En lo que pudiera haber sido el último juego de los Raiders en el vetusto Coliseo de Oakland en el Condado de Alameda, los Vaqueros se escaparon con una victoria 20-17 sobre los pupilos de Jack Del Rio en cotejo de domingo en la noche.
En solamente la edición doce de esta rivalidad, el resultado final fue cuestión de pulgadas, considerando una cuarta y uno que requirió que el árbitro central Gene Steratore usara un pequeño cartón para decidir que se había logrado un primero y diez. Dicha decisión resultó clave para irse arriba con gol de campo de Dan Bailey dentro de la yarda cinco.
Pulgadas también en el lance final del mariscal de campo Derek Carr buscando la marca naranja de las diagonales siendo alcanzado por el profundo Jeff Heath en lo parecía una anotación para la posible victoria, solo para ver como la repetición mostraba que había perdido posesión del balón justo antes de hacer contacto con dicha marca.
De ahí un sinnúmero de otras jugadas casi risibles, castigos costosos, pases casi interceptados, intercambios de posesión para dos equipos con la misma necesidad de cosechar victorias para seguir con vida hacia la postemporada. Para los Raiders su marca de 6-8 los hunde aun cuando matemáticamente siguen vivos luego de que los Jefes hicieron a un lado a los Cargadores en el Estadio Punta de Flecha para colocarse como líderes de la Oeste de la AFC con su marca de 8-6 restando dos juegos.
Por su lado las huestes de Jason Garrett persiguen a los Halcones Negros de Atlanta (8-5), que juegan en lunes por la noche ante unos Bucaneros de Tampa Bay que andan sin timón en pleno mar abierto, los Leones (8-6) que ganaron, Halcones Marinos (8-6) que fueron humillados a domicilio por los sorprendentes Carneros de Los Ángeles y los Empacadores (7-7), que aun con la reaparición de Aaron Rogers cayeron en Carolina ante Cam Newton y compañía.
Dak Prescott entró a las diagonales por piernas, completó 18 pases de 27 intentos para sumar 212 yardas, sin anotaciones, dos intercepciones y dos capturas. No fue su mejor noche, luego de sumar más de 300 yardas la semana pasada, pero de nuevo su temple y paz interna fueron clave para esta apurada victoria.
Los visitantes ganaron el volado y decidieron que querían el balón, comenzando desde su propia 25 luego de la patada de salida de Giorgio Tavecchio. Apoyándose en el corredor Alfred Morris y un pase de 18 yardas para Jason Witten, fueron tres primeros y diez con el balón en la yarda 35 del negro y plata.
Aquí venía el primer error de Prescott en pase corto dirigido a Dez Bryant que fue interceptado por el esquinero Sean Smith, que había salido de titular ante la ausencia del titular David Emerson.
La inoperancia de Carr, que tuvo 21 completos de 38 intentos para 171 yardas y dos pases de anotación, fue a causa de un tackleo detrás de la línea sobre Marshawn Lynch entre Maliek Collins y Tyrone Crawford para luego verse obligados a la patada de despeje del folklórico Marquette King desperdiciando así el cambio de posesión.
De nuevo los Vaqueros buscaron correr el balón, totalizando 31 acarreos para 126 yardas, con Morris teniendo 16 para 61 yardas, Rod Smith otras siete para 13 yardas y Prescott agregándose a la causa con seis acarreos para 32 yardas. En serie de nueve jugadas, para 41 yardas y 4:08 del reloj de juego, se abría el marcador 3-0 con gol de campo de Bailey de 45 yardas.
La segunda posesión de Carr fue pan con lo mismo, con un Lynch que simplemente no pudo despegarse de la línea de golpeo. El conocido como "Beast Mode" tuvo 16 acarreos para 76 yardas sin anotaciones, ayudado por las 47 yardas en cuatro acarreos de Carr en jugadas personales. Los Vaqueros recibían la patada de despeje de King comenzando desde su propia yarda 35 con Smith siendo el caballito de batalla.
En serie de ocho jugadas para 65 yardas, cuatro primeros y diez consumiendo 4:45 del reloj ya en el segundo cuarto, fue Smith desde la uno contraria que con el punto extra de Bailey se ponían los cartones 10-0 a favor del equipo azul y plata.
Los Raiders tuvieron tres castigos consecutivos en su siguiente serie, uno en la patada de salida, el segundo los ponía en su propia cinco y el tercero ponía el balón en la yarda dos y medio. Es lo que decía Bill Parcells en su estancia con los Cowboys, eres lo que tu marca dice que eres, y tres castigos consecutivos fue un microcosmo de una temporada donde no les han salido del todo bien las cosas.
