FRISCO, Texas – Dos partidos en los que permitieron casi 500 yardas terrestres –en casa–, un lugar donde los Cowboys han sido dominantes en los últimos dos años.
Y, sin embargo, fueron arrasados en el terreno de una manera que pone a prueba no solo su talento, sino también su orgullo.
Eso por sí solo hace que Micah Parsons diga que ya es suficiente.
"Me siento como un competidor, en algún momento tienes que ser lo suficientemente orgulloso como para decir: 'No voy a permitir que esto me pase a mí'", dijo Parsons el martes en el vestidor. "Siento que algunas personas simplemente están permitiendo que sigan recibiendo golpes en la cara. ¿Cuándo te vas a poner de pie?"
El momento perfecto para eso sería el jueves por la noche, cuando los Cowboys jueguen contra los New York Giants, que llegan al juego con un récord idéntico de 1-2 tras haber vencido a los Browns como visitantes, la misma victoria que los Cowboys tienen hasta el momento.
Pero por alguna razón, no parece que los Giants tengan el mismo tipo de preguntas sobre su equipo, especialmente una defensa que fue dominante sobre los Browns, consiguiendo nueve capturas y 17 presiones al mariscal de campo.
Pero sí, los Cowboys lucieron bastante impresionantes contra los Browns también en la Semana 1. De hecho, Parsons tuvo uno de los mejores juegos de su carrera, registrando una captura y 11 presiones sobre Deshaun Watson en una victoria de 16 puntos.
Desde entonces, la defensa ha lucido todo lo contrario. De hecho, ha sido bastante mala, ya que ahora ocupan el último lugar en la NFL en defensa terrestre, permitiendo 185.7 yardas por juego, incluidas 273 la semana pasada contra los Ravens.
Parsons dijo que el objetivo sigue siendo el mismo esta semana: "tenemos que salir y dominar".
Pero para hacer lo que mejor sabe hacer -presionar al mariscal de campo- Parsons dijo que los Cowboys deben atraparlos en situaciones de pase. Y para hacer eso tienen que ser capaces de detener la carrera.
"La gente tiene que pasar el balón", dijo Parsons, cuando se le preguntó por qué las presiones han bajado en los últimos dos juegos. Parsons ha presionado solo tres veces en cada una de las últimas dos semanas después de las 11 que tuvo en Cleveland.
Parsons fue muy expresivo después de la derrota de los Ravens, hablando sobre la falta de responsabilidad de algunos de sus compañeros de equipo. Cuando se le preguntó si siente que el resto de los jugadores han recibido el mensaje, dijo que no es fácil de medir en este momento.
"Todos lo dicen, pero tenemos que ver qué sucede el jueves", dijo Parsons. "Es muy difícil de decir. Todos asienten con la cabeza en señal de acuerdo. Ya veremos".
Con 1-2, se le preguntó a Parsons sobre el juego de los Giants como un raro juego "imperdible" en septiembre.
"Siento que cada juego es imperdible", dijo. "Los últimos dos años, estuvimos a un juego del sembrado número 1. Creo que cada juego tiene la misma importancia. Pero creo que me gustaría que la pelota volviera a rodar. Tenemos que volver a la senda de la victoria y poner la pelota en marcha".
Y aunque cada temporada es diferente, tal vez jugar contra los Giants ayude a los Cowboys a lograr justamente eso, considerando que han ganado 12 de los últimos 13 enfrentamientos, incluyendo una victoria por 40-0 y 49-17 la temporada pasada.
Pero, de nuevo, el pasado es el pasado. Porque si Parsons y los Cowboys están decididos a dejar atrás los últimos dos partidos, las últimas temporadas también están muy lejos.
