De regreso a la escena del crimen del 2017, Jason Garrett seguro tiene la esperanza que lo acontecido ante su acérrimo rival en Philadelphia sea una mecha rumbo a su compromiso en Atlanta, donde los esperan unos pajarracos con su propia serie de detalles.
Ya para estas alturas de una temporada de la NFL comienzan a separarse algunos punteros mientras que otros toman la dirección opuesta rumbo al cumplir con el calendario regular. En el caso de los Falcons (4-5) el lidiar con los líderes de su propia división Saints (8-1) es razón para no quedarse atrás en su propia ilusión de mantenerse vigentes.
Los Cowboys (4-5) están en la misma situación, buscando regresar al .500 de porcentaje para mostrar que la victoria en Philadelphia no fue una simple chispa pasajera, como lo fue en su momento la categórica victoria ante los Jaguars que fue seguida por derrotas ante los Titans y Redskins. Hace escaso año los pupilos de Dan Quinn le pusieron un sonoro baile a la ofensiva de Scott Linehan y ciertamente ese amargo recuerdo tiene a Dak Prescott buscando regresar por su fueros.
Luego de la quinta jornada Atlanta de pronto se encontraba con una victoria en contra de cuatro reveses, abriendo con derrota en Philadelphia, victoria ante Carolina y racha de tres reveses ante Saints, Bengals y Steelers. Las cosas comenzaron a marchar rumbo arriba con tres victorias consecutivas ante los Bucs, Giants y Redskins,, antes de caer en Cleveland ante un inspirado equipo de los Browns y su legendaria perrera.
Las ofensivas son una verdadera antítesis una del otra siendo Atlanta la número 6 total, 30 corriendo el balón y la segunda mejor de la liga pasando el balón, a diferencia de los visitantes siendo la ofensiva número 27 total, número 5 en el acarreo y 28 al momento de lanzarlo. Donde pecan los pajarracos es con una defensiva que permite 414.3 yardas por juego catalogada como la 30 de la NFL.
En el papel llegan dos equipos con las misma marcas pero cuyos resultados departamentales señalan tendencias diferentes. Ciertamente la defensiva de los Cowboys parece tener la ventaja sobre su similar de los anfitriones, pero la verdad a estas alturas de la temporada regular pudiera destaparse algún desconocido para dar la vuelta al universo de la NFL como lo fueran las seis capturas de un tal Adrian Clayborn la ves pasada.
Para las cinco claves del juego les tengo estas observaciones.
Clave 1 – La cosa se pone color hormiga. Tanto Prescott como Matt Ryan saben que los gránulos del reloj de arena comienzan a escasear, en particular cuando se acumulan más derrotas que victorias. Para ambos líderes indiscutibles ha llegado el momento de levantarse de la segunda división y la victoria en esta jornada logra ese cometido. Para estas alturas ambos mariscales de campo saben cuales son las deficiencias con las que han lidiado, una falta de consistencia siendo la causa directa de verse a punto de ser marginado de la carrera a enero, y la falta de confianza en momentos contrae en un círculo vicioso de buscar el no perder. En particular, este juego debe ejemplificarse por la agresividad ofensiva, el dejar a un lado la duda y la sombra para salir a la grama bajo techo con la esperanza de contar con la jugada grande, donde la ventaja existe con la dupla Ryan-Julio Jones en contra de Prescott-Amari Cooper.
Clave 2 – Pan con lo mismo. La victoria en Philadelphia es precisamente lo que busca la NFL en cuanto a los guiones del drama que acontece con cada semana y los resultados que conlleva. Los Cowboys de nuevo con la espalada contra la pared, que si los jugadores por fin tiran la toalla, poco que rescatar en una eventual temporada perdedora ….. y con todo eso se alzan con una convincente y artera victoria significando que siguen con vida, si es que por una semana más. El análisis final de esta sonora victoria es el éxito de Zeke Elliott al momento de ser utilizado a la ofensiva, y no necesariamente porque se busca 'establecer el acarreo' como fundamento a la estrategia ofensiva, sino porque su éxito significa que todo lo demás está funcionando. Comenzando con la línea ofensiva. Xavier Su'a-Filo les cayó como joya pero más porque paso desapercibido, como suelen hacerlo los buenos linieros ofensivos. Para Prescott el contar con un inspirado Elliott porque de pronto responde la línea ofensiva y hay carriles es ciertamente el plan, pero no por establecer el acarreo se olvida uno de las demás armas, y ahí es precisamente donde tiene que estar la ofensiva vaquera.
Clave 3 – Quien levanta la mano. La defensiva de Rod Marinelli volvió a la vida la semana pasada, y para bien general. La presión sobre Carson Wentz y el juego de la secundaria junto con la línea de apoyadores fue en gran parte la razón de la victoria. Ante los Titans, Marcus Mariotta parecía envuelto en nubes, y esa herida esperemos siga motivando a esta defensiva porque aun cuando no corren el balón, Ryan cuenta con explosividad que cambia el curso de un juego en un instante. Se llama Julio, y se apellida Jones, y aun cuando solamente tiene dos pases de anotación a mitad de temporada, sigue siendo un verdadero peligro donde quiere que se alinee. Sus 67 recepciones para 1040 yardas delata su pedigree, mientras que Calvin Ridley cuenta con siete anotaciones y el ala cerrada Austin Hooper se acerca a las 50 recepciones. Las lesiones de Antwaun Woods y Ben Ross pudieran pesar tomando en cuenta la energía que traían en sus rotaciones, pero de alguna manera van a tener que llegarle a Ryan evitando la jugada grande.
*Clave 4 – *Que salga con la vara mágica. Semana tras semana el juego aéreo azul y plata ha sido un verdadero acertijo. Claro que se han tenido momentos de lucidez ofensiva, estirando el campo y logrando establecer algún semblante de control rumbo a la zona roja, pero la esperanza esta fincada en que ahora si Prescott cuente con la precisión necesaria para utilizar las herramientas que tiene. La movilidad sigue siendo tema y si se cuenta con el Prescott que corre por diseño sabiendo plenamente que es un atleta que sabe protegerse y cuya contribución no viene de manera de arriesgarlo, pero más bien aprovechar el magnetismo que tiene y la inspiración que incluye cuando deja de sobre pensar las cosas. Ese es el Prescott que está obligado a aparecerse el domingo en Atlanta, no el que de pronto no sabe si correr, salir del campo o tirar el balón al vacío porque la velocidad del juego no le permite lidiar con la cantidad de opciones. Aquí el crucigrama se resuelve con un número 4 conduciendo el autobús aprovechando que la defensiva de Atlanta le puede dar la precisas libertades que levanten su juego.
Clave 5 – La sorpresa con el balón ovalado. Juego al mediodía tiempo central de la unión americana, luego de dos juegos a nivel nacional en lunes y en domingo. La cuesta se sigue pronunciando con visitas de Washington y Nueva Orleans para finalizar el mes de noviembre, esos dos de vuelta a la atención a nivel nacional. Como siempre los Cowboys están visibles bajo las luminarias más candentes de la liga y es por eso que la visita ante Atlanta es ahora el momento mas importante de la temporada. Un juego nivelado en ciertos aspectos, comenzando con las marcas de media tabla, promete de cierta forma volverse impredecible si de alguna manera se sueltan los duendes y hay aquellos intercambios de balón. La gran diferencia en este juego se verá en la agresividad o falta de cuando se recupere un balón en territorio ajena – los cánones dictan que ahí hay que ir por la yugular y directo a las diagonales, pero para ello hay que tener la confianza para ejecutar. Ese nivel de confianza es para el que busca seguir en la lucha hacia enero.