Carr tuvo otra oportunidad con 3:08 restando en la primera mitad luego de que Prescott se estancara en su propia yarda 26 obligando la patada de Chris Jones. La decimocuarta jugada de la serie ofensiva terminó siendo un intento de Tavecchio de 39 yardas que falló para irse al descanso sin punto alguno.
Oakland abrió la segunda mitad con serie de 11 jugadas para 90 yardas, 6:57 del reloj que culminó con un pase de Carr para Michael Crabtree desde la yarda dos. De pronto con el marcador 10-7 el desbalance en tiempo de posesión de la primera mitad a favor de los Vaqueros pareciera completamente irrelevante.
La siguiente serie vaquera resultó en el segundo pase interceptado y de nuevo fue el esquinero Sean Smith sobre pase dirigido al chaparrón Cole Beasley por la banda izquierda, que pudo regresar hasta las diagonales en lo parecía de pronto la ventaja de los Raiders, pero al ver la jugada con más calma, fue evidente que Beasley había podido hacer el mas mínimo de los contactos con la rodilla de Smith sobre la grama natural del coliseo. De ahí se conformaron con un gol de campo de Tavecchio de 39 yardas para el inesperado empate a 10 por bando.
La siguiente serie tuvo a los Vaqueros en cuarta y 11 desde su propia yarda 24 y esto fue cuando el pateador de despeje Chris Jones se quedo con el centro de L.P. Ladouceur y corriendo por diseño en jugada de engaño pudo escaparse 24 yardas para el inesperado primero y diez en su propia yarda 48. De nuevo sacaron engaño de la chistera donde Morris recibió en jugada directa para luego voltear y regresarle el balón a Prescott que flotó balón con Terrance Williams que le pegó en las manos pero que no pudo sujetar.
Tres primeros y dieces después el mismo Prescott entraba a las diagonales desde la cinco de los de casa, y en su celebración se le vino encima una lluvia de artículos entre vasos y demás del respetable que sumaran casi los 56,000 aficionados en una noche perfecta para el deporte que apasiona.
El segundo empate se daba con serie de 10 jugadas para 53 yardas con 5:10 del reloj y de nuevo era Carr con Crabtree desde la misma yarda dos que con el punto extra ponía los cartones 17-17 con 10:35 restando en el juego y nadie se había ido del estadio.
Series inofensivas de ambas escuadras con patadas de despeje resultaba en los Vaqueros comenzando desde su propia 30 en busca de tomar la delantera. En tercera y 10 Prescott encontró a Witten para un lance que parecía un primero y diez en la 40 de su propio campo, pero Del Rio decidió retar la marca y se verificó que la rodilla de Witten estaba en el campo de juego claramente corto de la marca.
En cuarta y uno, Prescott en jugada personal buscó mover las cadenas, y cuando ya pudieron desatar el mar de cuerpos fue aquí cuando Steratore se apoyó en una pequeña tarjeta para asegurar que la punta del balón rebasaba lo suficiente el límite de las cadenas manteniendo así posesión en momento clave del juego, dejando 4:31 en el reloj de juego. Los Vaqueros llegaron a la uno de los Raiders y en dos intentos por allanar las diagonales de Morris, finalmente fue un gol de campo de 19 yardas para remontar el marcador a 20-17 dejando 1:38 en el reloj de juego.
La recta final fue algo inaudito al ver como los Cowboys buscaron entregar el juego. Comenzando en su propia yarda 11, Carr pudo conectar pase de 19 yardas con el receptor abierto Seth Roberts luego de contacto sobre el brazo del mariscal de campo y le saliera un pato muerto de pase que por aras del destino le cayera del cielo al receptor abierto.
En cuarta y diez se la tuvieron que jugar y en pase a Crabtree se decretó una interferencia de pase a Jourdan Lewis que increíblemente colocaba el balón en la 15 de los Vaqueros con :39 restando en el juego.
Fue aquí donde Carr, corriendo por su vida, se perfilo a la marca de la esquina izquierda, estiró el brazo izquierdo manejando el balón como melón y justo antes de hacer contacto con la marca naranja y a merced del contacto del profundo Jeff Heath cerrando la pinza como misil teledirigido, soltó el balón que salió de las diagonales para el 'touchback' por regla y los Vaqueros se encontraban con el balón en su propia 35 luego de un castigo por conducta antideportiva de Marshawn Lynch luego del fallo de Steratore.
Vaya manera de sobrevivir no solo este juego ante un equipo decididamente inferior en cuanto a la primera división de la AFC comparado a equipos como los Patriotas, Acereros y los sorprendentes Jaguares de Jacksonville. Ahora resta ver de cerca el juego de los Halcones Negros en Bucaneros, recibir a los Halcones Marinos de Seattle en la jornada 16 de la NFL y esperar que dos victorias finales puedan de alguna manera ayudarse para obtener ese sexto pase a la gran fiesta.