Con la espalda contra la pared en la víspera de apenas esta tercera jornada, el equipo de Jerry Jones pudo mover el balón viniendo de atrás ante un en momentos errático equipo de Arizona con marcador final de 28-17 bajo el domo del desierto.
No hay duda que Dak Prescott montó a su equipo en su espalda, donde el momento clave fue al finalizar el segundo cuarto cuando cargando la losa en jugada personal desde la yarda diez local voló de manera dramática al puro estilo de una maroma circense para empatar el marcador a siete por bando.
Lo que no se pudo hacer la semana pasada fue la sombra sobre Prescott, Ezekiel Elliott, la línea ofensiva y el propio Dez Bryant, durante una larga semana de preparación para el viaje al desierto. Hace siete días fueron 50 pases, en esta fueron escasos 18 completando 13 con dos anotaciones por aire presumiendo un rating de 141.7, mientras que por su lado Carson Palmer lanzó 48 pases con dos para anotación, siendo la diferencia las seis capturas al mariscal de campo local.
Por su lado, Elliott fue factor con 22 acarreos para 80 yardas y su primera visita a las diagonales en la joven temporada que le daba los 28 puntos a su causa con escasos minutos restando en el encuentro. Bryant y Brice Butler asimismo entraron por la puerta grande para dar fe de que la ofensiva de Scott Linehan pudo volver a la vida.
De nueva cuenta los Vaqueros cascabelearon luego de que Arizona abrió con serie ofensiva de ocho jugadas para 82 yardas que culminó con pase de 25 yardas de Palmer para Jaron Brown y la respuesta inmediata de los visitantes fue otro tres y fuera en su primera posesión del juego.
El peso de la experiencia en Denver se volvía a sentir, pero en esta ocasión la defensiva de Rod Marinelli decidió armarse de valor en momentos, con Demarcus Lawrence siendo artífice con tres capturas para llegar a siente en la temporada, Maliek Collins otras dos y una para Tyrone Crawford.
Los errores también hicieron presa de los pajarracos, abriendo el segundo cuarto con pase de anotación para Brown que fue nulificado por un uso ilegal de las manos del tackle ofensivo Jared Veldheer. Dos jugadas después el veterano de mil batallas Phil Dawson erraba intento de gol de campo de 36 yardas para mantener la ventaja en solo siete puntos.
Estos Cardenales comenzaron a batallar a la ofensiva, siendo nulificados por esta defensiva en momentos agresiva y ahora si atentos a la manera básica de concluir las jugadas del rival con tackleos certeros entre los apoyadores Sean Lee y Jaylon Smith, con mención honorífica para el esquinero Jourdan Lewis, que junto con el también esquinero Anthony Brown, pudieron dictar sentencia en varias ocasiones clave.
Con los cartones empatados a siete, los rivales se fueron al descanso. Como para el propio Ripley, los Vaqueros tuvieron 1:54 a 13:06 en el diferencial de posesión en el primer cuarto, y ya para el segundo se niveló a 7:47 a 7:13 por parte de los Cardenales. Con el dominio en el terreno de juego temprano, los de casa no pudieron aprovechar esta inercia en puntos que los separaran de una manera determinante.
Ya en la segunda mitad, los Vaqueros recibían la patada de salida para de nuevo ser obligados a ceder posesión con patada de despeje de Chris Jones. Un pase de 22 yardas para Terence Williams se fue por la borda, y un pase en tercera y seis para Jason Witten cayó incompleto. Los Vaqueros terminaron la noche con 2 de 9 en conversiones en tercera, un raquítico 22% al final del día.
La defensiva vaquera obligó patada de despeje, la jugada clave siendo una fortuita captura de Lawrence sobre Palmer. La siguiente serie ofensiva comenzó en la 46 de Arizona y con acarreos de 8, 3 y 20 yardas de Elliott, fue cuando Bryant pudo esforzarse dentro de la cinco para adjudicarse su primera anotación de la temporada.
A diferencia de su estilo característico, los 14 puntos hasta este punto fueron en dos series ofensivas de tres jugadas y la otra de cuatro jugadas, dejando mucho tiempo en el reloj de juego ante un lleno escandaloso en el University of Phoenix Stadium en la ciudad de Glendale, Arizona.
Se empatarían los cartones a 14 con pase para el estelar Larry Fitzgerald, que tuvo 13 recepciones para 149 yardas, uno de nueve que recibieron pase de Palmer. No hay duda que los noveles integrantes de la secundaria, Lewis y Brown junto con el veterano Orlando Scandrick pudieron hacer de Fitzgerald un isla, evitando que se creciera la ofensiva de Bruce Arians.
Con esto el equipo de la estrella solitaria pone su marca en 2-1 y tendrá una semana corta en preparación para el juego del domingo 1ero de octubre cuando les paguen la visita los Carneros de Los Ángeles. Al igual que los Cardenales, será la segunda ocasión que se verán las caras, luego de enfrentarlos en la pretemporada.
Pero sin adelantarnos es posible ahora exhalar un poco, con una ofensiva que lejos de dominar, fue eficiente, y una defensiva que pudo presionar al contrario obligando a los errores mentales que terminó hundiendo en gran parte a estos Cardenales de Arizona edición 2017, y terminando así una racha de cuatro derrotas consecutivas.