Quinta jornada, AT&T Stadium, los Gigantes de Nueva York, 2021.
Curioso como se dan las cosas, siendo la quinta jornada del 2020 cuando el futuro de Rayne Dakota Prescott cayó ante el tackleo del profundo Logan Ryan de estos mismos neoyorkinos. La realidad es que ese dramático momento dió pie a un resurgido y mejorado mariscal de campo vaquero que de pronto se codea con lo mejor de la liga.
El mismo McCarthy ha dicho que la ética de trabajo del jugador y el proceso de rehabilitación al cual se lanzó con las botas puestas ahora tiene a Prescott sin tener que pensar siquiera en aquella tarde de octubre hace escaso año. De hecho, el mismo Prescott lo ha dicho, ya ni me pregunten si estoy recuperado del tobillo, o del brazo, para acabar pronto.
Lo pasado, pasado .... como diría el inmortal José José.
El presente es que llegan las huestes de Joe Judge con un equipo del montón bailoteando con marca de 1-3 luego de la victoria ante los Santos en su casa de horrores bajo techo de la Calle Bourbon. Daniel Jones pudo sacar agua del pozo abajo en el marcador 21-10 en el último cuarto para resurgir junto con Saquon Barkley hacia un tiempo extra que resultó a su favor.
A estas alturas son la ofensiva total número 14, 21 corriendo el balón y la siete al lanzarlo, mientras que su defensiva es la 22 total, 20 ante el acarreo y también 20 ante el pase. A como está jugando este equipo vaquero, esos números no deben ser muy llamativos de alertas rojas, siendo este momento por donde corre el equipo de casa uno donde el enemigo pudiera ser la sobre confianza propia.
Si los Cowboys vuelven a la fórmula que les ha dado tres victorias consecutivas, sólido juego terrestre compartido, línea ofensiva dictando sentencia, armas aéreas zurcando comandados por el RoboQB del momento, la tarea será que la defensiva azul-plata pueda llegarle a Jones, cerrar los caminos terrestres y de nuevo soltar a un Trevon Diggs que pasa por gran momento.
Los momios lo dicen, teniendo a los Vaqueros favoritos por siete puntos, pero siendo un juego de rivales muy familiarizados, y con la idea que cualquier cosa pudiera suceder, les paso mis 5 Claves del Juego .
Clave 1. No hay comparación. El coordinador ofensivo Jason Garrett se distingue por ser conservador y de la vieja guardia, al son de establecer el juego terrestre para luego buscar estirar el campo de juego. En sus cuatro primeras salidas los marcadores adversos no le permitieron este lujo al grado que su mariscal de campo es el líder en yardas por acarreo, algo que simplemente no es bueno. El problema es que Barkley, lejos de ser la bujía ofensiva a estas alturas, no tiene ningún respaldo, como en el caso de la dupla de Elliott/Pollard, tomando en cuentas que detrás de el están Devontae Booker e Elijhaa Penny que entre los dos se combinan para apenas once acarreos para 33 yardas, a comparación de los 52 acarreos para 186 yardas de Barkley. En el caso de Elliott/Pollard, esta maquinaría ofensiva se combina para 101 acarreos para 592 yardas, y luego del desbalance ante Tampa en el juego de apertura, este hecho le ha dado la tranquilidad a Kellen Moore de poder cerrar juegos a su propio gusto.
Clave 2. Circo aéreo. Los Cowboys navegan con la ofensiva número tres total, dos acarreando el balón y 14 pasando. Con la presencia de Amari Cooper, CeeDee Lamb y un respondón Cedric Wilson, el juego aéreo vaquero no tiene rival, considerando que las alas cerradas Dalton Schultz y Blake Jarwin también traen con qué asustar al rival. De hecho los cinco tienen de perdido una anotación. Del lado de los Gigantes, el espectáculo aéreo no es lo mismo, tomando en cuenta que lesiones a Sterling Sherpard y Darius Slayton los dejan fuera para el domingo, dejándole el plato a un Kenny Golladay que tendrá como apoyo al novato Kadarius Toney y el veterano John Ross, un refugiado de sus temporadas con los Bengalíes de Cincinnati. Agreguemos que las alas cerradas Kyle Rudolph e Evan Ingam se combinan para apenas para 13 recepciones para 115 yardas sin anotaciones mientras que la dupla Schultz/Jarwin andan en 29 recepciones para 290 yardas y cuatro anotaciones, pues son números difíciles de ignorar.
