por las ramas cuando todavía es un miércoles de una semana de siete días. O sea, le queda mucha cuerda a esta temporada regular, y con un publico bastante callado en momentos en el AT&T Stadium, estos Cowboys pudieron por fin romper la racha de derrotas ante los Ravens luego de cuatro descalabros, y con un tiempo de posesión de 20:09 a 9:51 en la segunda mitad demostraron que la tónica de este grupo está del lado ofensivo el balón.
Los Cowboys solamente tuvieron tres posesiones en la segunda mitad. Diez jugadas para 5:49 del reloj para una anotación, trece jugadas para 7:54 para una anotación y otras trece jugadas para 6:26 para un gol de campo de Dan Bailey para sellar la victoria.
Básicamente eso lo dice todo. Controla la línea de golpeo, mueve las cadenas y deja a un lado la necesidad, o necedad, de jugadas espectaculares siempre y cuando haya resultados como estos 17 puntos donde los Cowboys dejaron a un lado a su némesis.
Momento 1. Se cerró el drama. Luego de un primer cuarto errático por parte del ahora mariscal de campo titular del equipo de la estrella solitaria, la sombra de un vestido Tony Romo no fue razón para andarse preocupando. Ya en el segundo cuarto forzando una patada de despeje de los Ravens y el balón en la 48 de su propio campo, Prescott armó serie de seis jugadas cruzando 52 yardas culminando con un pase al puro estilo de cirujano con Cole Beasley para empatar el marcador a siete por bando. Lo interesante de todo esto fue que luego de dos castigos consecutivos de linieros ofensivos que pusiera el balón en su propia 28 en primera y 30 por avanzar, pudieron mover el ovoide con singular alegría para entrar a las diagonales. No hay duda que el pase en tercera y seis para Brice Butler cruzando 41 sendas yardas fue artífice de esta serie ofensiva.
Momento 2.A mover el balón. Los Ravens decidieron entregar el balón luego de ganar el volado inicial para asegurar la posesión en la segunda mitad y así comenzando el tercer período la defensiva de Rod Marinelli los forzó a patear de despeje neutralizando así la estrategia decidida. De ahí se pudo ya ver la tónica de estos Cowboys de Dak Prescott tomando el balón en su propia yarda ocho para ocupar diez jugadas y esas 92 yardas culminando en pase de cuatro yardas para un sediento Dez Bryant para la anotación que comenzaba a cambiar la marea el juego en el AT&T Stadium de la ciudad de Arlington, Texas.
Momento 3. De nueva cuenta el bueno. El hombre de la equis se volvería a aparecer en escena, y con alevosía y ventaja, como dicen en las cantinas en nuestros lugares predilectos. Ya en el tercer cuarto esta defensiva del pimentoso Rod Marinelli forzaba patada de despeje de Steven Koch para comenzar ofensiva vaquera encajonados en la ocho de su propio campo. Aquí fue cuando se mostró de que está hecho este equipo de los Dallas Cowboys, edición 2016-17. No sólo usaron a un Ezekiel Elliott como el caballito de batalla, pero también combinaron al Mr. Cowboy Jason Witten para eventualmente entrar a las diagonales con pase de cuatro yardas a Dez Bryant donde el esfuerzo delató el seguir siendo un verdadero protagonista de esta temporada mágica.
Momento 4. Cuidado con los errores. Con el marcador 24-10 a favor de los de casa, tal parecía que simplemente era no pegarle a un poste y se tendría el resultado que se buscaba desde un principio. El propio Rod Marinelli se pasmó cuando su liniero defensivo Tyrone Crawford se enredó con la mascarilla del propio Joe Flacco para un castigo de conducta antideportiva que le da vida a los Ravens y a fin de cuentas resultó en un pase de anotación al gran Steven Smith Sr. Con el marcador 24-17 de pronto parecía tiempo de preocupación.
Momento 5. La daga final. El equipo de Dak Prescott se ha distinguido en una cosa. Dominar la línea de golpeo. Con serie de 13 sendas jugadas y acaparando 6:26 de tiempo corrido los Cowboys pudieron solventar el juego. La jugada clave fue el pase a Cole Beasley que mantuvo viva la ofensiva para culminar con patada de gol de campo de Dan Bailey y sellar la victoria.