Pocas dudas a la ofensiva para el equipo de casa en victoria 31-17.
Luego de más de un año calendario de no ganar un juego de temporada regular en su AT&T Stadium, los vestidos de azul y plata llegaban a la tercera jornada con la victoria casi asegurada en todos los círculos. Pareciera que simplemente cruzar el campo para el volado inicial hubiera sido suficiente para poner su marca en 2-1 en esta la tercera jornada.
El legendario equipo de la ciudad de los vientos fue presa fácil para unos Vaqueros que de nuevo fueron comandados a la ofensiva por Dak Prescott, que lejos de despeinarse, volvió a demostrarse tranquilo y sin prisa alguna. Su mote parece ser, "para que correr si puedo llegar caminando", y con su corredor Ezekiel Elliott a un lado, de momento son los abanderados del equipo de la estrella solitaria.
Veamos ahora cuales fueron cinco de los momentos y detalles destacables de esta victoria ante más de 90,000 electificados aficionados, la mayoría que se dieron cita para, a fin de cuentas, celebrar la victoria vaquera.
Momento 1.Serie de apertura con cuarta y uno. Los Vaqueros recibieron la patada inicial y desde el banderazo inicial prendieron la mecha con acarreo de Elliott de 21 yardas por el centro de la línea de golpeo. Y porqué no, los Osos estaban sin su liniero Goldman y los apoyadores Trevathan y Houston, el corazón de la defensiva del coordinador defensivo Vic Fangio. Fueron tres primeros y diez y de pronto en tercera y seis desde la 29 de Chicago, Prescott encontró al chaparrón Cole Beasley que se llevó sendo contacto que lo mandara a la banca buscando oxígeno. John Fox retó el fallo de primero y diez, y la repetición hizo valido una cuarta y uno desde la 24 vistante. Sabiendo la importancia de mover las cadenas, entrar a la zona roja e ir de seis en seis, Elliott logró cinco yardas cuando Jason Garrett se la volvió a jugar temprano en cuarta oportunidad. Prescott luego encontró a Jason Witten a la yarda uno y con una jugada más, el mismo Prescott apenas rompiá el plano imaginario para la anotación de la quiniela.
Momento 2. Primeras dos posesiones de los Osos, tres y fuera. Poca duda había de las posibilidades de la ofensiva de los Vaqueros, la duda era la defensiva. Esto se pudo responder desde un principio, en cuanto a que sería el clásico ejemplo de doblarse pero no quebrarse por parte de los pupilos de Rod Marinelli. Lo importante es comenzar bien y terminar mejor, y así fue. Arriba 7-0, los Osos se fueron inofensivamente tres y fuera en su primera serie, y con el balón en su propia 25, Prescott movió al equipo a la yarda 31 contraria y con Dan Bailey se fueron arriba 10-0. De nuevo la defensiva obligó a Brian Hoyer al tres y fuera, pero en esta ocasión y ya dentro del segundo cuarto, fue Lance Dunbar el que culminó con acarreo de una yarda, una serie de 9 jugadas, 72 yardas y 4:09 del reloj en anotación para el 17-0. Esta ventaja les serviría de colchón en un tercer cuarto donde los Osos, de haber tenido algo más en el tanque, hubieran podido ser una amenaza.
Momento 3. Terrence Williams decidió no mandar al maniquí. El receptor número dos de cualquier esquema ofensivo es parte clave, y en el caso de los Vaqueros, el suyo no fue factor alguno ante Washington en la jornada dos. De hecho ni le tiraron el balón durante todo aquel juego en Landover, Maryland. Pues ante Chicago, Williams se destapó con cuatro recepciones para 88 yardas, y fue bujía junto con Beasley, que tuvo sus propias siete recepciones para 73 yardas. En la primera mitad fueron tres con Williams para desnivelar la balanza, y aun cuando el cuarto y último fue en el tercer cuarto en pase de Prescott al centro del campo para 47 yardas que resultó desafortunadamente en un balón suelto y cambio de posesión, Williams parece haber recuperado su lugar entre la cuadrilla de receptores abiertos. Cabe destacar que Dez Bryant por fin pudo entrar a las diagonales en pase de 17 yardas en el cuarto período, gracias en parte a la amenaza que mostrara Williams para la defensiva de Chicago.
Momento 4. De seis en seis es como se gana. La ofensiva de Scott Linehan en el 2015 fue una que cascabeleó al entra en la zona roja, y cuando esto sucede se acaban las temporadas para fines de noviembre y se acaba con marca de 4-12. En esta ocasión, y ante un equipo diezmado de Chicago, el abusar de Dan Bailey como sucedió en la derrota de apertura 20-19 ante los Gigantes no sería la tónica para ganarle a un equipo inferior bajo las luminarias candentes del domingo en la noche. En esta ocasión, fueron los momentos en donde Prescott pudo guiar la ofensiva a las diagonales en cuatro ocasiones, y esta fue la clave a la victoria. El poder ejecutar en jugada personal, Dunbar desde la uno, Alfred Morris desde la tres y el pase de 17 yardas con Bryant, siendo todos para seis, significó dejar a los Osos con patadas de ahogado en el cuarto período. Inclusive, Bailey se dió el lujo de fallar uno de 47 yardas, pero el olfato de las diagonales hizo de esto un caso omiso, para fortuna de Linehan.
Momento 5.Por fin, se gana en casa y se convence que hay que ponerse la casaca. Hace cuatro temporada, los Osos del 2012 llegaron al AT&T Stadium en la cuarta jornada y ante un rabioso público compuesto en gran parte de sus propios aficionados, humillaron a los Vaqueros con cinco intercepciones y juegos monstruo de Jay Cutler, Matt Forte y Brandon Marshall por marcador final de 34-18. El fenómeno era que los abonados estaban dispuestos a vender sus entradas a los forasteros conformándose a verlo por la magia de la televisión. Pues en esta ocasión los forasteros que hicieron el viaje se quedaron con las ganas porque los de casa se dieron cita y estuvieron desde un principio en busca de que su equipo, el que vive y muere en el AT&T Stadium, por fin rompiera una racha de ocho juegos perdidos de manera consecutiva. Por fin, tanto equipo con aficionados hicieron su labor respectiva y el resultado es ir rumbo a San Francisco con marca de 2-1, empatados con los Gigantes, y ambos siguiendo a las Águilas con su propia marca de 3-0 en la Este de la NFC.