Desde 1960 cuando se fundó la franquicia del equipo de la estrella solitaria, los vestidos de azul y plata han tenido momentos de vacas gordas y de vacas flacas. De ser el ya merito en los 60's a campeones en los 70's para luego presumir ser una dinastía en los 90's, nunca se había logrado una racha de 10 victorias de manera consecutiva.
Comandados por un novato en Dak Prescott como mariscal de campo y otro novato en Ezekiel Elliott como la punta de lanza en un juego ofensivo empecinado en controlar la trinchera, estos Vaqueros edición 2016-17 logrando llegar a 10-1 ante el universo de la NFL es algo para mismísimo Ripley. Y eso que el único descalabro fue aquel 20-19 en juego de apertura ante los Gigantes en el AT&T Stadium cuando estos dos jóvenes apenas comenzaban a hacer sus "pininos" en el rudo deporte de las tackleadas a nivel profesional.
Los planetas se siguen alineando, y hasta el propio Jason Garrett, cuya filosofía del proceso y sus conferencias de prensa que parecen mas un ejercicio en lo mundano que el afán de descubrir el hilo negro, de pronto se está posicionando como un Einstein de los emparrillados. Aquella nube negra que neciamente seguía al equipo de Jerry Jones parece haberse de momento esfumado, dándole así el mote para el equipo que hace casa en The Star en Frisco de ser el mandamás de la colina.
Este encuentro reñido, intenso y siendo lo esperado de esta rivalidad tan añeja, resulta en la victoria 31-26 para los de casa. Repasemos cinco momentos del juego que marcaron pauta.
Momento 1. La tónica sigue siendo la misma. Semana tras semana estos Vaqueros se suman por su habilidad de mover la cadenas y dominar la línea de golpeo. Así como el mismo Garrett, siendo en momentos repetitivo y poco folklórico, la ofensiva vaquera simple y sencillamente busca que el resultado sea una victoria, siendo presa del afamado proceso del tremendo cerillo. Nada como la primera serie ofensiva, comenzando con una reversible sorpresa en la primera jugada con Lucky Whitehead para 15 yardas, tres primeras oportunidades sin una sola en tercera y cuatro acarreos de Elliott culminando con su propio clavado desde la cuatro para declarar que así es como buscan llenar su carnet de baile.
Momento 2.La habilidad de estar en el momento. Una de las virtudes de Prescott es su habilidad de no arriesgar en momentos de presión ni con las piernas ni con el brazo. Eso de pedirle milagros al ovoide al momento de tirar en pases comprometidos en dobles coberturas o querer escaparse de la bolsa sin ton ni son, no son emblemáticos del ahora mariscal de campo titular del equipo azul y plata. Con el marcador 10-3 a favor de Dallas y obligando un intento de Dustin Hopkins de 55 yardas que no encontró los postes, de pronto los Vaqueros tenían posesión en la yarda 45 de su propio campo. Con un acarreo y dos pases cortos, el balón colocado en la yarda 38 de campo del contrario y un primero y diez luego de la pausa de los dos minutos, Prescott se escapó fuera de carácter para 18 yardas. Desde la yarda diez, Prescott pudo encontrar a Terrance Williams con pase a la esquina derecha de las diagonales donde el receptor abierto mostró pasos de bailarina para el 17-6 a su favor, en serie de seis jugadas para 55 yardas en solo 2:06 de tiempo corrido.
Momento 3.No hay duda de quien es este equipo. Luego de un tercer cuarto sin punto alguno, comenzaba el último capítulo de la edición 114 de esta tempestiva rivalidad con el mismo 17-6 en la pizarra del AT&T Stadium. Con el balón en la yarda cinco contraria siendo esta la primera jugada del cuarto, Kirk Cousins tiró pase para Jordan Reed al costado izquierdo para la anotación y al momento del intento de la conversión de dos puntos resultando en una intercepción de Sean Lee, el marcador era un apretado 17-12. Luego de un acarreo de 21 yardas de Elliott en la subsecuente serie ofensiva, fue de nuevo un Prescott al abordaje y en esta ocasión con una serie de siete jugadas para 75 yardas en 4:05 con pases al mismo corredor, Beasley para 12 yardas, Dez Bryant de 13 yardas para luego la escapada del mariscal de campo vaquero desde la seis para el 24-14 que le daba oxígeno momentáneo a su equipo.
Momento 4. Momento, alto las prensas. Los pupilos de Jay Gruden llegaron cotizados en cuanto al movimiento del balón por la vía aérea. De hecho Cousins terminó con 449 yardas por aire, tres anotaciones y un 'rating' de 120.7 en la derrota. Dicha explosividad se hizo presente justo cuando los Pieles Rojas sintieron la espalda contra la pared, comenzando en su propia yarda 25 y cuando en tercera Cousins dijo, 'por que no y por que no yo', lanzando arcoíris a la banda derecha con DeSean Jackson para 67 yardas donde el estrafalario receptor abierto hasta tuvo el detalle de mofarse desde la yarda cinco del esquinero Anthony Brown que mordió el anzuelo en la finta de la trayectoria hacia el centro del campo. De pronto con marcador de 24-19 el juego pintaba para un final no apto para cardíacos, como se había anticipado por ser una rivalidad que levanta pasiones y aun con los momios que amanecieron siete puntos a favor de los Vaqueros.
Momento 5. Recta final de esta décima al hilo. Con 9:22 restando en el reloj de juego, Gruden decidió quizá de manera un tanto intempestiva la patada corta con Hopkins que a fin de cuentas fue cubierta por el apoyador Damien Wilson en equipos especiales, dándole así otro campo corto a Dak Prescott y compañía. El mandamás de campo vaquero se las ingenió para un castigo de rudeza innecesaria al escaparse por el centro del campo cuando fue golpeado en busca primero de deslizarse para cuidar el físico. Para el deleite del respetable sumando más de 90,000 almas, fue un pase en una crítica tercera oportunidad con Dez Bryant para 26 yardas que ponía el balón en la yarda uno para que Elliott, que sumó por segunda semana consecutiva 97 yardas por tierra, entrara a las diagonales de manera de demostrar que a estas alturas del juego estos gigantones ofensivos traen mas cuerda que esos similares defensivos en la lucha semanal de la fuerza anímica. Ya con ahora marca 7-1 en cotejos del Día de Acción de Gracias entre Vaqueros y Pieles Rojas, y una nación azul y plata listos para lo que venga, no hay duda de quien es el bueno en este baile.