Clave 3. La presión la traen aquellos. Siendo juego divisional y sabiendo que una victoria los pone al manubrio mientras hunde a su rival, es un momento de pausa colectiva. Claro se quieren ganar todos los juegos, pero en este caso es como dobletear la apuesta en la mesa de blackjack entendiendo que a fin de cuentas el campeón divisional pasa al torneo anual. Lejos de salir confiados, estos vaqueros pueden salir seguros en el sentido que por donde quiera que le vean, este tractor esta perfectamente alineado, carburado y listo para el reto, que de nuevo es jugar su propio juego, manejar el reloj y llegarle al mariscal de campo contrario. NFL 101. Elemental. Gente como Osa Odiguizuwa, Tarell Basham, Randy Gregory, Micah Parsons y Leighton Vander Esch se han combinado para nueve capturas, siendo Parsons el líder con 2.5 en su haber. Gregory practicó limitado por molestia en la rodilla, mientras que se espera la reaparición de Carlos Watkins, para ponerle más pimienta al caldo. No hay duda que será un día largo para Jones y compañía si las cosas siguen igual para los pupilos de Dan Quinn.
Clave 4. La profundida del perímetro. La salida de Jaylon Smith le da una nueva claridad a la cuadrilla de apoyadores, y el regreso de Keanu Neal es parte esencial de este nuevo aire. Gente como Luke Gifford y Jabril Cox pudieran servir mas allá de sus responsabilidades en equipos especiales, y en el caso de Cox parece tiempo de ver sus dotes de cobertura, particularmente ante los peligrosos Rudolph e Engram como alas cerradas. Con la resurgida presión entre Parsons y demás al mariscal de campo contrario, el mantener a Barkley en la caja se vuelve imperativo, tomando en cuenta que el esquinero Diggs junto con los profundos Devontae Kazee, Malik Hooker y Jayron Kearse están puestos para repartir contacto y buscar intercepciones ante una escuadra aérea de los Gigantes que trae la pólvora mojada. La atracción del momento es Trevon Diggs, que luego de cuatro juegos ya cuenta con cinco intercepciones, algo que habla de la presión ejercida por los frontales y el aire enrarecido por el que cursa el novel jugador en apenas su segunda temporada.
Clave 5. Rivalidades que pesan. Son con esta 119 ediciones de un Giants-Cowboys, y aun cuando en el papel todo parece estar del lado del anfitrión, estas confrontaciones siempre traen un octanaje mas potente. En el 2016 estos Hombres-G dominaron a la dupla juvenil de Prescott/Elliott en sus dos cotejos, y de ahí fueron siete victorias consecutivas para los Vaqueros, culminando en la derrota 23-19 en los pantanos de East Rutherford este pasado 3 de enero dejando a un lado las todavía inverosímiles posibilidades de pasar a la postemporada. Para los Gigantes alguien tiene que alzar la mano y jugar como no ha jugado a estas alturas de la temporada. Jones pudiera destaparse si Barkley responde desde temprano, o el mismo Golladay pudiera desbalancear haciendo conexión con sus mariscal de campo, y hasta los veteranos Kyle Rudolph o Evan Engram pudieran salir de su cueva. Todo es posible. Leonard Williams es una amenaza como liniero defensivo, aun cuando las apenas seis capturas habla de nuevo de una defensiva que no ha rendido como se hubiera querido a a estas alturas, y la ausencia de Jabrill Peppers es factor. Pero .... a estos también se les paga y si de pronto el regreso de Jason Garrett a su vieja guarida, entre otros factores, pudiera inspirar a una súbita mejora, pues de ahí el porque del lema que, "en cualquier domingo ......"