Queriendo romper cualquier maldición que parezca estar atormentándolos, los Dallas Cowboys llegaron a este enfrentamiento de Nochebuena contra los Miami Dolphins necesitando mantener el ritmo en la búsqueda del título de la NFC Este. En cambio, Dallas perdió su segundo juego consecutivo, perdiendo 22-20 ante los Dolphins y cayendo así a 3-5 fuera de casa en la temporada.
Al ingresar a este enfrentamiento, los Cowboys ocupaban el segundo lugar en la NFL en puntos anotados con 431, solo detrás de sus anfitriones, ya que Miami ocupaba el primer lugar con 441. Es decir, con dos de las mejores ofensivas de la NFL enfrentándose, esto tenía todas las características de un tiroteo. Pero en un día lluvioso en el sur de Florida, esto se convirtió en una especie de batalla defensiva mientras ambos lados luchaban por llegar a la zona de anotación.
Inicialmente, Dak Prescott y la ofensiva parecían estar sincronizados cuando el mariscal de campo conectó con CeeDee Lamb cuatro veces para 93 yardas y un touchdown solo en el primer cuarto. Pero el receptor estrella no fue un factor en gran medida durante los dos cuartos intermedios antes de involucrarse nuevamente en el último cuarto. No es coincidencia que el éxito ofensivo siguiera el mismo patrón.
Prescott terminaría el juego con 253 yardas aéreas y dos touchdowns para un impresionante índice de mariscal de campo de 107.9. Y Lamb, por supuesto, fue el principal receptor de ese esfuerzo, liderando al equipo con seis recepciones para 118 yardas.
Por tierra, los Cowboys promediaron sólo 3.9 yardas por acarreo para un total de 97 yardas terrestres. En general, Dallas terminó con 339 yardas ofensivas, aunque convirtió solo el 33 por ciento de sus terceros intentos y oportunidades de zona roja.
Defensivamente, los Cowboys permitieron a los Dolphins sumar puntos en seis de sus nueve posesiones y una de esas series también llegó a la yarda 4 de Dallas. Pero la mayoría de ellos terminaron en goles de campo, ya que las tropas de Dan Quinn permitieron solo un touchdown. Miami terminó con 375 yardas de ofensiva ese día, que incluyeron solo un promedio de 3.5 yardas por acarreo al correr el balón. Tua Tagovailoa lanzó para 293 yardas y un touchdown para una marca de 98.1, mientras que Tyreek Hill lideró a los receptores del club con 99 yardas recibidas.
